ProActivo | Víctor Gobitz, CEO de Antamina, estuvo en el CRU World Copper Conference 2022 en Santiago de Chile. El empresario brindó sus impresiones sobre los análisis de expertos en materia financiera y operativa relacionada al cobre. Aquí la entrevista con ProActivo.
¿Cuál ha sido el escenario del cobre que se ha podido ver en el Congreso Mundial del cobre realizado de manera presencial en Santiago de Chile?
Hay varias conclusiones y empiezo con las más positivas. Está claro que el precio del cobre va a tener una tendencia muy positiva, básicamente, porque el mundo está yendo a un consumo que evite los combustibles fósiles.
Ese es un tema que se ha tratado en extenso y cómo la industria, a su vez, se prepara para descarbonizar y bajar los consumos de diésel en los procesos productivos. Otro hecho destacable del Congreso ha sido la relevancia que tiene el ESG, los temas ambientales, los temas sociales y los temas de gobernanza.
Un tercer punto de atención, para Perú y para Chile, es el tema de la jurisdicción. La estabilidad jurídica, la estabilidad tributaria y la claridad. La certidumbre es clave si queremos ver en nuestros países inversiones importantes; si queremos que ese portafolio de proyectos de cobre, se desarrolle.
Bajo estos criterios ¿Cómo ve el escenario para Perú?
Coincidentemente, hace pocos días, fue público el reporte del Fondo Monetario Internacional, que hizo una evaluación del sistema tributario peruano y lo comparó con el chileno y se confirma lo que decíamos y lo que se afirmaba: que el sistema tributario peruano tiene el impuesto a la renta, tiene el impuesto a los ingresos, a las regalías, y tiene un impuesto a las mayores ganancias cuando los precios de los metales suben, que es el caso actual que estamos viviendo.
El propio Fondo Monetario Internacional dice que ese sistema es muy completo, que hay muy poco espacio para pensar en un incremento y que, si consideramos -como corresponde- la participación de utilidades que tienen los trabajadores del sector minero, el sistema tributario peruano, es mucho más alto en pago de impuestos en comparación a Chile.
Eso es muy relevante, porque nos pone primero, con una primera conclusión: Siempre afirmamos eso, que teníamos en Perú un sistema bastante completo en general, de impuestos a la minería y que es un sistema que pone más esfuerzo cuando los precios mejoran. Por lo tanto, no es regresivo.
Un impuesto a las ventas, una regalía es regresivo porque cual fuera el precio, va a golpear a los negocios menos rentables.
En el caso del Perú, a diferencia de Chile, tenemos una industria subterránea muy significativa que da empleo de manera importante.
En resumen, creo que es algo a destacar. Esperamos que ahora, la discusión, más que incrementar la tasa impositiva para la minería peruana, se ponga en el lado correcto que es: Cómo hacemos como país para que esos excedentes importantes que recibirá el erario nacional como consecuencia del sistema tributario peruano -que podría ser un poco más de tres veces, respecto al año 2019, lo que va a recaudar el Estado del sector minero- nos permitan reducir brechas sociales. La discusión debiera ser ¿Cómo hacemos para que esos excedentes nos permitan reducir brechas sociales en el entorno donde se desarrollan las minas, donde hay proyectos mineros; y logramos crear un círculo virtuoso?
Es más o menos en planteamiento que ha hecho ayer la ministra de minería de Chile
Lo que he entendido al escucharla es que, como Gobierno, ellos no van a promover la nacionalización de la industria minera y que van a estudiar el tema tributario, tratando de evitar que Chile pierda competitividad.
Eso es importante y es válido para todos los países mineros. Es decir, nosotros competimos, en el buen sentido de la palabra, en atraer capitales, y los capitales que se requieren para desarrollar nuestro portafolio de proyectos, requiere inversión extranjera y eso es clave. Hay que ser conscientes de que es muy fácil legislar y subir los impuestos, pero ponen en riesgo la posibilidad de crecimiento del país.