ProActivo | La minería del Perú se encuentra en una situación excepcionalmente positiva ante el alza de los precios de los metales, sobre todo de los metales principales que produce el país, como son el cobre y el oro, afirmó el presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú – IIMP, Víctor Gobitz.

“En el Perú, el cobre y el oro representan casi el 80% del PBI minero, los demás metales -plata, plomo, zinc, estaño- marcan la minoría”, agregó al intervenir en el recinte XIII Congreso Nacional de Minería – CONAMIN, y al abordar el tema ¿Cómo retomar la senda del crecimiento y desarrollo?

Este 2021 es un año de recuperación

Señaló que la industria minera nacional en general en el 2020 registró más de dos meses de pérdida de producción ante la paralización exigida, y que fuimos una excepción en el mundo, ya que en el resto de países mineros la minería no paró.

“El caso de Australia fue mucho más evidente, desde el primer día de la pandemia declararon a la industria minera como esencial, por lo tanto, se puso todo el esfuerzo para que no se detenga, eso nos ha faltado, es una lección aprendida”, añadió.

Sin embargo, afirmó que este 2021 es un año de la recuperación, pese a la continuidad de la pandemia, y que para cuyos efectos la actividad cuenta con un nuevo protocolo sanitario.  “En la minería estamos haciendo esfuerzos y ya se ven niveles de producción similares al 2919, pero con la ventaja de mejores precios en los metales, eso es muy bueno para el país porque habrá mayor recaudación, mayor empleo, reinversión”, aseguró.

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Gobierno debe facilitar mayor  desarrollo de proyectos mineros

Anotó que para este 2021 el nivel de inversiones es aún pequeño- si se compara con la cifra de años anteriores- y está en US$ 3,600 millones, siendo los principales proyectos: Yanacocha sulfurosMina JustaToromocho y Quellaveco.

“Pero para más adelante, bajo el nivel de precios de los metales que tenemos, el Estado, el gobierno debería preocuparse de facilitar, por ejemplo, las oportunidades de apoyar proyectos de expansión minera y de los greenfield.

“Es positivo desarrollar un greenfield como Quellaveco, pero nos quedamos cortos en este rubro (ante la frustración) de Tía María, por lo que debería hacerse un esfuerzo significativo para desarrollar este tipo de proyectos”, consideró. 

Asimismo, destacó el desarrollo de Toromocho y de Yanacocha sulfuros, que son expansiones sobre su huella operativa, pero que hay otras iniciativas similares. 

“Y dado el escenario de precios, (las autoridades) podían poner el esfuerzo adecuado para simplificar los trámites ante el Ministerio de Energía y Minas y sus pares, Ministerio del Ambiente, Ministerio de Cultura, Ministerio de Agricultura y Ministerio de Salud”, demandó.

Acotó que esa situación es muy perniciosa, porque si algo queda claro es que el tiempo juega en contra, y todo lo que hagamos para agilizar trámites sin cambiar los estándares, “tiene que ser puesto en la agenda de crecimiento minero de los próximos años”.

Exploraciones mineras

Aseguró que, en materia de exploraciones mineras, se ha perdido el paso por causa de una normatividad ambiental que hace que esta actividad sea entendida por las comunidades casi como un proyecto minero.

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“Se le ha puesto tal nivel de exigencias y de expectativas a las exploraciones, que lo convierte en una inversión de mucho más alto riesgo, lo cual pone en peligro el desarrollo a largo plazo de la industria minera”, lamentó.

Crisis sanitaria requiere planificación público-privada

“Se debería lograr una planificación público-privada, que sería la solución para ir revirtiendo la crisis sanitaria, sino esta se podría ir hasta el 2022 o 2023 y eso es muy malo para la población y la economía del país”, advirtió.

En tal sentido, precisó que en los últimos dos años ha habido esfuerzos tras ese objetivo, de buscar consensos, impulsados por Rimay y la Comisión para el desarrollo minero sostenible. “Son dos esfuerzos muy plurales en pensamientos, con participación de empresas mineras, el Estado, clero, sociedad civil, universidades y ONG”.

“(En esos espacios) han surgido posiciones ideológicas, pero si se logra encontrar una línea en que todos admitan que la industria minera es clave para el desarrollo sostenible del país y que por lo tanto se requiere de una política de desarrollo minero, sería un avance”, estimó.

Subrayó que no puede ser que las políticas mineras se sondeen todos los años o cada cinco años, y que se vea que cada candidato presidencial tenga una idea distinta sobre el tema de la tributación y el desarrollo de los proyectos mineros.

Portafolio de US$ 60 mil millones requiere  infraestructura pública

Dijo que el portafolio de 45 a 60 mil millones de dólares que tiene el Perú está descentralizado, y que por eso requiere de una mayor infraestructura pública que aún no tenemos.

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“La industria minera por su cuenta desarrolla líneas de energía. En el Perú, el Sistema Integrado de Energía del cual gozamos hace 20 años, es consecuencia de la inversión minera, que ha generado un sistema energético de calidad”, puntualizó.

En ese orden, refirió que con el apoyo del Estado se puede hacer mucho más en energía, igual con el agua industrial, el represamiento de agua para usos de agricultura, carreteras y puertos “que es parte del desarrollo minero, por ser una industria de exportación con un efecto de encadenamiento en otras actividades, como la agroindustria, industria textil y la forestal”.

Minería aurífera informal se legalizará si aumenta su productividad

Precisó que, según el BCR, la producción de oro no formal es de 1.5 a 2 millones de onzas al año, cifra muy significativa, “y de lo que se infiere que estarían empleando entre 400 a 500 mil personas”.

Sostuvo que tal situación requiere de una urgente formalización de esa actividad, lo que puede lograrse si los actores comprenden que tendrían mayor productividad.  “El minero informal no se da cuenta que su proceso de trabajo está plagado de ineficiencias. Desde la compra de explosivos en el mercado negro, de equipamientos con sobrecostos, sin acceso a la banca -lo que hace que tengan un costo de capital muy alto- y más los errores en sus valorizaciones finales”, señalo tras subrayar que esa una oportunidad para los gremios profesionales como el Colegio de Ingenieros.