Ha sido crítico con los desatinos del Ejecutivo. ¿Fueron errores económicos o políticos?
Principalmente, desatinos políticos. Bromas que el público no entiende o el caso de Alfredo Thorne, a quien le pusieron una celada y cuya salida lamentamos.
¿Hubo aciertos?
La reacción ante El Niño. Quizá pudimos estar más preparados, pero valoro que los ministros se pusieran al costado de la gente. Dieron una cara muy humana. Hoy están trabajando en los temas que les corresponden, pero eso da pie a la crítica de que el Gobierno necesita más políticos.
¿Se avanzó con reformas importantes?
La gran reforma era destrabar las inversiones, pero el escándalo Lava Jato paralizó todo. A eso contribuyó también el [ex] contralor [Alarcón], quien seguramente cumplía sus funciones, pero no fue muy constructivo. Me impacta que el Gobierno no actúe más coordinadamente. El contralor es parte del Estado.
También ha faltado coordinación entre el Ejecutivo y el Legislativo.
No estoy de acuerdo con ese cuento de echarle la culpa de todo al Congreso, diciendo que entorpece. Después del primer año, ya tiene que ser tema pasado. Y la bancada del oficialismo no ha estado a la altura de lo que se esperaba. El Ejecutivo tiene que coordinar un poquito más con su bancada.
¿Le preocupa que la presidencia del Congreso sea asumida por Luis Galarreta, uno de los fujimoristas más confrontacionales?
Yo creo que ahí se agarraron de pico a pico, porque Fernando Zavala también estuvo un tanto agresivo con el Congreso. Yo conozco al congresista Galarreta y siempre me ha parecido una persona ponderada. Estoy seguro de que va a cambiar su discurso.
¿Qué podría decir el presidente en su mensaje para reanimar las expectativas?
Lo que dijo al terminar [la última sesión de] el Acuerdo Nacional: que para él fue una frustración lo de Chinchero, que quiere promover las inversiones, que el Perú no puede paralizarse y que, por supuesto, va a haber una mayor coordinación entre el Congreso y el Ejecutivo.
Se vocea un cambio de ministro en Energía y Minas. Como empresario minero, ¿estaría de acuerdo?
He escuchado también ese rumor. La verdad es que el ministro de Energía y Minas ha sido un hombre muy abierto, receptivo. Ha nombrado viceministros técnicos. Yo tengo buena impresión del ministro Tamayo.
¿Qué le preocupa para el segundo año de gobierno?
Hay que insistir en la descentralización, en reducir la informalidad y en combatir la corrupción. En temas más específicos, la industria nacional tiene capacidad ociosa y se podría aprovechar la reconstrucción para dinamizarla. Hay que impulsar los proyectos mineros. En Tía María, hay que avanzar muy rápido con el reservorio de Paltiture. Quellaveco tiene que avanzar. En Cajarmaca, se podría trabajar en forma conjunta Michiquillay, Galeno y, quién sabe, Conga.
¿Cómo ve el 2018?
Mucho más positivo. Con la reconstrucción, las obras para los Panamericanos y la reactivación de la inversión privada y pública, podríamos crecer por encima del 4% o 5%. La economía peruana es mucho más sólida. En 1983, con un El Niño más suave, el PBI cayó 13%. Este año, con un diluvio, todavía crecemos.
Fuente: El Comercio