ProActivo | Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), habló sobre la rentabilidad social, un concepto poco claro y del que pidió tome en cuenta asuntos como la educación y salud pública de calidad.
En la interrogante sobre lo que es la rentabilidad social, hay consenso en que la ciudadanía tiene grandes demandas, las mismas cuyas soluciones están en brindar servicios de calidad, como la educación y la salud, pero hay grandes discrepancias de que la solución radica en la transferencia de fondos o los subsidios.
“Transferir dinero, crear peajes, incrementar los impuestos, no necesariamente va a reducir la línea de pobreza que es el desafío del Perú”, afirmo Gobitz en declaraciones recogidas por ProActivo, en el marco del Webcast Minero: Rentabilidad Social en la Industria Minera, organizado por la Cámara de Comercio Peruano Chilena.
Minería genera rentabilidad R4
Afirmó que la industria minera ostenta una suerte de rentabilidad social R4, por el encadenamiento económico productivo que genera en las zonas donde desarrolla sus proyectos.
“La industria minera se concatena con el transporte, la construcción, la metal mecánica y energía, de la cual es su mayor consumidor y ha permitido tener un sistema energético integrado en el país. También involucra servicios, productos químicos y textiles, entre otros rubros”, declaró.
Destacó que, según un estudio de la Universidad San Martín de Porres -usando la tabla de insumo y producto-, entre el 2020 – 2021, la minería compró a proveedores locales alrededor de 10 mil millones de dólares.
“Y hacia el 2031, si comenzamos a desarrollar el portafolio minero en cartera, esas operaciones podrían llegar a casi 24 mil millones de dólares”, estimó.
Gestión pública
Refirió que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha desarrollado una herramienta para medir la eficiencia del uso de la inversión en la gestión pública, y que en el primer ranking de medición aparecen primeros Chile y Panamá.
“Más abajo, están Nicaragua, Honduras, República Dominicana, Guatemala. Y después aparece Perú junto con Brasil, Uruguay, Argentina y El Salvador. Lo cual nos da una idea, que transferir fondos es necesario, pero no suficiente, si es que carecemos de una gestión pública de calidad”, consideró.
Anotó que los fondos generados en los últimos 20 años por la minería no se han traducido en el impacto socioeconómico que se esperaba, debido a una gestión pública ineficiente “problema a resolver que es un gran desafío”.
“Los excedentes sin usar, acumulados por canon minero y regalía minera en el 2016 fueron de 1100 millones de soles y al 2020, subieron a los 3,400 millones de soles. No hubo capacidad de ejecución”, informó.
Asimismo, de los fondos transferidos por Antamina en la región Ancash, “el año pasado 520 millones de soles se quedaron en caja sin usar”.
Solución a la salud y educación pública de calidad
El presidente del IIMP, señaló que, en el Perú, el proceso de regionalización transfirió responsabilidades e ingentes fondos, pero no capacidades para la gestión eficiente de esos recursos, lo que trajo un nivel de corrupción que se traduce en que esos dineros no hayan sido bien empleados.
remarcó que la minería es una industria descentralizada, que opera en ambientes urbanos, zonas alto andinas y remotas, bajo una planificación con visión de largo plazo.
“Esta comparación puede ser odiosa, pero abrir una mina no es lo mismo que abrir un restaurante. Los niveles de inversión son distintos, la maduración de los proyectos es diferente y el tiempo para recuperar la inversión, igual. Pero sabemos gestionar un portafolio de proyectos, concatenarlos y hacerlos productivos”, subrayó
Puntualizó que la minería no puede quedarse en solo pagar sus impuestos, sino que tiene que ser parte en la solución del problema de la gestión pública en las zonas de sus operaciones, para hacerla eficiente.
“Lograr una gestión pública de calidad tiene que ser prioridad A1 si queremos tomar ventaja del bono demográfico, tener la ambición de una educación y salud pública de calidad, cerrar las brechas de infraestructura y concatenar a la industria minera como una gran locomotora de los otros sectores económicos”, mencionó.
Finalmente, Víctor Gobitz, presidente el IIMP, aseguró que la industria minera en el Perú ha demostrado por largo que ha hecho su tarea en beneficio del país, “pero para poner un grano más de arena, tenemos que comprometernos en ayudar a lograr una gestión pública de calidad, que jale bienestar para todos”.