El ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura, fue elegido como el tercer mejor ministro de Hacienda de la región en el ránking elaborado por AméricaEconomía Intelligence.
Alonso Segura, que debuta en este ránking dado que solo ocupa el cargo desde setiembre del 2014, aparece detrás de Dulvidio de la Guardia, de Panamá -que lidera el ránking- y de Mauricio Cárdenas, de Colombia.
El ránking evalúa el desempeño de los ministros de Finanzas o Hacienda de 18 países de América Latina y el Caribe, con por lo menos tres meses de gestión 2014. La evaluación se realiza analizando, por un lado, los resultados macroeconómicos (20% de ponderación en el índice final) como el ahorro nacional bruto como porcentaje del PBI, el crecimiento del PBI, la inflación y la deuda pública como porcentaje del PBI.
El 80% del índice proviene de una encuesta entre economistas latinoamericanos y lectores de los 18 países en medición, desde comienzos de noviembre hasta la primera semana de diciembre de 2014.
A ambos grupos se les pidió que evaluaran de 1 (muy malo) a 5 (muy bueno) el desempeño de los ministros en materia de estabilización macroeconómica, políticas de desarrollo, fortalecimiento institucional, atributos personales y desempeño en general.
El ministro Alonso Segura alcanzó su mejor puntaje precisamente en la evaluación de su desempeño general (3,8 puntos) y el peor resultado lo obtuvo en el rubr ode estabilización económica, que considera la estabilidad de los indicadores macroeconómicos del país y el manejo racional del gasto y endeudamiento públicos.
En el perfil de Alonso Segura, AméricaEconomía Intelligence califica que su tendencia económica es de centro.
Como se recuerda, su antecesor Luis Miguel Castilla ocupó el primer puesto del ránking de ministros de Hacienda de AméricaEconomía Intelligence correspondiente al 2012. En la evaluación del 2013, Castilla llegó al tercer lugar -la misma posición actual de Segura-, detrás de Luis Videgaray, de México y Felipe Larraín, de Chile.
El reconocimiento internacional a Segura llega en un momento en que sus propuestas de cambios laborales -como la llamada Ley Pulpín- han caído en saco roto y ahora, incluso, son criticadas por la propia bancada oficialista y otros ministerios, como es el caso de la ley que busca facilitar los ceses colectivos.
El Comercio