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Presionan para forzar negociación con minera china MMG Las Bambas

 

Mañana se cumplen siete días de la muerte del comunero, Quintino Cereceda Huisa, cuyo cuerpo fue muerto en medio delconflicto minero por Las Bambas y permanece en la comunidad de Qehuira sin ser sepultado, en medio de la protesta que sigue profundizándose y extendiéndose a más comunidades del distrito de Challhuahuacho.

Pese que el Gobierno de PPK intentó establecer un puente con los comuneros, enviando una comitiva oficial encabezada por el ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo Flores, estos insisten que los únicos interlocutores para dialogar son el Presidente de la República, el primer vicepresidente Martín Vizcarra o el primer ministro Fernando Zavala.

Ayer acordaron poco después de las cinco de la tarde, continuar con el paro indefinido y cerrar todos los accesos viales hacía Challhuahuacho, incluso dejando completamente aislada el área de operaciones del proyecto minero Las Bambas, donde se encuentra inmovilizado un importante número de trabajadores.

Hasta la zona del conflicto llegaron los congresistas Dalmiro Palomino y Richard Arce, sin embargo, sus llamados invocando a reestablecer el diálogo con el Ejecutivo no fueron tomados en cuenta, la decisión de la asamblea comunal fue de endurecer la medida de fuerza.

En tanto, la comisión gubernamental decidió retornar a Lima poco después de haber arribado al Cusco, al tomar conocimiento que no serían recibidos por los pobladores en protesta.

En Challhuahuacho se realizaron varias movilizaciones y los negocios atendieron a media puerta.

En Andahuaylas, la movilización convocada por el Frente de Defensa de los Intereses de Andahuaylas tuvo una regular participación; y en Abancay, un grupo de pobladores y etnocaceristas expresaron su solidaridad con el pueblo cotabambino.

 

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