Igor Gonzales Galindo

  • El ideal es que todos los operadores estén en la planta más automática y eficiente posible; pero hay que hacer un balance entre ese deseo y la disponibilidad de recursos económicos.
  • En mi opinión, para el caso del mercado de metales base, el futuro es estable. Es sostenido en su crecimiento, la demanda se mantiene y por consiguiente no veo que pueda sufrir un cambio muy drástico.
  • En el caso del oro es incierto, es muchísimo más difícil de predecir por la oferta y la demanda; así como por las fortalezas del dólar y de la economía mundial.
  • Las empresas están para hacer sus proyectos y labor social responsable en el ambiente inmediato a la operación minera pero no puede hacerse cargo del desarrollo de las regiones. Es a través de los impuestos mineros que los gobiernos regionales y locales tienen que hacer ese desarrollo. La minería bien llevada deja ingresos sustanciales, llámese el canon en este caso.

Por Mónica Belling

Igor Gonzales, ingeniero peruano con una extensa experiencia en el sector minero, es uno de los más exitosos profesionales con los que cuenta el país.

Con una brillante trayectoria profesional, ejerció el cargo de Vicepresidente Ejecutivo y Director General de Operaciones (COO) de la canadiense Barrick Gold, la primera productora mundial de oro, que opera en 26 minas en los 5 continentes.

Recibió diversos reconocimientos en Perú y en el extranjero brindados por diversas instituciones, empresas y diversos grupos sociales.

Gonzales, titulado en Ingeniería Química por la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, Perú, fue un estudiante Fullbright en el Instituto de Minería y Tecnología de Nuevo México, donde obtuvo el grado de Maestría en Ciencias en Metalurgia Extractiva. Aquí la entrevista que concedió a ProActivo.

¿Cómo observa el futuro de los metales base y de los metales preciosos?

En mi opinión, para el caso del mercado de metales base, el futuro es estable. Es sostenido en su crecimiento, la demanda se mantiene y por consiguiente no veo que pueda sufrir un cambio muy drástico.

En el caso del oro es incierto, es muchísimo más difícil de predecir por la oferta y la demanda; así como por las fortalezas del dólar y de la economía mundial -particularmente los casos de China, Europa y Estados Unidos- que tiene influencia en el mercado y en el consumo de joyas.

Respecto a las ingenierías, en su experiencia de haber controlado operaciones mineras en todos los continentes ¿Qué novedades tecnológicas existen?

Creo que la industria minera se está acercando mucho a la industria del petróleo en cuanto a tecnología y al uso de la informática, de sistemas inteligentes, sistemas automatizados de análisis en línea en donde además se interpreta y se toman las medidas correctivas inmediatamente en la planta; y se aprende de los errores, lo cual queda en una base de datos.

Se avanza hacia plantas inteligentes en donde el concurso del operador será de monitoreo y mantenimiento más que de la operación misma. Eso es para evitar el error humano.

¿La tecnología que menciona ya se aplica en toda América?

Varía de empresa en empresa y de operación en operación. Las operaciones recientes tienen incorporadas muchas de estas facilidades y las más antiguas tratan de actualizarse. Es una inversión importante y no se puede cambiar de la noche a la mañana, porque es un tema económico.

Entonces, el ideal es que todos los operadores estén en la planta más automática y eficiente posible; pero hay que hacer un balance entre ese deseo y la disponibilidad de recursos económicos.

¿Es muy costoso automatizarlas totalmente?

Depende del tipo de operación, si es totalmente manual es costoso automatizarla, si es parcialmente automatizada es un poco más barato; pero si es una tecnología muy antigua hay que cambiar toda la tecnología y ese es un presupuesto importante.

¿Cómo observa a la minería nacional en el contexto de los conflictos sociales?

Soy una persona muy optimista y como tal siempre veo a Perú como una oportunidad. Es un país bendecido por los recursos que posee y tenemos que encontrar el camino para resolver los conflictos sociales con la participación de las autoridades, gobierno central y autoridades locales que no deben hacerse de la vista gorda ni las empresas.

Es un problema en donde la sociedad organizada ha sabido capitalizar el descontento de algunas poblaciones para oponerse a la actividad minera pero esta actividad tiene muchísimos más beneficios de los que se ha podido informar y es justamente responsabilidad de las empresas mineras informar y del gobierno hacer una definición muy clara entre la minería moderna y responsable -protectora del medio ambiente, que minimiza los impactos y que trabaja con estándares internacionales- de otro tipo de minería o inclusive de minería del pasado que ha dejado legados negativos, los cuales se utilizan justamente para dejar en mal pie a la minería.

Sin embargo el tema de la buena y mala minería y de los opositores a la minería en el país, se ha agudizado en los últimos cinco años, quizá por el crecimiento de la actividad minera ¿Porqué cree que ha ocurrido ello?

En Perú la situación se ha agudizado por los conflictos sociales más complejos que hemos tenido. Tenemos comunidades altoandinas con muchas carencias. Con necesidades básicas por satisfacer como educación y salud principalmente.

Además, hay una ausencia histórica del Estado y llega una empresa minera para hacer inversión y la población local considera que dicha empresa debe hacer el rol de Estado. Ahí surge la confusión.

Las empresas están para hacer sus proyectos y labor social responsable en el ambiente inmediato a la operación minera pero no puede hacerse cargo del desarrollo de las regiones.

Es a través de los impuestos mineros que los gobiernos regionales y locales tienen que hacer ese desarrollo.

La minería bien llevada deja ingresos sustanciales, llámese el canon en este caso. Por lo tanto, tenemos los mecanismos y hay que hacerlos trabajar.

En cuanto a los asuntos sociales debemos superarlos informando a población y con participación muy activa de las autoridades y de las empresas. No se trata que las empresas resuelvan sus problemas sino que también tienen que darles participación al Estado.

¿En este contexto que rol corresponde a la autoridad local o regional?

Debería ser mediadora de los conflictos y propiciar el desarrollo de su distrito, no puede haber una situación en la que el alcalde se una a las protestas.

En la actualidad he observado con mucha satisfacción que hay autoridades locales que propician el desarrollo.

Escuché una entrevista muy positiva al presidente regional de Apurímac, es una persona que ha entendido el rol de la minería. La minería no va a resolver los problemas del país pero puede resolver una parte y por consiguiente hay que tomarla dentro de su propia medida.

¿Estos fenómenos sociales ocurren también en otras partes del mundo?
Sí, ocurren. Mientras haya más inequidad hay más problemas sociales. Justamente decía que la diversidad tanto geográfica como social de nuestro país hace que en algunos lugares se exacerben estos problemas.
En todos los países hay conflictos pero en mayor o menor grado, donde hay más diferencias sociales, los conflictos son más agudos.

¿En África?

En África las necesidades son enormes, también se producen las mismas dificultades como la ausencia del Estado. Hay una migración de gente que busca empleo para satisfacer sus necesidades básicas y van hacia el lugar donde se realizan las inversiones mineras.

¿Cuál es el comportamiento ideal que esperaría de un gobierno nacional?

Sin ser experto en sus funciones considero que tendría que apoyar a aquel que cumple con la normatividad local.

Si el gobierno pone leyes ambientales, sociales, económicas y yo como ciudadano individual o como empresa cumplo con la normatividad que pone para operar en el país, el gobierno debería apoyar a esas personas y reconocer su apego a la ley. Ese es el comportamiento que esperaría del Estado, no deberíamos poner en el mismo saco a aquel cumple con la ley y quienes no lo hacen. Espero ese comportamiento.

¿Qué países tendrían ese comportamiento ideal?

Las comparaciones son siempre enojosas pero hay países con más apego a la ley, donde las cosas funcionan mejor; es cuestión de ver a los vecinos del norte y del sur.

¿El clima político ha sido un factor para los conflictos con las poblaciones aledañas a las operaciones?

Considero que sí. En mi experiencia he visto que cada vez que hay una campaña política los temas sociales y antimineros se exacerban porque en muchos de los casos algunos políticos o dirigentes que hacen campaña política utilizan estos temas para llevar agua a su molino.

Allí justamente es donde los medios, las autoridades y las empresas deben aclarar la situación e informar cómo realmente se está llevando a cabo determinado conflicto para que la población en general tenga el conocimiento de cuáles son las motivaciones reales de los conflictos.

Muchas veces se generan conflictos “ambientales” y una vez que se indaga e ingresa al meollo del mismo, son otra cosa, no son ambientales sino políticos.

Entonces la información es valiosísima. Desde el principio hay que sacar la información para el conocimiento de la población que está inmersa y tenga el conocimiento de lo que sucede desde todos los ángulos.

En cuanto al tema ambiental ¿Las nuevas tecnologías pueden garantizar procesos limpios que garanticen a las comunidades que no harán daño a sus reservas de agua o sus suelos?

Creo que sí. No habría razón para dudar respecto de los métodos para el proceso, de tal manera que pueda ser compatible con el medio ambiente. En este momento existen muchos ejemplos a nivel nacional e internacional de procesos para tratamiento de agua -un tema vital en el país- en donde se puede llegar a cumplir con los estándares nacionales de descarga.

Es más, se le exige a una empresa cumplir con algunos estándares de descarga que no se les exige a otros. Veo ahí algo de ambivalencia, sin embargo se pueden cumplir.

Aún así que sean estrictos se pueden cumplir: tratamiento de agua, aire, polvo, residuos sólidos y residuos orgánicos, entre otros. Todo está disponible y es cuestión de utilizar la tecnología adecuada.

¿Los costos son aplicables o son muy altos?

Ahí entramos en un tema peliagudo porque si adoptamos estándares muy estrictos obviamente vamos a hacer que el costo de un proyecto, si no es prohibitivo, sea muy alto y por consecuencia atentaría contra la rentabilidad del mismo.

Tiene que haber equilibrio entre el aspecto meramente teórico del burócrata de turno, que determina los estándares, y el aspecto práctico.

Por ejemplo, hay cuencas en donde su línea de base ya tiene elementos metálicos y pedirle a una empresa o a una operación que supere la línea de base no es razonable.

Esos son el tipo de realismo a que tenemos llegar o pedirle que no haya sólidos en el agua en época de lluvia, sabiendo cómo se comporta el agua en toda nuestra serranía es algo no muy coherente.

Nuestros burócratas deben captar y adecuarse a la realidad, sin que eso quiera decir que retroceden en el fin sagrado que tienen de preservar el medio ambiente el cual respetamos.

En otro aspecto. Si bien en las empresas mineras formales trabajan dentro de un ámbito de la seguridad, en Perú existe mucha minería informal y es lamentable que para quienes trabajan en ella, la seguridad llega a un punto en el que se separa el tema humano del económico.

Estoy plenamente de acuerdo en que lo más importante es la protección de la vida y la salud, el tema económico es secundario.
En ese aspecto la minería informal tiene mucho que aprender y aplicar.

No se puede poner en riesgo la vida de las personas por un tema económico o de pobreza y decir bueno “soy pobre y necesito trabajar para mantener a mi familia y por consiguiente voy a arriesgar mi vida”, eso no es aceptable.

Esa es una responsabilidad directa de la sociedad en general, que tenemos que proteger a los individuos y si no comprenden tenemos que capacitarlos, darles las herramientas porque si uno ingresa a estos socavones hechos de manera muy artesanal, en realidad los riesgos son altísimos y eso no se puede permitir.

En ese sentido estamos usando un doble estándar. No podemos hacer eso como sociedad, tenemos que avanzar hacia la protección de la persona.

Todos los accidentes, los de carreteras, los de minas, todos se pueden evitar. No hay accidentes que se dan por cuestiones del azar o porque hoy es mi día de mala suerte o porque me tocó romperme la pierna. Todos, absolutamente todos los accidentes se pueden evitar si es que se toman los pasos correctos para prevenir los riesgos cuando se realiza una actividad determinada.

Para un ingeniero peruano que retorna al país y desborda optimismo ¿cómo ve el futuro de los ingenieros de las distintas especialidades, y en ese contexto, qué rol cumplirá usted?

Veo una generación de profesionales jóvenes muy prometedora, muy bien educada, muchos de ellos con post grados que han trabajado con empresas internacionales y tienen el conocimiento de la industria a muy temprana edad.

Yo haré todo lo que pueda por transmitir la experiencia, encantado. Todavía no he organizado nada pero estoy siempre dispuesto a apoyar a los jóvenes porque creo que es el principal recurso con el que cuenta el país para salir adelante.

¿Cómo debiéramos trabajar en general los distintos actores de la sociedad para no perder el avance de la minería?
Veo que volvemos a lo que significa el valor de la minería para el Perú en este momento la minería es un vehículo para el desarrollo.

Ese mensaje tenemos que explicarlo claramente a todo nivel y hablar de los beneficios en cuanto a tecnología y recursos humanos.

Existe una serie de historias humanas de los mineros que a través de los años han trabajado en esta actividad, que son ejemplos de éxito ya que se han logrado como mineros exitosos y sacaron adelante a sus familias.

La minería ha sido importante para el erario nacional, para el impuesto; y además, son miles y miles de historias de personas exitosas en esta actividad ¿por qué no compartir ese éxito con los demás peruanos?

Si ponemos a la minería como una actividad exitosa, entonces nuestra comunidad querrá participar de dicha actividad porque nadie quiere ser parte de una actividad fracasada. Por ahí hay que empezar.

A la gente que se opone por razones políticas, tal vez no la podamos convencer pero sí a la población en general con historias de éxitos reales de la minería. Pero se necesita la participación de todos, no se puede solo con la información de parte, o sea del minero “la minería es buena porque lo dice un minero”, lo tiene que decir la sociedad en general, los proveedores, las autoridades los perceptores de impuestos, quienes hacen las obras con el dinero del canon, “esta obra de agua se hizo gracias a la inversión, al canon”.

Tenemos que hablar bien de las cosas positivas que trae la actividad para el país, creo que tenemos que resolver este problema que es nuestro. Como país tenemos que ganar este lío de los temas sociales, no podemos mirarlos de costado como si fuera solo un problema de las empresas. Es un problema de todo el país.

El país requiere de inversión para desarrollarse y tenemos que trabajar juntos para sacar esa inversión adelante, no podemos echarnos la culpa los unos a los otros. Es un tema de todos.

La minería como la agricultura, la construcción y el turismo son vehículos para el desarrollo, la minería es un vehículo más y son vehículos exitosos. Entonces ¿Por qué no explicar los éxitos? ¿Por qué no ligar todas las historias de éxito de la minería con el desarrollo del país?

¿Cuál sería el rol de las empresas?

Lo que están haciendo: cumplir la ley, las normas, con el programa de inversión, con la sociedad; ese debería ser el rol. •