Rubén Arratia destacó que el sector minero transformó el rostro del Perú en los últimos 30 años, lo que es visible en regiones como Arequipa, Moquegua, Tacna, y Apurímac. (Foto: ProActivo)

ProActivo| La minería de los últimos 30 años le ha cambiado el rostro a todo el Perú y en particular a las regiones donde opera. Así lo afirmó Rubén Arratia, director de la consultora Wood Mackenzie.

Arratia dijo que una de las cosas que la población en general debe comprender, es que los empresarios mineros y agroindustriales son la bendición que puede tener un país. “Gracias a ellos es que se han sacado todos los megaproyectos en los últimos 30 años y gracias a ellos es posible sacar estos proyectos, pero el gobierno tiene que dar señales (…), el mejor gol que puede hacer: es sacar Tía María”, expresó.

El director de Mackenzie puso como ejemplo de minería que en la región Apurímac, antes del ingreso de Las Bambas, la pobreza era del 70 %, hoy es 25 %. “Si los especialistas hacen un análisis en Moquegua y Tacna, donde está Southern Perú, y hoy Quellaveco, la pobreza en esa región solamente es del 13 %”, dijo.

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Al mismo tiempo contrapuso la situación de Cajamarca que tiene siete megaproyectos mineros por 19.000 millones de dólares que no se realizan y a la par tiene una pobreza del 45 %. “Es una pena, porque en Cajamarca en promedio la gente gana 583 soles mensuales, mientras que en Moquegua la gente gana 6,400 mensuales. Es decir, 11 veces más que en Cajamarca”, añadió.

“Perú es uno de los pocos países del mundo, sino el único, en el cual las regiones donde se hace minería son prácticamente dueños de las operaciones mineras”, expresó en también en RCR, tras explicar que ello se debe a que el 50 % de las utilidades que se generan en esas regiones quedan allí.

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30 años de minería

Asimismo, destacó que el sector minero en los últimos 30 años transformó el rostro del Perú lo que es visible claramente en las regiones de Arequipa, Moquegua, Tacna, y Apurímac. Al tiempo que lamentó que en Cajamarca no haya podido entrar un megaproyecto minero a excepción de Yanacocha.

Puntualizó que ante el 30 % de pobreza que tiene el país hay premura para trabajar al respecto y aumentar los empleos porque no se puede tener un país con 30 % de pobreza debido a que es caldo de cultivo para la mayor informalidad y el incremento masivo de la criminalidad. “Perú necesita sacar los proyectos mineros que tiene. Es inconcebible que un país con 10 millones de pobres, tenga parado Tía María, tenga parado al proyecto Majes Siguas II”, señaló.

“Tía María fácilmente puede salir sin que se impacte al medio ambiente como se menciona. Por otro lado, en Arequipa todo el mundo sabe que Cerro Verde le ha transformado la vida a los arequipeños, le puso una planta de tratamiento de agua, le puso reservorios de agua, igual quiere hacer Southern Perú”, completó.

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Un aspecto que mencionó también es la demora de un proyecto, que puede llegar entre 20 y 25 años; y que además debe cumplir más de 450 permisos. En ese sentido felicitó el trabajo para poner en servicio la Ventanilla Única Digital.

En ese sentido invocó a los políticos, ya sea del legislativo o del ejecutivo, así como de los gobiernos regionales y locales que gasten su capital político, explicando a la población por qué la minería moderna es necesaria y por qué Tía María puede salir sin que se impacte al medio ambiente.

Rubén Arratia mencionó que debido a su amplia experiencia en Latinoamérica está convencido de la importancia de la decisión política como ocurrió con el presidente Correa cuando dio impulso a la minería grande en su país, de la cual carecían.