trabajo-en-equipo

PAMELA HINDS

Trabajar en un equipo cuyos miembros están esparcidos en todo el mundo puede ser desafiante. Sin las sutiles señales que observan al trabajar cara a cara, los gerentes no sabrán de un conflicto hasta que explote. A continuación, cuatro atributos de un equipo que sí funciona.

1 No compiten globalmente

Los miembros del equipo preocupados por perder sus puestos tienen dificultades para formar relaciones fuertes con colegas del otro lado del mar. Asegurarse de que todo el equipo entienda los aportes distintivos de cada uno puede ayudar en estos casos.

2 Tienen identidad compartida

Los equipos altamente funcionales tienen una visión común no solo de lo que pueden lograr, sino del papel importante que juega en su éxito cada ubicación geográfica. En un estudio de equipos de investigación y desarrollo global, encontramos que la identidad compartida reducía significativamente el conflicto.

3 Tienen un contexto similar

En nuestro estudio preguntamos a los miembros del equipo el grado en que sus herramientas o procesos eran incompatibles y el grado en que su información sobre lo que hacían los demás era incompleta.

Cuando las diferencias eran altas y la información incompleta, el conflicto crecía. Siempre que los miembros del equipo entiendan qué es diferente, son menos propensos a culparse mutuamente.

4 Hay comunicación informal

Cuando los miembros del equipo se hablan o envían mensajes de texto fuera de las reuniones programadas, ayudan a formar buena relación y refuerzan una identidad compartida.

Los equipos donde al menos una persona inició contacto casual regular con miembros distantes del equipo pudieron manejar las cuestiones que surgieron sin que el conflicto se saliera de control.

Gestión