Ing. Yolanda Andía, Gerente de Producción y Distribución Primaria de Sedapal

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Dio a conocer que la población está llamada a tomar conciencia para realizar buenas prácticas de consumo que nos permita preservar el recurso.

Con el aumento de la temperatura atmosférica, la población de Lima y Callao incrementa su consumo de agua potable. Para garantizar el suministro de este valioso recurso en la capital y el primer puerto, Sedapal exhortó a sus usuarios a cuidarlo y usarlo de manera responsable ante la llegada del verano.

“Sedapal trabaja las 24 horas del día para potabilizar el agua. Nosotros garantizamos el suministro, pero necesitamos que la población nos ayude cuidándola y usando solo lo que necesita”, enfatizó la Gerente de Producción y Distribución Primaria de Sedapal, Ing. Yolanda Andía Cárdenas.

El agua potable es un recurso finito que nace en las montañas y, antes de ser distribuido a los hogares, pasa por un complejo proceso de potabilización de más de 18 horas, que transforma el agua captada del río Rímac en el agua transparente y apta para el consumo, que sale por los grifos de las casas. Por ello, resulta importante que la ciudadanía tome conciencia sobre este tema y mejore sus hábitos y usos.

“Debemos tomar duchas cortas, de 5 minutos; cepillarnos los dientes con un vaso; cerrar el caño cuando no utilizamos el agua, lavar los utensilios y verduras en un recipiente; reutilizar el agua de la lavadora y no llenar piscinas”, explicó la especialista.

Recomendó además revisar las conexiones domiciliarias cada seis meses y hacer el cambio de los grifos y accesorios para evitar fugas, sobre todo en los inodoros. De esta forma, no solo contribuirán con el cuidado del agua potable, sino también reducirán su consumo y ahorrarán dinero.

Con la llegada de la temporada de lluvias, las reservas empiezan a llenarse. La empresa dio inicio al represamiento de las precipitaciones en sus lagunas, ubicadas sobre los 4500 m. s. n. m, en la sierra de Lima. Acción que garantiza el abastecimiento del servicio durante la temporada seca del próximo año, entre mayo y noviembre de 2020.

“En la bocatoma, donde se capta el agua del río Rímac, ya vemos el cambio de las características del agua, no solo en el color, sino también el aumento de basura y residuos sólidos que trae”, detalló la gerenta.

Andía precisó que, durante los meses lluviosos, en La Atarjea se puede recolectar hasta 30 toneladas de basura por día, entre troncos de árboles, plásticos, envases de diferentes productos, cartones, cajas y hasta restos de animales.

“No podemos aceptar que el río Rímac, principal fuente de abastecimiento de agua de Lima y Callao, sea un transportador de basura, porque de esa agua vivimos. Insto a la población a cuidar el río, a valorar y no arrojar residuos en él”, concluyó la ingeniera.