Pablo de la Flor, director ejecutivo del gremio, aseveró que más de 3.000 trabajadores han perdido sus puestos de trabajo porque el lote 192, ubicado en la zona de producción, no está operando
El 8 de febrero último, el Gobierno declaró en estado de emergencia las localidades de Santa Rosa y Chapis, en el distrito de Manseriche (Loreto), debido al peligro de contaminación existente en la zona a raíz de un derrame en el Oleoducto Norperuano, sistema de transporte de hidrocarburos de la selva norte y selva central.
Pablo De La Flor, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), manifestó la preocupación de la industria por la situación actual del oleoducto, pues las operaciones se encuentran paralizadas y las pérdidas económicas por día son millonarias.
“Esto tiene repercusiones muy negativas para el Gobierno Regional porque son recursos de canon que no se van a recibir. Se calculan aproximadamente en US$1 millón de pérdidas por día. En total, serían casi US$90 millones perdidos si nos atenemos a ese cálculo (hasta el momento)”, detalló De La Flor durante el Seminario de Minería y Energía de ComexPerú.
El ejecutivo remarcó que una comunidad descontenta con los resultados de las elecciones municipales en la zona ha sido la responsable de romper el ducto de transporte petrolero y ha impedido su reparación.
En ese sentido, consideró que es importante que el Estado actúe para garantizar el Estado de derecho en la zona.
“Se ha declarado un estado de emergencia, que hace referencia explícitamente a la emergencia ambiental que se ha generado por el derrame de crudo. Pero más allá de ello, lo que necesitamos es que se restablezca el Estado de derecho, porque los trabajadores de PetroPerú no pueden entrar a hacer las reparaciones que necesitan”.
Como se recuerda, las actividades en el lote 192, el campo petrolero más grande del país que se ubica en la red del oleoducto, llevan más de 70 días paralizadas.
El oleoducto de 1.100 kilómetros, que transporta crudo desde la selva norte hasta la refinería de PetroPerú en la costa del Pacífico, ha sufrido decenas de ataques desde que comenzó a operar cuatro décadas atrás.
De La Flor remarcó que más de 3.000 trabajadores han perdido sus puestos de trabajo porque el lote no está produciendo. La canadiense Frontera Energy, que opera el lote petrolero, ha mencionado con anterioridad que se están dejando de producir 12.000 barriles al día.
“Lejos de resolverse el problema (en el Oleoducto Norperuano) se ha agravado, porque los operadores del lote 192 han tenido que paralizar sus operaciones. Este es el tipo de situaciones que no podemos permitir; necesitamos que el Estado haga respetar las leyes”, puntualizó.
Fuente: El Comercio