Los principales productores de combustibles fósiles, entre ellos Arabia Saudita y Rusia, se opusieron el viernes a una propuesta para triplicar la capacidad de energía renovable de los países del G20 para 2030, según tres fuentes.
China, el mayor emisor mundial de dióxido de carbono, así como los exportadores de carbón Sudáfrica e Indonesia, también rechazaron el plan. India, que preside actualmente el grupo, adoptó una postura neutral al respecto, dijeron las fuentes, dos de las cuales asistieron a la reunión del G20.
Otra fue informada de las conversaciones y todas declinaron identificarse, ya que las charlas eran confidenciales. Los ministerios indios de Energía y Asuntos Exteriores no respondieron de inmediato a correos electrónicos enviados por Reuters en busca de comentarios oficiales.
Muchos países del mundo están sufriendo olas de calor que baten récords y que, según los científicos, son consecuencia del cambio climático provocado por la quema de combustibles fósiles.
Los objetivos de energías renovables fueron propuestos por los países del G7 en la reunión de la delegación ministerial del G20 celebrada en Goa (India), basándose en un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), señalaron las dos fuentes que asistieron a la reunión.
Una de ellas afirmó que Rusia y Arabia Saudita se negaron a aceptar objetivos sobre el aumento de la capacidad no fósil o plazos para añadir energías renovables alegando que el gas natural es una parte fundamental de su combinación energética.
El debate sobre la producción de hidrógeno, que muchos países esperan que facilite la transición de los combustibles fósiles, también fue polémico. Algunos miembros pidieron que se adoptara la expresión “hidrógeno bajo en carbono”, en lugar de “hidrógeno verde”, detallaron las fuentes.
Mientras que el hidrógeno verde se produce a partir de energías renovables, el “hidrógeno bajo en carbono” podría incluir el hidrógeno producido a partir de gas, que es menos intensivo en carbono que el carbón.
Los ministros de Energía que representan a los miembros del Grupo de las 20 principales economías, que se reúnen por última vez antes de que los líderes adopten una declaración en Nueva Delhi en septiembre, también discreparon sobre la guerra en Ucrania.
En respuesta al lenguaje usado para describir la guerra, Rusia, que la califica de operación militar especial, planteó por primera vez en una reunión del G20 la cuestión de los ataques al gasoducto Nord Stream, que va de su territorio a Alemania, dijeron los dos funcionarios asistentes al encuentro.
En un debate que comenzó el jueves y terminó en la madrugada del viernes, la Unión Europea y Estados Unidos “buscaron criticar a Rusia” y habían planteado el tema de la inseguridad energética a raíz de la guerra en Ucrania, explicó una de las fuentes.
“Rusia respondió diciendo que los flujos mundiales de petróleo habían cambiado debido a las sanciones impuestas por Occidente, y también buscó una investigación internacional sobre el sabotaje del oleoducto”, manifestó el funcionario.
Las tres fuentes dijeron que la falta de consenso probablemente significaría que la reunión no produciría una declaración conjunta cuando termine el sábado y, en cambio, se publicaría un resumen que expondría los diálogos y desacuerdos más importantes.
Fuente: Reuters