Pablo de la Flor (Foto: El Comercio)

Pablo de la Flor cuenta que es necesario que se simplifiquen los procesos de inversión en el sector con el objetivo de impulsar la minería. Pero indicó que ello no significa que se relajen los estándares ambientales en el país. Destacó, además, que el país tiene el potencial para duplicar su producción de cobre.

¿Cómo va el sector minero en el primer semestre?

Venimos de registrar dos años de crecimiento de la producción de casi 25% y este año la noticia más importante es el repunte de la inversión en el sector y esto se verá reflejado seguro en un incremento cercano al 20% en el flujo de inversión. Tenemos grandes proyectos que empiezan su puesta en marcha, Quellaveco es el más emblemático. A partir de eso se abre un nuevo ciclo virtuoso en minería en el Perú, pero estamos estimando este año cerrar con flujos de inversión entre US$ 4.500 a 5.000 millones, un registro muy importante.

El presidente Martín Vizcarra dijo que los compromisos de inversión minera superan los US$ 15 mil millones en su mensaje por Fiestas Patrias, pero algunos criticaron que la cifra no era real…

Sí lo es, él se ha referido a una serie de proyectos que están en distintas fases. El más importante es Quellaveco, proyecto cuyo inicio de construcción ya se dio, de casi US$ 5.500 millones. Las cifras que dice el presidente son cifras de compromisos de inversión de corto y mediano plazo, esa es una cartera más amplia. Nosotros tenemos una cartera de proyectos del orden de US$ 58.507 millones, un 14% más que el 2017, que podrían ver la luz rápidamente si es que logramos crear condiciones facilitadoras de la inversión en el corto plazo.

¿Qué se necesita para impulsar el sector?

Son dos factores fundamentales. El primero es el que nos hemos referido reiteradamente y estamos involucrados en un proceso de diálogo fluido con el Ministerio de Energía y Minas, que es la simplificación, y soy muy cuidadoso, porque no se trata de relajar estándares sino lo contrario, que es una minería de avanzada que se adhiere a los estándares más exigentes de la industria a nivel mundial. Pero hubo un proceso de proliferación regulatoria que no agrega valor sino que disuade la inversión y lo que creemos importante, para que estos proyectos que están en lista de espera puedan plasmarse, es simplificar esos procedimientos, aligerarlos, acortar plazos y desde la SNMPE hemos hecho una serie de propuestas que apuntan a ello. El segundo factor es que es importante la necesidad de construir relaciones de confianza que permitan que las empresas puedan desarrollar sus actividades e implementar los proyectos en un entorno facilitador sin enfrentar algún tipo de conflictividad.

¿A cuánto asciende el monto de proyectos paralizados?

Hay varios, el más emblemático es el de Tía María, que rápidamente podríamos haber implementado, pero hay una preocupación respecto a la situación de conflictividad que entiendo es algo que se ha visto aliviado en los últimos meses y hay un tema que hay que resolver al ministerio que le corresponde otorgar un permiso de construcción. Es un proyecto que puede generar enorme bienestar para la región y contribuir a expandir nuestras carteras de proyectos en implementación.

¿Y el monto total se conoce?

Son US$ 58 mil millones que tenemos en proyectos en distintos estadíos que tranquilamente podría significar duplicar la producción de cobre en Perú, podría generar mucho empleo, mayores recursos de transferencia vía canon, apuntalar nuestras exportaciones y producir bienestar para todos.

Una de las constantes críticas que hacen los expertos es que el crecimiento económico solo se basa en la minería, ¿se deben impulsar otras industrias?

La minería es uno de los grandes motores de crecimiento del Perú y creo que tenemos que aprovechar la rica dotación de recursos naturales para, en función de ellos, implementar una cartera de proyectos.

La República