Augusto-Cauti-Barrantes

Por: Augusto Cauti Barrantes, abogado y exviceministro de Minas. 

A inicios del año 2017, mediante Decreto Legislativo N° 1334 se creó el Fondo de Adelanto Social (FAS), dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), con la finalidad de financiar programas, proyectos y/o actividades orientados a cerrar o reducir brechas sociales en espacios geográficos donde se desarrollan diversas actividades económicas.

A tales efectos, el FAS cuenta con un Consejo Directivo integrado por un representante de PCM -como Presidente- y miembros de los Ministerios de Economía y Finanzas, Vivienda, Construcción y Saneamiento, Transportes y Comunicaciones, Energía y Minas (MINEM) y Desarrollo Agrario y Riego, estableciéndose una Secretaría Técnica que recae en el MINEM; habiendo sido reglamentado, inicialmente, en marzo de 2018 por DS N° 023-2018-PCM y, posteriormente, en agosto de 2019 mediante DS N° 146-2019-PCM.

La constitución del fondo, su estructura funcional, los procesos y procedimientos a realizarse bajo lineamientos de control, la información sobre brechas sectoriales, la priorización de proyectos, los criterios para valorizar la priorización, los mecanismos para implementar su difusión, los planes de comunicaciones, entre otros; conllevan retos complejos y parecen hasta difíciles de sobreponerlos, más aún cuando se trata de una herramienta que nace con varios entes como corresponsables.

Importancia del FAS para el atractivo minero

De otro lado, si revisamos el índice de atractivo de inversión minera que ha sido difundido por el Instituto Fraser para este PDAC 2021, se aprecia nuevamente una caída del Perú en el ranking, pasando del puesto 24° al 34°. No obstante, en esta encuesta se muestra una mejora en el índice de percepción de políticas, contrariamente a lo que usualmente ocurría con el índice de potencial mineral.

Es decir que los encuestados expresaron una menor preocupación por incertidumbres en regulaciones ambientales, aplicación de regulaciones existentes, y duplicidades e inconsistencias regulatorias (el nuevo RPM, las modificaciones al Reglamento Ambiental de Exploraciones Mineras y el Reglamento Ambiental para Explotación y Beneficio van en esa línea de mejora); pero no así en factores vinculados con la conflictividad social, como son acuerdos socioeconómicos y condiciones de desarrollo de las comunidades aledañas a las operaciones mineras que siguen siendo el desafío pendiente.

Bienestar social

Como se ha reiterado en estos últimos años, el Perú cuenta con importantes recursos mineros cuyo aprovechamiento ha permitido atraer importantes inversiones hacia el país contribuyendo al crecimiento de la economía, la estabilidad macroeconómica, los recursos fiscales, el empleo, la dinamización de otras actividades productivas y economías locales; así como proveyendo de infraestructura en salud, educación, vías, de riego, e implementando proyectos y programas sociales.

Sin embargo, resulta evidente también que el crecimiento del ingreso per cápita conseguido por el Perú en estos últimos años, no ha conseguido una mejora en los rankings sobre bienestar social en el país.

Así, si bien el crecimiento económico en el período 2000-2019 nos ha permitido pasar de la posición 105° al 88° en el ranking de países según PBI per cápita; en el ranking de países por índice de desarrollo humano descendimos del 75° al 82° en igual período.

En esa línea, ha venido y sigue siendo necesario adecuar, mejorar o proponer nuevos alcances para lograr un desarrollo minero sostenible, entre los cuales podemos mencionar al FAS, la visión de la minería al 2030 por el grupo Rimay, el adelanto del canon minero, el informe final con propuestas y recomendaciones por la Comisión para el Desarrollo Minero Sostenible (CDMS), entre otros. Como vemos la transversalidad de estos alcances resulta relevante, por cuanto se trata de aspectos todos ellos necesarios para poder fortalecer el desarrollo de esta actividad en beneficio de la población peruana.

Herramientas de apoyo

Entre otras, el FAS puede ser, como plantea la CDMS entre sus múltiples propuestas, el nuevo enfoque de desarrollo orientado a satisfacer las necesidades de cada región y cerrar brechas en ellas. Ser así, el plan piloto que promueva el desarrollo sostenible y la diversificación productiva, reduciendo la vulnerabilidad al cambio climático y mejorando la gobernanza del territorio.

Una interesante herramienta de apoyo es el “Mapa de inversiones Perú País Minero”, que informa sobre la actividad minera y sus beneficios.
La plataforma contiene proyectos de inversión pública con dinero del canon, sobre canon y regalías y pueden ayudar a esos fines.

En este contexto, cabe reiterar sobre el alto potencial geológico -diversificado y descentralizado que tiene el Perú. Además, tiene costos de producción competitivos; con un excelente talento humano conocedor de la actividad; y una tradición milenaria en lo que respecta al quehacer minero.

La oportunidad de planificar

En ese contexto, es necesario incidir en aspectos como la planificación y gestión pública, herramientas fundamentales que se deben fortalecer y/o potenciar para poner en marcha herramientas -como el FAS- que nos permitan alcanzar un mayor desarrollo de inversiones mineras sostenibles, tan necesarias para mejorar el bienestar de la población en el país y, en especial, a la luz de los estragos económicos de la pandemia, que nos afecta desde hace un año.