Foto: La República
—Se calcula que existen más de 40 inmuebles en los acantilados, algunos de ellos en procesos judiciales. En caso de que los municipios ganen, podrían ser demolidos.
Construir en los acantilados de la Costa Verde está prohibido desde hace cuatro años. Sin embargo, muchas constructoras hacen caso omiso de esta normativa, lo que genera desprendimientos de tierra y rocas. Gustavo Di Angelo, presidente de la Autoridad Autónoma de la Costa Verde, destaca que si bien ninguna empresa ha sido sancionada por levantar edificios en este espacio, existen ya casos judicializados.
“Hay casos conocidos de proyectos, que están en el Malecón Pasos, que continúan en construcción porque se presentaron recursos de amparo. Quienes sancionan son los que otorgan las licencias, es decir, las municipalidades distritales”, detalla y agrega que “si la autoridad edil gana el proceso judicial, esos edificios tendrían que ser demolidos. Si están en zonas intangibles, hay que traerlos abajo”.
Se trata de departamentos cuyo precio podría alcanzar US$ 1 millón. “La gente que compró viviendas tendrá que demandar por estafa a quienes les vendieron la propiedad; les dieron un bien que no era suyo, ubicado en un terreno que no les pertenecía”, anotó.
La autoridad autónoma hace hincapié en la construcción levantada en la Casa Dasso, que “ha cortado el acantilado y será imposible devolverlo a su estado natural; un daño irreversible contra la seguridad”.
Irregulares
Di Angelo calcula que existen más de 40 edificios en los acantilados de la Costa Verde, construidos antes y después de la prohibición, y que de ese total, solo unos tres serían regulares. Es decir, más del 90% tienen licencias cuestionadas.
“Incluso cuando estaba permitido (edificar), se podía siempre y cuando se cumpliese un estudio de riesgo geotécnico y otro de impacto ambiental”, condiciones que no se cumplieron en la mayoría de los casos.
OTROSÍ DIGO
El caso “más problemático”
Reincidencia. De todos los distritos que comprenden la Costa Verde, Di Angelo resalta que el caso más difícil es el de Barranco.
“El distrito más problemático es Barranco, el que más ha mutilado el acantilado y el lugar donde más concesiones irregulares se han otorgado, tanto en la parte alta como en la baja”.
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