Salud mental

Vivimos tiempos turbulentos: el mercado financiero mundial no pasa por su mejor momento, hay conflictos bélicos que no hacen más que agravarse y, por si la pandemia del Covid-19 que dura ya más de dos años no fuera suficiente, ahora también hay casos de viruela del mono. No hace falta ser un especialista en salud mental para entender que estos problemas sociales se traducen en problemas personales, desde el estrés y la somatización hasta la ansiedad intensa y los pequeños episodios de pánico en respuesta a la inmensa incertidumbre que vivimos.

Cuando los problemas sociales se convierten en psicológicos, es natural que las cuestiones de autocuidado empiecen a abordarse en una esfera más pública. Quizás, por ello, todo lo relacionado con el emprendimiento, las finanzas personales, cómo mantenerse motivado cuando se trabaja desde casa, o mantener los hábitos y la disciplina, están cada vez más en la mesa de los imprescindibles, los temas que merecen nuestra atención.

Mantener la productividad: un desafío

Uno de los grandes gigantes de estos tiempos modernos puede ser el concepto de productividad. Genera culpabilidad en quienes no se sienten suficientemente productivos y es fuente de vanagloria para los que sí lo son. Pero, en realidad, el mantenimiento de los ciclos de productividad varía de una persona a otra.

Para alguien cuyo trabajo es creativo, la productividad probablemente vaya de la mano de mantener los espacios limpios y ordenados y de cumplir con los hábitos para que la musa le encuentre trabajando, no durmiendo. Para un programador, la productividad sería probablemente una función en la que se cruzan el número de horas dedicadas y la cantidad de código escrito.

Lo cierto es que muchas personas confunden el origen de la productividad, pensando que es producto de la motivación cuando, en realidad, se trata de disciplina, hábitos y constancia. Sin embargo, esto puede sonar rígido, más bien aburrido. La clave es el equilibrio: tener momentos de descanso, fuentes de esparcimiento como los amigos, la familia o incluso las sexy kinesiólogas de Lima Metropolitana. Una liberación de endorfinas que nos mantengan activos y nos reconcilien de forma amistosa con la disciplina que necesitamos para alcanzar nuestra máxima productividad.

La importancia del descanso y el ocio para mantenerse productivo

Aunque parezca obvio, somos humanos: no máquinas. No sólo necesitamos dormir para recuperar energía, sino que también necesitamos fuentes de placer y sentirnos felices. Algunas personas tienden a buscar el placer en momentos de exceso, pero sería más prudente poder disfrutar sin caer en momentos autodestructivos. Otros confunden la felicidad con un momento fugaz de euforia. En cambio, es posible disfrutar de forma abierta y accesible, sana y consciente, con concentración y sentido.

Sobre todo si tu trabajo es de alto riesgo o de alta responsabilidad como el de las minas. Es probable que el estrés que experimentas a diario se acumule como una carga sobre tus hombros. Necesitas desahogarte antes de que la olla a presión explote, sea como sea, jugando, divirtiéndote con los amigos o disfrutando de una noche con una de las escorts sexoservidoras de Puerto Vallarta.

Hablar más de placer y felicidad

El placer y la felicidad son similares, pero no son lo mismo. Así que si quisiéramos verlo en términos de neurotransmisores, podríamos asociar el placer con la dopamina y la felicidad con la serotonina.

La dopamina está asociada a los momentos de placer intenso pero de corta duración. Es la que se libera cuando tenemos relaciones íntimas, cuando hemos tomado unas copas o cuando comemos algo delicioso. Junto con las endorfinas, forma un cóctel que nos hace sentir vivos.

La serotonina, en cambio, suele ser menos popular porque la encontramos en tareas que pueden no ser tan agradables mientras las realizamos, pero que nos hacen sentir plenos a largo plazo. Es la verdadera felicidad, la que obtenemos cuando conseguimos un título después de mucho esfuerzo, o cuando logramos un objetivo después de varios meses en el gimnasio.

Tanto la dopamina como la serotonina pueden coexistir. La clave está en un equilibrio saludable, en reconocer cuándo abusamos de una y descuidamos la otra.

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Buscar el placer responsablemente

Para ser francos, uno de los problemas del placer es que parece muy fácil descontrolarse. No sólo porque uno puede excederse, sino porque es fácil dejar que la balanza se desequilibre.

Podemos utilizar un ejemplo para ilustrar este caso. Pensemos en el placer que proporcionan las relaciones sexuales, y en lo mucho que ayudan a liberar tensiones y endorfinas. Pero, ¿cuánto tiempo y energía se necesita para conocer a alguien, iniciar un noviazgo, involucrarse afectivamente y, finalmente, tener un poco de sexo casual? Es mucho tiempo y mucha energía.

Por eso las aplicaciones de citas o encuentros íntimos, como Skokka, se han hecho tan populares.  Además, la idea de contratar los servicios de una trola escort de Buenos Aires es cada vez menos tabú. Sin duda, contactar con un especialista en placer es una buena opción, en lugar de fantasear con una persona que pueda tener expectativas afectivas.

Encontrar la felicidad en los pequeños momentos

Si, por el contrario, la idea de salir con un acompañante sobrepasa tus límites, es posible que salir con los amigos para compartir un rato entre copas sea mejor que aislarse en casa con las zapatillas para ver series. No es que quedarse en casa sea algo malo en sí mismo: se trata de no abusar de los hábitos huraños. Socializar es importante, aunque a veces sea un poco pesado.

Si, por el contrario, la idea de salir con un acompañante sobrepasa tus límites, es posible que salir con los amigos para compartir un rato entre copas sea mejor que aislarse en casa con el pijama para ver series. No es que quedarse en casa sea algo malo en sí mismo: se trata de no abusar de los hábitos huraños. Socializar es importante, aunque a veces sea un poco pesado.

Otro ejemplo importante es el ejercicio. Es vital mantener el cuerpo activo y ejercitado. Al menos tres veces a la semana, y durante al menos 40 minutos, practica algún hábito, ya sea un deporte, como la natación, o levantar pesas en el gimnasio, o hacer algo de cardio en el parque.