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El jueves 24 de agosto de 2023 quedó marcado como el día en el que el operador de la central nuclear de Fukushima Daiichi en Japón, destruida por un terremoto y un tsunami el 11 de marzo de 2011, ha comenzado a liberar su primer lote de agua radiactiva tratada en el Océano Pacífico.

En un video en vivo reportado desde una sala de control de la planta el jueves, Tokyo Electric Power Company Holdings (Tepoc) mostró a un miembro del personal encendiendo una bomba de agua de mar, marcando el comienzo del controvertido proyecto que se espera que dure décadas, reportó la cadena CNBC.

Como era de esperarse, hay llamados de atención de grupos ambientalistas y, especialmente, de los grupos de pescadores japoneses que se han opuesto al plan por temor a un mayor daño a la reputación de sus productos del mar.

De hecho, el Gobierno vecino de China anunció de inmediato una prohibición para el consumo de peces importados desde Japón para evitar las implicaciones a la salud que aquellos puedan tener en la salud de sus ciudadanos.

Sin embargo, el Gobierno japonés y Tepco dicen que el agua debe liberarse para dejar espacio al desmantelamiento de la planta y evitar fugas accidentales de radiación.

Agregan que el tratamiento y la dilución harán que las aguas residuales sean más seguras que los estándares internacionales y su impacto ambiental será insignificante, dijo un reporte de CNBC.

Pero científicos internacionales advierten que es necesario prestar atención al impacto a largo plazo de la radiactividad en dosis bajas que permanece en el agua de la región.

La liberación de agua marca un hito en la batalla de la planta contra una reserva de agua radiactiva en constante crecimiento que, según la empresa administradora y el Gobierno de Japón, ha obstaculizado la difícil tarea de eliminar los desechos fundidos fatalmente tóxicos de los reactores.

La bomba de agua activada el jueves por la tarde enviaría el primer lote de agua tratada diluida desde una piscina de mezcla a una piscina secundaria, donde luego el agua se descarga al océano a través de un túnel submarino.

El agua se recoge y se recicla en parte como agua de refrigeración después del tratamiento, y el resto se almacena en unos 1.000 tanques, que ya están llenos al 98 % de su capacidad de 1,37 millones de toneladas.

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Esos tanques, que cubren gran parte del complejo de la planta, deben liberarse para construir las nuevas instalaciones necesarias para el proceso de desmantelamiento, dijeron los funcionarios.

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo que es indispensable y no puede posponerse la operación de bombeo de agua. Señaló que una eliminación experimental de una pequeña cantidad de escombros derretidos del reactor número 2 está programada para finales de este año utilizando un brazo robótico gigante controlado a distancia.

El ejecutivo de Tepco, Junichi Matsumoto, dijo que la liberación del jueves debía comenzar con el agua menos radiactiva para garantizar la seguridad.

La preparación final para la liberación comenzó el martes, cuando solo se envió una tonelada de agua tratada desde un tanque para diluirla con 1.200 toneladas de agua de mar, y la mezcla se mantuvo en la piscina primaria durante dos días para el muestreo final para garantizar la seguridad, dijo Matsumoto. Un lote de 460 toneladas debía ser enviado el jueves a la piscina de mezcla para su descarga real.

Pero las pesquerías, el turismo y la economía de Fukushima, que aún se están recuperando del desastre, temen que la liberación pueda ser el comienzo de una nueva dificultad.

La captura actual de peces de Fukushima es solo una quinta parte del nivel anterior al desastre, en parte debido a una disminución de la población pesquera.

China ha intensificado las pruebas de radiación sobre productos japoneses de Fukushima y otras nueve prefecturas, deteniendo las exportaciones en la aduana durante semanas, dijeron funcionarios de la Agencia de Pesca.

Tour virtual de Tepco al interior de Fukushima.

Implicaciones políticas: lo que dice China

Desde la Embajada de China en Colombia fue enviada una comunicación oficial de ese Gobierno sobre el vertimiento al océano pacífico de aguas radioactivas tratadas desde la central nuclear de Fukushima.

El documento advierte que “haciendo caso omiso de las fuertes preocupaciones y la firme oposición de la comunidad internacional, el Gobierno japonés anunció la decisión de empezar a verter al océano el agua contaminada por la energía nuclear de Fukushima a partir del 24 de agosto”.

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Esto es extremadamente egoísta e irresponsable -dijo el Gobierno de China- ya que el vertido extenderá los riesgos de la contaminación nuclear al resto del mundo, y al hacerlo, Japón está poniendo sus intereses egoístas por encima del bienestar a largo plazo de toda la humanidad”.

Y agregó que China está seriamente preocupada y se opone firmemente a ello. Durante los últimos dos años y más, la legitimidad, legalidad y seguridad del plan japonés de vertidos al océano han sido cuestionados una y otra vez por la comunidad internacional.

Adicionalmente, el documento publicado por la Embajada de China en Bogotá indicó que “Japón aún no ha abordado las principales preocupaciones internacionales, como la fiabilidad a largo plazo de la instalación de depuración, la autenticidad y exactitud de los datos sobre el agua contaminada con material nuclear y la eficacia del dispositivo de vigilancia”.

China y otras partes interesadas han señalado en múltiples ocasiones que, si el agua contaminada por las centrales nucleares de Fukushima fuera realmente segura, “Japón no tendría que verterla al mar, y desde luego no debería hacerlo si no lo fuera”.

El documento chino va más allá y advierte que Japón “ha intentado crear la impresión de que el vertido al océano es seguro e inofensivo. Incluso ha lanzado acusaciones infundadas contra los países vecinos que han expresado preocupaciones legítimas. Todo ello ha causado indignación entre la población de los países vecinos y de Japón“.

“El océano sustenta a la humanidad. No es una cloaca para el agua contaminada con energía nuclear de Japón. China insta encarecidamente a Japón a que cancele el plan de vertido al océano, se comunique con los países vecinos con sinceridad y buena voluntad, trate el agua contaminada de forma responsable y acepte una rigurosa supervisión internacional”, advirtió el Gobierno desde Beijing.

Y terminó anunciando que “China tomará todas las medidas necesarias para proteger el medio marino, garantizar la seguridad alimentaria y salvaguardar la vida y la salud de las personas”.

¿Cómo fue el accidente nuclear de Fukushima en Japón?

*Esta última parte del texto fue escrita completamente por la inteligencia artificial de Bing

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Desastre de Fukushima en 2011. Foto: Suffolk University

El 11 de marzo de 2011, un accidente nuclear ocurrió en la central nuclear de Fukushima Daiichi en Ōkuma, Fukushima, Japón. La causa inmediata del desastre fue el terremoto y tsunami de Tōhoku, que sigue siendo el terremoto más poderoso jamás registrado en Japón.

El terremoto desencadenó un tsunami poderoso, con olas de 13 a 14 metros de altura que dañaron los generadores diesel de emergencia de la central nuclear, lo que provocó una pérdida de energía eléctrica.

El resultado fue el accidente nuclear más grave desde el desastre de Chernobyl, Ucrania, en 1986, clasificado como nivel siete en la Escala Internacional de Eventos Nucleares (INES) después de haber sido clasificado inicialmente como nivel cinco.

Al detectar el terremoto, los reactores activos cerraron automáticamente sus reacciones de fisión generadoras de energía normal. Debido a estos cierres y otros problemas de suministro de la red eléctrica, falló el suministro eléctrico de los reactores y sus generadores diesel de emergencia se iniciaron automáticamente.

Críticamente, estos eran necesarios para proporcionar energía eléctrica a las bombas que circulaban refrigerante a través de los núcleos de los reactores. Esta circulación continua era vital para eliminar el calor residual de descomposición, que sigue produciéndose después de que la fisión haya cesado.

Sin embargo, el terremoto también generó un tsunami de 14 metros (46 pies) de altura que llegó poco después. Se desbordó sobre el muro del mar de la planta y luego inundó las partes inferiores de los edificios del reactor en las unidades 1-4.

Esta inundación provocó la falla de los generadores de emergencia y la pérdida de energía para las bombas circulantes.

La pérdida resultante del enfriamiento del núcleo del reactor llevó a tres fusiones nucleares, tres explosiones de hidrógeno y la liberación de contaminación radiactiva en las Unidades 1, 2 y 3 entre el 12 y el 15 de marzo.

Este fue un evento trágico y devastador que tuvo un impacto duradero en la región y en todo el mundo.

Fuente: Valora Analitik