Las mayores opciones para la reducción de emisiones están en el sector eléctrico, incluyendo a las centrales accionadas en base a gas natural; así como en el transporte, donde hay que intensificar el uso de dicho combustible, reflexionó el ex presidente del Comité de Coordinación de la Unión Internacional del Gas (IGU).
Así lo sostuvo Roberto Brandt, ex presidente del Comité de Coordinación y miembro honorario de la Unión Internacional del Gas (IGU).
“Actualmente hay un crecimiento de la demanda mundial de gas del uno por ciento, mientras la oferta, tomando reservas y potencial existente, excede largamente lo que se está proyectando como demanda al 2050”, estimó el experto al abordar el tema “Perspectiva global de la industria del gas: La visión de la IGU”, durante el Día de la Energía organizado por Laub y Quijandría Consultores y Abogados.
Mitigación del cambio climático
Brandt afirmó que el gas, por ser un combustible más limpio, constituye una alternativa efectiva para la solución de parte de los problemas ambientales, con lo cual contribuirá significativamente a mitigar los efectos del temido cambio climático.
Ilustró que a causa del calentamiento global, podríamos pasar de los 31 mil millones de toneladas de emisiones de CO2 en el 2010 a 53 mil millones de toneladas en el 2050, “en caso no se haga nada para contrarrestar esta tendencia”.
Ante este panorama, dijo que la IGU ha generado una hoja de ruta no sólo para la industria del gas sino para las otras formas de energía, que contempla la administración combinada de un portafolio energético que complementa el uso de las distintas formas de energía, para que así enfrentar en forma más efectiva el fenómeno del cambio climático.
“Se trata de un planteamiento muy interesante, que podría revertir drásticamente las emisiones de CO2 y acortar el incremento de la temperatura global en dos grados centígrados”, detalló.
El especialista agregó que para lograr esa meta, se necesitaría disminuir las emisiones de CO2 en un 60 por ciento con respecto al año 2010, con lo cual se llegaría a un nivel de 12.6 mil millones de toneladas de emisiones de anhídrido carbónico.
Generación eléctrica a base de gas
Brandt sostuvo que las mayores opciones para la reducción de emisiones están en el sector eléctrico, incluyendo a las centrales accionadas en base a gas natural; así como en el transporte, donde hay que intensificar el uso de dicho combustible.
Consideró vital pensar en un desarrollo futuro del mercado del gas en función del combate de las emisiones a nivel global, a partir básicamente de la generación de energía eléctrica, lo cual conduciría a una mitigación más drástica de las emisiones contaminantes.
“En el caso del gas natural se estaría pasando del 21 por ciento de contribución a los requerimientos de energía a más del 30 por ciento”, acotó.
Anotó que los países de América Latina y el Caribe en términos de la participación del gas en la matriz energética están un promedio de 25 por ciento, pero que Perú está por encima de la media mundial, en el orden del 27 por ciento.
“Pero las regiones donde se puede lograr una mayor respuesta a este problema son las de Asia-Pacifico, China y varios de los países de los llamados “Tigres de Asia”. En cambio vemos que América Latina puede contribuir poco por el momento”, apuntó.
Más mercados y tecnología
Comentó que en América Latina y el Caribe se tiene que trabajar fuertemente en un mayor desarrollo de sus mercados de gas y en la implementación de más infraestructura y tecnología de avanzada.
También urgió en la necesidad de que las decisiones políticas de los países se orienten en esa dirección, que tienen que ver con promover una mayor conciencia sobre el aporte del uso del gas en la lucha contra la contaminación ambiental.
Dijo que es imperativo sustituir el carbón, pues sus emisiones son muy superiores, y que el tema de captura de carbono si bien requiere de más inversiones, vale la pena hacerlo.
Sustentabilidad con energía combinada
“Hay una necesidad muy fuerte de tener un enfoque integral en energía que combine la reducción en su uso, una mayor eficiencia energética y la expansión del empleo de las tecnologías de carbono cero”, remarcó Brandt.
Recalcó que el gas está bastante bien posicionado para contribuir en el combate contra la contaminación global y otros problemas de la sociedad, por los siguientes factores:
- Por su disponibilidad, pues hay un incremento sustancial de recursos y de reservas de gas en las últimas décadas. Hoy, ya no es preocupación de que si hay o no hay gas.
- Su accesibilidad, porque puede llegar a los consumidores a precios competitivos.
- Su aceptabilidad, básicamente relacionado con la licencia ambiental.
- Su eficiencia comprobada en el rendimiento de las centrales eléctricas a gas.
- Su confiabilidad y flexibilidad, basada en tecnología ampliamente probada.