Petroleo

Álvaro Ríos
SOCIO DIRECTOR DE GAS ENERGY

Uruguay desde hace varios años viene dando pasos lentos pero muy importantes en materia de hidrocarburos. Analicemos algunas aristas.
Ancap, su empresa estatal, que opera con un muy buen gobierno corporativo, con bastante blindaje del poder político y con bastante gestión, está encargada de atraer inversión en exploración a Uruguay, tarea que hace con bastante profesionalismo y regularidad.

Uruguay está empeñada en atraer inversiones onshore y offshore. Aquí se observa el dinamismo de Ancap. Desde hace varios años, se la observa promocionando la prospectividad, su seguridad jurídica y términos muy favorables para atraer inversiones de alto riesgo. Uruguay sabe y conoce el drenaje que representa para su economía al tener que importar petróleo y/o derivados.

Onshore tiene suscritos dos contratos JV con Schuepbach y dos con Total para analizar prospectos convencionales y no convencionales y que están en fase exploratoria. También tiene dos áreas con Permisos Prospectivos con Ceneste y una con YPF. Toda esta actividad se limita, por lo pronto, a levantamiento geológico y sísmica y de allí en tiempo más se verá si se perfora o no.

La Ronda Uruguay 2012 recibió compromisos de inversión para la primera fase de 1,562 MMUS$ en ocho áreas offshore, donde entraron jugadores como Total, BP y Tullow Oil. Los resultados de los estudios geológicos y sísmicos determinarán muy en breve si se encuentran estructuras interesantes para perforar. En gas natural, Uruguay entiende que este combustible es esencial para generación eléctrica, industrias, GNV, etc. Con la importación de GNL busca diversificar su matriz energética, con múltiples proveedores y optar por un combustible más barato, limpio y sobre todo eficiente, si se lo compara con otros combustibles fósiles.

La inversión en la terminal de flotante de almacenamiento y regasificación (FSRU) es cercana a los 1,260 MMUS$. Uruguay logró cerrar este proyecto bajo un contrato de inversión BOOT con pagos fijos a GDF-Suez por 15 años y luego los activos serán transferidos al Estado. La FSRU se conectará al gasoducto Cruz del Sur, el cual tiene conexión con Argentina, donde ANCAP tiene participación.

Cuando la regasificadora entre en operación, Uruguay, casi con toda seguridad, habrá tratado de anclar demanda eléctrica e industrial interna, y trasladara volúmenes excedentes a Argentina del GNL importado, situación que parecía imposible una década atrás.

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