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1. No predicar con el ejemplo

Las acciones tienen más efecto que las palabras cuando se trata del liderazgo en seguridad minera. Todos los lemas, posters y todas las charlas de seguridad no marcarán la diferencia si los empleados ven a los líderes actuando de una forma distinta a lo que predican. Al ser siempre una referencia en seguridad en el trabajo y en el cumplimiento de las normas, el líder puede influir en su equipo más que cualquier método. Por naturaleza, las personas observan al líder en busca de un rumbo y lo que más observan es su comportamiento. Un líder debe hacer más de lo que requieren los sistemas de seguridad de la obra y demostrar a los empleados que mantener seguros a todos es la prioridad.

2. Hacer la vista gorda

Las normas y los sistemas de seguridad se aplican para todos, todo el tiempo. Cuando se ignoran pequeñas infracciones o pequeños actos poco seguros, se consiente y se alienta efectivamente ese tipo de acciones. Con la falta de acción se hace entender al equipo que está bien no seguir ciertas normas o procedimientos. No se puede hacer la vista gorda incluso cuando el trabajo es urgente, fuera de la obra o en un turno de la tarde. Mejor es cambiar los comportamientos inaceptables mientras aún son mínimos y manejables.

3. No dar suficiente retroalimentación positiva

Aunque es importante hacer notar a las personas que no están trabajando con seguridad o que no siguen los procedimientos correctos, también es importante dar a las personas retroalimentación positiva cuando se descubre que trabajan de manera segura o hacen cosas que convierten más seguro el lugar de trabajo.

4. No comprar sistemas de seguridad

El líder de las operaciones mineras debe comprar sistemas de seguridad incluso si no le gusta o no está de acuerdo con su adquisición. Toda retroalimentación sobre los sistemas y las percepciones de por qué no funcionarán solo necesita ser comunicada a los superiores. Cuando se trata de enviar un mensaje de seguridad que funcione para el equipo minero o la primera línea de trabajo, el líder debe ser un adepto de estos sistemas. Como líder del equipo, este es un representante de la empresa en el equipo. Para bien o para mal, si la empresa ha decidido implementar un sistema de seguridad, es importante que el líder lo apoye.

5. Olvidar la importancia de los hábitos

Los hábitos son lo que salvan a las personas cuando la mente no está centrada en el trabajo. Muchos de los sistemas que se utilizan tienen el objetivo de crear hábitos en la mente de las personas. De esta manera, siempre estarán en condiciones de detectar los peligros en el trabajo y puedan reaccionar cuando algo está a punto de herirlos. Cada pequeña acción o discusión de seguridad tal vez no evite un accidente en una obra minera, pero todo contribuye a crear valiosos hábitos en seguridad.

6. Tener malas intenciones en las inspecciones de seguridad

Al realizar inspecciones de seguridad, se debe tener buenas intenciones. El objetivo de observar a las personas que trabajan debe ser encontrar formas de darles retroalimentación que les permita permanecer alerta y los desafíe en el trabajo. Los líderes deben evaluar a los empleados para garantizar que sepan lo que están haciendo y cómo hacerlo de forma segura. No siempre se debe intentar atrapar a las personas que están haciendo algo de manera incorrecta.