Ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia y ex director ejecutivo de la Organización Latinoamericana de la Energía, Álvaro Ríos es un observador atento y crítico del sector en el Perú.
— El sector hidrocarburos está en crisis. ¿Se debe solo a la caída de precios?
No, es un problema estructural. El Perú debe preguntarse por qué no hay ‘majors’, como decimos en el sector a las grandes transnacionales. Es el único de los países petroleros y gasíferos de América Latina que no tiene ni una. Y las ‘majors’ son las únicas que pueden encontrar un nuevo concepto de explotación petrolera o gasífera.
— ¿Y por qué no tenemos ‘majors’?
No se supo estructurar un diseño para atraerlas. Vinieron firmas pequeñas en el contexto mundial. Un factor que explica esto es que en petróleo el Perú no tiene la geología de México, Venezuela ni Argentina, mientras que en gas natural Bolivia tiene mejor geología y Colombia acaba de hacer hallazgos interesantes. El otro factor es la conflictividad social, medioambiental y la problemática con la consulta previa.
— Perú-Petro ha anunciado una reforma.
Hay que hacerla, hay que cambiarle hasta de nombre. Debe ser una institución técnica, blindada, en la que los funcionarios no tengan miedo de tomar decisiones. Perú-Petro no entiende la consulta previa. En Bolivia, Evo Morales la tiene clarita: los indígenas tienen 90 días para aprobar y, si no lo hacen, se define una compensación. Tienen procedimientos claros. En Colombia igual. Y Petro-Perú tiene un rol amorfo, no se sabe dónde está ni qué va a hacer, también produce otra serie de indefiniciones. En Bolivia, el YPFB es el YPFB y las empresas que llegan saben que deben trabajar con esta empresa. Todo lo que está haciendo Petro-Perú no sirve hasta que no reforme cómo se elige el directorio y el presidente.
— Un gran tema pendiente es el futuro del gasoducto sur peruano.
El Perú se ha creído la idea de que no hay gas, pero tiene muchísimas reservas: 17 trillones de pies cúbicos. No los van a consumir ni en 40 años. Si solo se depende de la demanda doméstica, no habrá más exploración. Lo que debería haberse hecho era atender el norte de Chile, pero ahora lo vemos mucho más complicado porque han desarrollado mucha energía solar. Con los costos actuales, el norte de Chile en el mediano o largo plazo será un oasis de paneles solares.
— ¿Qué hacer, entonces?
Ni la demanda de las dos termoeléctricas del sur ni el consumo domiciliario son suficientes para justificar un gasoducto de gran escala. Si no lo anclamos a una planta de gas natural licuefactado (GNL) para exportación, ese ducto lo van a tener que subsidiar los peruanos con las tarifas de electricidad o con impuestos.
— ¿Un Camisea 2?
Sí. Una ‘major’ podría interesarse, siempre y cuando le permitan explotar [el gas] libremente. Las ‘majors’ tampoco están en gas natural por esta presión social y política de que no se debe exportar. La sociedad ha sido desinformada. Bolivia ha vivido diez años fabulosamente de exportaciones de gas, Canadá ha tenido recursos de exportar hacia EE.UU., y ahora es EE.UU. el que se está beneficiando de nuevas exportaciones de GNL.
Fuente: El Comercio