ProActivo | El mercado minero peruano continúa siendo muy atractivo para las transnacionales del sector, como es el caso de BHP Billiton, quien a través de su división LATAM viene apostando fuertemente en el cobre de Perú. De ello y los lineamientos de ESG que vienen utilizando para tener mayor éxito en su etapa de exploración nos explica su directivo ecuatoriano Rodrigo Darquea.
El actual Jefe de Asuntos Corporativos de Crecimiento LATAM en BHP dialogó en exclusiva con ProActivo tras su participación en el pasado ProEXPLO 2025 y advirtió que la carrera por abastecer al planeta del cobre suficiente ya inició. Además, indicó que han empezado a trabajar con la potasa, un mineral que se utiliza como fertilizante en la agricultura.
¿Cómo estamos en producción de cobre ante la demanda debido a todo este requerimiento que se está dando por una serie de transformaciones que el planeta viene sufriendo?
Dentro de BHP hemos hecho un análisis para entender un poco más cómo se viene la demanda del cobre y el resumen de este estudio nos dice que el requerimiento va a crecer en un 70 % —alrededor de 50 millones de toneladas de cobre anuales— de aquí al 2050. Eso nos lleva a preguntarnos de dónde va a salir todo este cobre, porque necesitaremos aproximadamente 10 millones de toneladas anuales, que tendrán que provenir de nuevas minas. Estamos hablando de 10 veces la mina Escondida y de 20 veces la mina Cerro Verde.
¿De qué forma se podrá dar abasto a tanta demanda y a qué se debe ese requerimiento?
El requerimiento se debe a tres factores. El primero, la demanda tradicional de cobre, que tiene mucho potencial para seguir creciendo por su estrecha relación con el consumo de electricidad, que está vinculado inherentemente al crecimiento económico. El segundo, el mejoramiento de la calidad de vida, pues a medida que las economías se enriquecen, sus ciudadanos solicitan más beneficios.
Hay varios ejemplos. La India tiene más de un billón de habitantes, pero su consumo eléctrico per cápita es un séptimo del consumo eléctrico que tienen en Japón. Tenemos los autos eléctricos, que consumen tres veces más cobre que un vehículo convencional. Y además están las energías renovables, con los paneles solares, eólicos, hidroeléctricos y demás.
Y el tercer factor es la revolución de la data. La creación y demanda de data en la actualidad requiere de mucha electricidad. Tenemos la señal 5G, la Inteligencia Artificial y el blockchain. Todo ello puede llegar a representar el 5 % del consumo de cobre mundial.
Precisamente esa demanda del cobre requiere también un mayor acercamiento a las comunidades que alojan los proyectos, ¿Cómo viene desarrollando BHP esa inversión social?
Comencemos afirmando que ya estamos tarde (en la cadena del proceso), porque la demanda del cobre que se viene es gigantesca; pero cómo se descubren estos nuevos yacimientos es igual de importante. Por eso, como BHP hemos realizado un gran esfuerzo desde el inicio para que la exploración vaya de la mano con el valor social y relaciones sólidas, debemos ir más allá del asunto transaccional.
El primer aprendizaje ha sido la cocreación. El escuchar, entender el contexto socioeconómico de las comunidades donde están nuestras áreas de interés y sumarnos más bien nosotros a sus agendas de desarrollo. Nosotros no sabemos cuánto tiempo vamos a estar en esa zona de interés por lo que debemos realizar proyectos que le generen valor a la comunidad. Y los proyectos que hemos aterrizado son muy interesantes, han generado valor en el corto plazo, pero también tienen prospectos para crecer en el mediano y largo plazo.
Respecto a esa cocreación, en su presentación durante el evento, habló del tema lingüístico como un elemento que se debería considerar en cada proyecto.
Así es, eso es fundamental. Desde un inicio se debe definir qué es lo que se quiere lograr con una inversión social. Nosotros así lo hicimos y teníamos claro que queríamos trabajar con entidades peruanas que conocen la realidad del país. Por eso mismo, muchos de esos actores hablan quechua, la lengua que se habla en varias comunidades indígenas y campesinas, que son el escenario de la mayoría de nuestras actividades de exploración.
El primer encuentro (con las comunidades) es como el enamoramiento..
Así es, es algo que siempre digo. Si en la primera cita te va mal, muy probablemente la relación no funcione muy bien, y revertir una primera cita mala cuesta un montón. Así que es fundamental que ese primer encuentro con nuestros geólogos, con nuestra gente social sea lo mejor posible y siempre con respeto y transparencia. Es nuestra carta de presentación como BHP.
Cuéntenos un poco sobre los pilares de educación y medio ambiente que vienen desarrollando como parte de esa inversión social
Hemos trabajado algunos proyectos puntuales en educación.
Tenemos el proyecto Enseña Perú, que se ha desarrollado en ciertas comunidades de Arequipa y Huancavelica. Se ha buscado escuelas que específicamente tenían resultados muy por debajo de la media nacional, y luego de algunos años trabajando con ellos es gratificante ver su evolución, no solo académica, sino también socioemocional. Tres de cada cuatro niños de dichas escuelas han mostrado una mejora notoria. También se trabaja con los profesores locales para que, aun cuando termine el proyecto, la idea y enseñanza sean sostenibles. Asimismo, se hace una labor especial para con los padres de familia porque esa relación padres-hijos es casi tan importante como la labor que se hace en las aulas.
Pasando al ámbito agropecuario y del agua, hemos trabajado con Coordinadora Rural, que es otra entidad peruana y que también incorpora gente local, en muchos casos quechuahablantes. Allí abordamos dos cuestiones principalmente. Uno fue el saneamiento de sus animales mediante un proceso de vacunación y desparasitación a más de 200 mil llamas y alpacas, con lo que se logró que la tasa de mortalidad de estas se redujera en un 30 %; además, la calidad de la lana mejoró. El otro fue acercar agua fresca a los hogares de comunidades campesinas. Personas de edad mayor ya no tienen que caminar 200 o 300 metros para conseguirla, el agua ya llega a la puerta de sus hogares.
La focalización de estos trabajos en educación, en Huancavelica y Arequipa, ¿indica que hay trabajos intensos de exploración de BHP en la zona?
Es correcto, pero estamos en varias zonas. Además de Arequipa y Huancavelica, estamos en Cusco y Ayacucho. Tenemos más de 20 proyectos que están en diferentes etapas de exploración y estamos muy esperanzados de que en alguno de ellos aparezca el cobre que tanto buscamos.
¿Podría darnos ahora algunos alcances de cuál es la política de BHP en temas de gobernanza?
Tenemos un equipo de profesionales, especialistas en el tema, quienes han marcado un poco las políticas internas de BHP. Es decir, cómo trabajar con las comunidades de una manera transparente y respetuosa para fortalecer esas relaciones que son tan importantes. Así, tenemos políticas claras: el respeto a las tradiciones y a la forma de organización de las comunidades. E incluso, dentro de lo posible, velar en cómo podemos fortalecer esas gobernanzas.
Para finalizar, quisiéramos conocer tu opinión respecto a la incursión de BHP en el tema de fertilizantes, como parte de su política de diversificación.
Tenemos una cartera de proyectos y activos que van de la mano con esa visión futurista del consumo global. Mencionabas el tema de fertilizantes, y dentro de esa visión de consumo futuro de la humanidad, estamos entrando en un “commodity” que es nuevo para nosotros, que es la potasa, el “potash”, como se conoce en inglés. Hemos efectuado una inversión súper importante en Canadá, donde vamos a tener una de las operaciones más grandes de potasa, que es fundamental para el fertilizante.
Entonces, te diría que hoy por hoy, como empresa, nos hemos enfocado en dos “commodities”: el cobre, por todo lo que comenté anteriormente, y la potasa, con esta inversión que hemos hecho en Canadá. Perú siempre ha sido importante para BHP, creemos en el potencial que tiene este país, queremos ser parte del desarrollo de ese potencial, y hoy por hoy todas las fichas están en el cobre.