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Un buen jefe sabe delegar

Cuando hablo de aprender a delegar me refiero a dejar de ser esa clase de jefe que trata de acaparar todo. Aprender a delegar significa también aprender a confiar en otras personas.

Un buen jefe sabe liderar

De este tema hablé mucho en el blog y es clave. Un buen jefe debe realmente ser un buen líder.

Un buen jefe sabe ser duro y suave

Ser duro no significa ser malo, déspota o inclusive agresivo. Significa saber tironear de la soga cuando hace falta, ponerse serio, ser un poco frío y empujar a las personas a que realmente cumplan sus obligaciones.

Sin embargo, también hay que aprender a ser suave.

Con esto me refiero a tener tacto con las personas, a saber cuándo te estás pasando de la línea y aprender también a ser un buen jefe con el mismo nivel que cuando te toca ser duro, pero a la inversa.

Un buen jefe sabe hacer las cosas

EL QUE SABE HACER SABE MANDAR. Y es que esto es muy cierto.

Recuerdo haber tenido un jefe que me contrató para que maneje un área en la cual me especializaba y en la cual esta persona, no tenía casi nada de conocimientos.

Sin embargo (y lo divertido de la situación) es que siempre que se le presentaba algo, tenía un “pero” o exigía cosas que eran imposibles de realizar.

 

Un buen jefe sabe acercarse sin ser un amigo

No está mal acercarse a los trabajadores, conocer sobre sus vidas o inclusive comprender cuando tengan malos momentos o situaciones complicadas. Pero de ahí a convertirse en amigos, ese es otro tema.

Muchos jefes tratan de convertirse en un buen jefe buscando “caerle bien” a sus trabajadores y hasta inclusive sobrepasando la delgada línea entre trabajo y amistad.

TIP: un buen jefe sabe acercarse a los demás, pero tampoco demasiado para que lo confundan con un amigo.

Un buen jefe valora la meritocracía

Recuerdo que una vez tuve la suerte de diseñar el modelo de un auto de carreras de competición a pedido de un jefe (Una solicitud extraña porque no era ese mi trabajo) la cual acepté porque estaba con todas las energías de crecer en esa organización.

 

Un buen jefe sabe escuchar

Cuando uno es jefe, debe asumir el rol y parte de ese rol es tomar decisiones. Sin embargo el tener que tomar decisiones no significa tener el derecho a hablar y no escuchar a los demás.

Todo lo contrario. Para ser un buen jefe, hay que aprender a escuchar para poder tomar las mejores decisiones.

Así que recuerda este consejo y nunca olvides que por algo tienes dos orejas y una boca.

Un buen jefe sabe todo sobre su trabajo

Esto va de la mano con el punto 4 el “Saber hacer”.

Un buen jefe debe saber todo sobre su trabajo y esto se logra a medida que se involucra con todas las partes de una organización.

Y esto es algo clave.  Ser un buen jefe no necesariamente significa que hay que saber hacer el trabajo de todos los demás, pero si saber qué hacen, cómo se hace algo, requisitos, procesos, funciones. La lista es larga, recuerda entonces, involucrarte a fondo.

Un buen jefe está motivado

Esto es muy simple, si el jefe se desmotiva, va a desmotivar a toda la estructura.

No es algo simple, pero un buen jefe debe aprender a estar siempre motivado y motivado no significa necesariamente estar sonriendo y feliz. Significa que está siempre concentrado en hacer que las cosas sucedan.

Así que el noveno de los consejos para ser un buen jefe, es dominar el poder de la motivación, de la automotivación y obviamente de motivar a los demás.

Un buen jefe sabe desarrollar equipos

Un buen jefe es la cabeza de una gran fila que empuja para el mismo lado y para crear esa estructura hay que saber desarrollar equipos.

Desarrollar equipos trata sobre conocer, involucrarse, estimular, presionar, motivar y persuadir a las personas.

En resumen, un jefe es una cabeza y todo su equipo un cuerpo.

Ninguno de los dos funciona muy bien sin el otro.

Un buen jefe siempre está aprendiendo.

Si estás leyendo este artículo sobre los 11 secretos para ser un buen jefe, entonces estás por buen camino.

Un buen jefe siempre tiene que capacitarse, aprender, desarrollar nuevas habilidades e inclusive descubrir como explotar más su potencial.

Nunca dejes de aprender y de crecer, esto es clave.

Si no, puede que alguien lo haga por ti. Y eso es un problema grande.