Empresarios y altos funcionarios acudieron a la condecoración que recibió del Ministerio de Energía y Minas, el presidente vitalicio de la Compañía Minera San Ignacio de Morococha S.A , Jesús Arias Dávila, en reconocimiento a sus 60 años de actividad empresarial y contribución a la minería del país.
El titular del MINEM, Pedro Sánchez Gamarra, le entregó la “Medalla Ministerio de Energía y Minas”, como un homenaje del sector por su contribución en las actividades mineras y energéticas.
Sánchez Gamarra remarcó que la resolución expresa gratitud a un empresario de ejemplar trayectoria admirable por su excepcional capacidad de trabajo que aún realiza y “su certera visión para enfocar siempre a la minería con un criterio de modernidad y responsabilidad social”.
Por su parte, y tras agradecer el reconocimiento, Jesús Arias Dávila, instó emocionado que la minería se hace con el corazón. “Lo único que tengo que decir es que la minería se hace no cono con el esfuerzo de lucha… con lágrima. La minería se hace con el corazón. Hay que tener corazón para la minería ¡el corazón de todos los mineros!”.
Trayectoria
Jesús Arias Dávila, fue promotor, fundador y director de las empresas: Minera Poderosa S.A., Minera San Ignacio de Morococha S.A., Minera San Valentín S.A., Peruana de Energía S.A.A., Minera Andina de Exploraciones S.A.A., Calera Cut Off S.A., Minera AV S.A., entre otras.
Asimismo fue director del Banco de La Nación, del Banco Continental, Banco Interandino, Pacífico Peruano Suiza Cía. de Seguros, TECSUP, Seguros Rímac y ha recibido diversos honores empresariales.
Desde que nació, en Cerro de Pasco en 1924, su vida estuvo ligada a la minería.
Jesús Arias heredó el cariño por la minería de su padre, Agustín Arias Carracedo, un minero español que fue atraído por las riquezas naturales del Perú, país que lo cautivó y hoy, es considerado uno de los pioneros de la minería peruana.
Los primeros años de su vida los pasó en Cerro de Pasco. A los 14 años comenzó a trabajar “pallaqueando” minerales en la mina San Marcelo en esa misma zona. Al terminar secundaria en el Colegio Mariscal Castilla de Tarma asumió obligaciones en la mina de su padre Calera Cut Off.
Trabajó diversas minas pequeñas. En 1950 instaló la primera planta concentradora, que en la época era un adelanto tecnológico. Además, con otros inversionistas creó una fábrica de jugos en San Román.