PLANTA DE CIANURO

 

 Golpe a la minería informal. La operación funcionaba a 45 minutos de la ciudad de Puno. La familia Leyva Salvador es la dueña, que no solo no tenía permiso para operar la concesión, sino que tampoco contaba con autorización para esta procesadora que usa el contaminante cianuro para recuperar el mineral. Los campesinos denunciaron muerte de ganado por la contaminación.

Liubomir Fernández

Un contingente policial de 40 efectivos de la Policía intervino una planta procesadora de plata que funcionaba en el fundo San Miguel, a 45 minutos de la  ciudad de Puno.

La familia Leyva Salvador es la dueña y varios de sus integrantes son evasores de impuestos.

El contingente al mando del comandante Víctor Valverde Salazar, jefe de la Policía de Turismo y Medio Ambiente, y la fiscal del Medio Ambiente llegaron muy temprano a Malcomayo, a 15 kilómetros al extremo derecho de las Chullpas de Cutimbo. Se habían enterado de la existencia de esta procesadora por versión de volqueteros y campesinos. Echaron a los Leyva porque no les pagaban por sus servicios.

Durante la incursión estaban David Sipion Leyva y su tío Fidel Leyva Salvador. Ambos dirigían la planta que explotaba el mineral de relaves de la época colonial. Los españoles solo obtuvieron 30% a 40% de plata de ese material y lo abandonaron. El cianuro garantiza la recuperación casi al 100%. Los relaves eran robados de concesiones adyacentes. En el lugar de la ilegal operación había una poza de 200 metros cuadrados. Se procesaban 300 toneladas métricas.

Pese a reconocer que operaban sin permiso ni  autorización, la Fiscalía Ambiental dejó libres a David y Fidel.
OPERATIVO SORPRESA

Con la información precisa de la ubicación se estableció un plan de operaciones. Los policías y fiscales Esther Daza Vera y Federico Chavarri optaron por caminos alternos. Caminaron por cerros durante una hora desde el kilómetro nueve a la salida sur y en la vía entre Puno y Moquegua.

David Sipion y Fidel Leyva se sorprendieron de la fuerte presencia policial. Los intervinieron en su casa, localizada cerca a la operación minera.

La planta funciona hace tres años. Está en la concesión “Milagritos Leyva”. Según el Ministerio de Energía y Minas, los derechos le pertenecían a Sipion Leyva y su tía Marybel Leyva Salvador. Cada uno tenía el 50% de acciones. Empero, el derecho quedó extinguido en noviembre de 2011. Meses antes de que venza la vigencia, todas las acciones se transfirieron a Marybel. Ella habría sido de la idea de instalar la procesadora. Arribó a un acuerdo con  Edmundo Aza Ampuero, dueño del fundo San Miguel. Eso se desprende de la versión dada por el pastor Eusebio Sosa Pineda.
CONTAMINACIÓN

La noche del domingo, David había bebido con su tío. Estaban dormidos cuando llegó la Policía. Sipion admitió que no tenían permiso para operar y que usaban cianuro, un elemento contaminante cuya manipulación puede causar la muerte. Los comuneros denunciaron que varios animales presentaron males raros, probablemente atribuidos a este contaminante.

La Fiscalía Ambiental encontró un depósito de más de 70 cilindros, en donde se depositaba  cianuro.  También se constató la existencia de una poza llena de relaves. Estaban en pleno procesamiento.

La fiscal Esther Daza constató además la existencia de peces muertos en el río de donde los mineros captaban agua para sus actividades. Pese a las evidencias de contaminación, los mineros ilegales aseguraron que hacían los mejores esfuerzos por conservar el medio ambiente.

Se ordenó dinamitar la planta y destruir todo lo que era usado en la minería. Se colocó cargas explosivas en diversos puntos. El área de trabajo quedó literalmente inservible. Varios especialistas señalaron que se debió aplanar el área con maquinaria pesada para evitar que reanuden sus actividades.

Contradictoria a esta medida drástica, la fiscal Esther Daza dejó libertad a los Leyva, y les dio un plazo de dos meses para que remedien la zona. Los campesinos advirtieron que los intervenidos podrían fugar, porque no son naturales de Puno. Nacieron en el norte.
Morosos y doble identidad

David Sipion Leyva, y su tío, no eran los únicos que estuvieron operando en el fundo San Miguel. En el lugar también fue visto Óscar Leyva Salvador. A éste la Sunat lo busca por no pagar impuestos por más de 5 millones de soles como persona natural. Óscar Leyva también usa el nombre de César Leyva Salvador. Su doble identidad quedó al descubierto porque las dos personas usan el mismo número de documento de identidad.  César Leyva Salvador dirige la empresa Oremus, que adeuda más de 20 millones de soles al Estado. Esta firma por años se dedicó a vender minerales y no pagó impuestos.

Según la Reniec, Óscar Leyva nunca cambió la Libreta Electoral por su DNI. No hay foto actualizada de él. Es probable que se movilice con documentos falsos.

El alto comisionado contra la minería ilegal, Daniel Urresti, aseguró que los operativos contra la minería ilegal continuarán en otros puntos de la región Puno. Adelantó que ningún ilegal será pasado por agua tibia.

La República