Un panorama global sobre el mercado minero y sus particularidades brindó el director y CEO de Rio Alto Mining Víctor Góbitz. ProActivo presenta un informe al respecto.
El empresario brindó un panorama global sobre la minería, con sus tendencias en la oferta y demanda; y habló sobre la inversión en exploraciones en la coyuntura que afrontan las junior en el país, al intervenir en los “Jueves Mineros”.
Reconoció que en los últimos 30 años la situación minera en el país cambió positivamente, pues en los 80 la única empresa global era Southern.
En otro aspecto, resaltó el notable ratio de urbanización y crecimiento del PBI de India, China, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos. En tal sentido destacó la gran demanda de metales en el mundo por el paso al urbanismo de numerosa población rural de China e India, situación que según resaltó, deben aprovechar países con potencial minero como Perú.
Por ello reiteró que en el largo plazo hay confianza en los precios de los commodities, más allá de la situación financiera de Europa y Estados Unidos.
JUNIORS Y CRITICA SITUACIÓN EN PERÚ
Refirió que para un proyecto de exploración minera se requieren dos tipos de licencias: de orden local, las licencias sociales; y las administrativas, que se gestionan ante el Ministerio de Energía y Minas y otros organismos afines.
Indicó que si bien en lo administrativo, las reglas son claras, tales cómo reportar un modelo cuantitativo, bajo qué criterio, si es recurso o reserva, recurso medido, indicado o inferido; el problema surge cuando la empresa ingresa al tema social, que involucra a la comunidad. “Lamentablemente no contamos con un nivel de precisión y tiene que ver con los estudios de impacto ambiental y la carencia de una definición objetiva de las áreas de influencia directa e indirecta de un proyecto”, precisó.
Reconoció que si bien se tiene un proceso bien regulado que cuenta con un TUPA, para sacar permisos de exploración, el tema social no está bien delimitado, “no tenemos un sistema objetivo para definirlo, lo cual trae consigo el retraso de las exploraciones mineras”.
Gobitz señaló que en la actualidad la situación es más crítica para las mineras junior, por causas financieras; aunque también las empresas productoras enfrentan un escenario poco claro y poco predecible en sus actividades.
En el ámbito nacional, lamentó que siendo un proceso importante para una comunidad alto andina el desarrollo de un proyecto minero, sus decisiones sean a mano alzada en asamblea comunal que no garantiza ser un acto democrático. “Pocos líderes terminan tomando la decisión, lo que hace que presentar el proyecto y obtener la aprobación de compra de terrenos o permisos -fundamentales para desarrollarlo- termina siendo un tema difícil e impredecible”.
Con relación al tema fiscal, consideró que no hay un mecanismo ágil de recuperación del IGV ni incentivos tributarios para las junior, como ocurre en Canadá, donde se puede diferir o reducir el pago del Impuesto a la Renta.