Rómulo Mucho

Por: Ing. Rómulo Mucho. 

Nos encontramos ante una disyuntiva, tenemos que contener la propagación del Covid-19 hasta que llegue la cura, tenemos que cumplir estrictamente los protocolos y recomendaciones del gobierno, de los especialistas y por cuidado propio. Muchos peruanos aún no obedecen o no toman con seriedad a esta pandemia que ha llegado al Perú y se propaga por todo el territorio patrio, que nos puede infringir pérdidas humanas y económicas como no lo hemos visto antes. Pese a todos los esfuerzos del gobierno, de los médicos, enfermeras, policías, militares -quienes son unos verdaderos héroes- la situación no mejora. Como es sabido nuestro precario sistema de salud aún antes de la pandemia, tampoco estuvo preparado ante semejante desafío. Se requiere utilizar y adaptar toda la infraestructura de salud no solo del Estado sino de clínicas privadas, hospitales de empresas privadas, testeo a la mayor cantidad de peruanos para sincerar cifras. Al final será necesario la solidaridad mundial para vencer a esta amenaza global.

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De otro lado, la emergencia sanitaria o cuarentena, también nos obliga a paralizar todo (excepto la producción de alimentos y los servicios de salud), un porcentaje de peruanos tiene recursos para resistir, pero la gran mayoría no, esa gran mayoría de peruanos que trabajan tanto en empresas formales que suman como 4.8 millones de peruanos, otros 12.9 millones de peruanos que trabajan de forma independiente compuestos por microempresarios, ambulantes, taxistas, etc. que ya no ven sus ingresos del día a día. Otro dato es que en el Perú tenemos un 20% de pobreza es decir, 6 millones quinientos mil pobres y un millón doscientos mil en pobreza extrema (datos del INEI). Son los números que se tiene que sincerar para saber cuántos peruanos son y que necesitan apoyo del gobierno.

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Organismos multilaterales y nacionales, estiman que esta pandemia va a generar una crisis económica sin precedentes tanto en el Perú como en el mundo. Las proyecciones apuntan que en el Perú tendremos un crecimiento económico en negativo, nuestro déficit fiscal puede llegar a 5%.

Ahora viene la reflexión, que distinto hubiera sido si los proyectos mineros con sus protocolos ambientales se hubieran ejecutado, si los proyectos de irrigación Chavimochic III, Majes-Siguas, Alto Piura y otros, hubieran ya estado produciendo, la construcción de carreteras, puertos, aeropuertos, autopistas, la reconstrucción del Norte hubiesen sido concluidos. Estaríamos con una pobreza quizá del 10% o menor, una extrema pobreza cercana a 0%, una clase media bien consolidada. Estaríamos en mejores condiciones para hacer frente a cualquier pandemia o fenómeno externo que se nos presente.

El anuncio del gobierno de apoyar con un bono para los 3.5 millones de peruanos está bien, inyectar liquidez a las empresas para que no puedan quebrar ni despidan a los trabajadores, hasta con un total de 12% del PBI con el Plan “Reactiva Perú” realmente ha sido espectacular y ha merecido una gran aprobación no solo en el Perú sino en el extranjero.

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Estamos entrando a la segunda semana de abril y desde las grandes a las pequeñas empresas empiezan a preocuparse por las planillas del mes, no existen las reglas claras de apoyo anunciado a las empresas, en todo caso se verán obligados a despedir masivamente a los trabajadores, lo que causaría una gran crisis social sin precedentes. Las actividades económicas que pueden ir reiniciando paulatinamente sus operaciones son la minería, pesca, agro exportación, industria, cumpliendo los estándares y protocolos sanitarios de estricto control y prevención, de lo contrario, viene una crisis social y junto al hambre, a la larga puede ser más letal que el mismo Covid-19.