Alberto Barandiarán, presidente ejecutivo del Senace

El Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) interviene en proyectos de minería, hidrocarburos, electricidad, transportes, agricultura y residuos sólidos. La evaluación que efectúa es para generar inversiones sostenibles.

¿Cómo ha evolucionado el rol del Senace en la evaluación de los estudios de impacto ambiental?

–El Senace pasó por un cambio de modelo en la gestión ambiental, específicamente en los estudios de impacto ambiental (EIA) detallados, los cuales se elaboran para los proyectos de inversión más complejos del país.

El Senace, desde que entró en funciones en diciembre del 2015, ha recibido la transferencia de funciones de los subsectores de minería, hidrocarburos, electricidad, transportes, agricultura y residuos sólidos.

Ahora el reto es consolidar el nuevo modelo de gestión ambiental que tiene dos grandes aspectos: la solidez técnica de los procesos de evaluación a cargo del Senace y generar confianza sobre los procedimientos que aprobamos.

–¿Qué otros sectores se incorporarán a las evaluaciones del Senace?

–Estamos en proceso de transferencia de otros cuatro subsectores: industria, pesca, construcción y saneamiento.

Hay comisiones de transferencia para estos temas y ya se deben estar cerrando algunos aspectos vinculados con los recursos presupuestales, traslado de información y el nivel de madurez de su marco normativo.

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– Luego de la aprobación de los estudios de impacto ambiental, ¿Senace puede monitorear el cumplimiento de lo establecido en dichos informes?

–La evaluación que hacemos es para generar inversiones sostenibles en el tiempo, y no solo hablamos desde el punto de vista ambiental, sino también del ámbito social y otros aspectos.

En el tema de medir la eficacia o la eficiencia de las medidas contenidas en los instrumentos participa otra entidad, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), que supervisa estos proyectos y, evidentemente, puede identificar la necesidad de mejorar las medidas contenidas en los instrumentos aprobados por Senace, por lo cual los titulares de los proyectos tendrían que hacer cambios o ajustes a sus EIA.

–Una buena gestión ambiental podría ser beneficiosa para las empresas, mejorando su productividad y consiguiendo financiamiento más barato. No obstante ello, ¿percibe mayor concienciación del tema ambiental en el país?

–Sí, claro. Pero una cosa es el cumplimiento obligatorio de las normas ambientales, las cuales tenemos a nuestro cargo.

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Sobre ese mínimo, las empresas pueden ir más allá y tomar de manera voluntaria medidas más estrictas o más integradoras.

Y quizá desde ahí tener una mejor imagen proyectada y luego mejores retornos en sus inversiones al momento de colocar sus productos en los mercados internacionales, e inclusive los nacionales.

–¿Cuántos estudios de impacto ambiental fueron aprobados por Senace desde su creación?

–Desde enero del 2016 hasta noviembre del 2019 el Senace aprobó 39 estudios de impacto ambiental (EIA) o modificaciones de EIA, los cuales involucran una inversión total de 11,303 millones de dólares.

–¿Cuáles son los subsectores que abarcan esos estudios de impacto ambiental?

–De los 39 proyectos involucrados, 20 están relacionados con la actividad minera, 12 con el sector electricidad, seis con la industria de hidrocarburos y uno con la infraestructura de transporte.

Proyectos más grandes

El proyecto de mayor inversión en el ámbito minero, con EIA aprobado, es Yanacocha (Cajamarca), que representa inversiones por 2,100 millones de dólares. En dicho sector también destacan los EIA de Mina Justa (Ica), por 1,348.4 millones de dólares, y de Cerro Verde (Arequipa), por 1,900 millones de dólares.

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En cuanto a la actividad de hidrocarburos los principales EIA aprobados corresponden al proyecto de desarrollo del Lote 58 (Cusco), que considera inversiones por 1,933 millones de dólares, y del Desarrollo del Campo Petrolero Bretaña Norte Lote 95 (Loreto) por 367 millones de dólares.

Además, está el EIA de la Línea de Conducción de Gas desde la Locación Cashiriari 1 a la Planta de Gas Malvinas (Cusco) por 120 millones de dólares.

El sector transportes tiene solo el EIA de la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (Callao), que involucra una inversión de 1,200 millones de dólares.

En el rubro de electricidad, los principales EIA aprobados corresponden a las centrales hidroeléctricas de Lluclla y Lluta (Arequipa) por 695.2 millones de dólares, y la Línea de Transmisión 220 kV Machupicchu-Quencoro-Onocoro-Tintaya y subestaciones asociadas (Cusco) por 135.5 millones de dólares.

Cabe mencionar que el Senace es un organismo público técnico especializado adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam).

Su principal tarea consiste en revisar y aprobar los estudios de impacto ambiental de los proyectos de inversión de mayor envergadura en los sectores energía y minas, transporte, agricultura y residuos sólidos.

Fuente: El Peruano