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Salvador del Solar. El nuevo ministro de Cultura considera que debemos acabar con la cultura de discriminación y abrir el camino del diálogo para resolver los problemas que tiene nuestro país.

Antes de aceptar ser ministro de Cultura en menos de 24 horas, Salvador del Solar fue instructor de natación, jugador de waterpolo, profesor de academia preuniversitaria, abogado, catedrático, columnista, actor, director de cine y empresario de la película “Magallanes”, que es un duro pincelazo a lo que fue el proceso de violencia que vivimos entre 1980 y el 2000.

 Desde Bogotá y por Skype, Del Solar ofrece la primera entrevista como ministro de Cultura a La República.

¿Cómo fue que Salvador del Solar llegó a ser ministro de Cultura?

Solo tuve 24 horas para pensarlo junto a mi familia, así que fue totalmente inesperado, más aún considerando que la cartera que quedó vacante era la de Defensa, ese nombramiento sí hubiera sido muy inesperado (risas). El primer ministro me llamó y me dijo que mi nombre estuvo entre las posibilidades para ser ministro porque además de ser actor de televisión, teatro y cine he alzado la voz como ciudadano a favor de ciertas causas, soy abogado con un diplomado de análisis y resolución de conflictos. Soy consciente de la magnitud del reto, pero es en parte la magnitud del estímulo que me llevó a decir que sí.

¿Qué has respondido a los críticos de tu nombramiento?

Celebro las críticas y las recibo de buen talante en general, soy consciente de que puede haber críticas válidas porque no tengo experiencia en el sector público, pero un ministro trabaja en equipo y así como con “Magallanes” fue la primera vez que escribí un guion y dirigí una película siendo el jefe de un equipo de un centenar de personas, puedo decir con satisfacción que si bien fue un trabajo muy duro que llevó 10 años en hacer, las cosas nos salieron bastante bien y se realizó un buen uso del dinero que recibimos del Estado para echar a andar el proyecto.

¿Cuál es la potencia cultural del Perú y cómo piensas hacerla crecer desde el ministerio?

Quisiera que queden claras dos ideas a la vez: que Perú es cuna de civilizaciones pero a su vez es productor de cultura contemporánea. Nuestra cultura viva es digna de ser difundida para comenzar en nuestro propio país, y fuera del país, tal y como sucede con Carlos Vives y Shakira en Colombia. El año pasado en Lima, el director de cine Ciro Guerra dijo basado en las últimas producciones cinematográficas peruanas: “No puedo imaginar el nivel que alcanzaría el cine peruano si tuviera el apoyo de Colombia”.

¿Cómo hacer para que la discriminación y el racismo se puedan disminuir en el país?

En su discurso inaugural, el presidente Kuczynski dijo que los dos grandes males son la discriminación y la corrupción, pero no nos concentremos solo en las sanciones como cerrar discotecas o multar empresas por no contratar usando criterios discriminatorios, podemos desarrollar políticas de promoción de la diversidad y trabajar con medios de comunicaciones y agencias de publicidad para premiar conductas que apoyen la diversidad donde todos los peruanos vengan de donde vengan representen belleza, inteligencia y competencia. Contra la discriminación trabajemos en una política de sanciones pero sobre todo educación, palo y zanahoria.

Has mencionado que como ministro de Cultura tendrás al Bicentenario como un punto en el calendario que regirá tu gestión, ¿puedes contarnos cómo lo harías?

Uno de los faros que quiero que guíen nuestra gestión es el Bicentenario de la Independencia (en el 2021), porque pienso que la cultura es la respuesta a muchos de nuestros problemas bajo la pregunta: ¿qué tipo de país queremos ser? Ahora que nos jalamos de los pelos en todos los ámbitos, quizás cultura sea el espacio para pensar qué tipo de país queremos ser, sin discriminación con diálogo, con capacidad para discrepar y sin aniquilarnos por pensar distinto.

El viceministerio de Interculturalidad está a cargo de los conflictos sociales en el país, lugar donde ha habido muchas víctimas en los últimos años, ¿has tenido tiempo de conversar con el viceministro de Interculturalidad, Alfredo Luna?

En tu pregunta relacionas interculturalidad a conflicto, por ello te invito a que abramos el concepto de interculturalidad, para mí, la interculturalidad es el camino que Perú debe empezar a buscar ad portas del Bicentenario. La interculturalidad es riqueza, significa una oportunidad magnífica de escucharnos. Te pongo como ejemplo la extraordinaria iniciativa del equipo de Hugo Coya, que desde el 12 de diciembre próximo tendremos un noticiero que será en quechua con todo lo que realiza la producción enteramente, eso es interculturalidad. Tenemos que multiplicar la magnífica iniciativa de Hugo Coya en radios regionales y televisoras regionales.

¿Cuál consideras que es el aporte desde el Ministerio de Cultura a la conflictiva relación entre el Ejecutivo y el Congreso con una mayoría de la oposición?

En primer lugar pienso que hemos crecido económicamente pero no en la formación de ciudadanía: es más valioso tener tarjeta de crédito que un DNI; en segundo lugar, nos falta una cultura del diálogo y, en tercer lugar, tenemos que pensarnos como parte de la solución o del problema: no solo están el Ejecutivo y el Congreso en la ecuación sino también la sociedad civil. Si no trabajamos en una cultura de diálogo y de convivencia tendremos lo que paso durante la interpelación al ministro Saavedra: gritos, calumnias, mentiras; pero de ello, todos tenemos algo de culpa, porque nuestra falta de ciudadanía se expresa día a día en el tráfico, dentro de una dependencia pública, etc. Desde el Ministerio de Cultura ofrezco trabajar escuchando al otro, sin ponerle etiquetas y así no piense como yo, para que nos volvamos a escuchar y hacer un país diverso y tolerante para nuestros nietos.

Empresa privada y Estado deben ir juntos por el cine

¿Has considerado que se haga una escuela de cine en el Perú?

Estoy de acuerdo con esa idea, pero el despegue del cine como industria solo será posible si el Estado y la empresa privada trabajan juntos en la formación de cineastas, facultades de cines, formación de audiencias y para que las películas que llegan a las carteleras no se queden uno o dos días sino que puedan recibir incentivos para que compitan en mejores condiciones con las películas de las grandes productoras de cine. Colombia tiene una gran ley de mecenazgo y de incentivos tributarios para que se filme en locaciones colombianas; en estos momentos, Javier Bardem y Penélope Cruz filman una película en Colombia, ¿por qué no hacer que Perú sea una gran sede de locaciones cinematográficas.

 

La República