La minera Bear Creek informó que a mediados del próximo año tienen contemplado iniciar la construcción del proyecto Corani.

El proyecto minero Corani que desarrolla la empresa Bear Creek Mining SAC ha logrado la aceptación de los lugareños directamente afectados, quienes viven en las comunidades de Chacaconiza y Quelcaya del distrito de Corani.

En un acta que fue firmada el pasado 25 de abril, los comuneros aprobaron por unanimidad el proyecto, por tanto hay camino libre para que el Ministerio de Energía y Minas autorice las operaciones de Corani.

Según el Ministerio de Energia y Minas (MEM), para ambas comunidades campesinas se tuvo que pasar por cuatro etapas (Identificación, reunión preparatoria, publicidad y etapa informativa). Cada una de estas etapas contiene pasos que se debió seguir en dicho proceso de consulta previa.

Sobre el tema, Julio César Mejía Tapia, especialista en consulta previa, advirtió en medios locales que la población carece de información adecuada sobre los impactos que dejará un proyecto de la naturaleza de Corani.

Cuestionó el hecho de que los comuneros no contaron con asesoría independiente, puesto que el Ministerio de Cultura puso un intérprete para el proceso, quien fue el encargado de traducir la información brindada en castellano.

OPERACIONES

La minera Bear Creek informó que a mediados del próximo año tienen contemplado iniciar la construcción del proyecto Corani.

En la actualidad, la minera se encuentra tramitando los permisos correspondientes. Una vez otorgadas las autorizaciones, la minera iniciará el proceso de búsqueda de financiamiento en un plazo que demoraría alrededor 6 meses, informó el Portal Minero.

“La inestabilidad política registrada en el primer trimestre del año en nuestro país –Perú- retrasó los cronogramas por lo que se estima que a fin de año ya estén listos los permisos”, comentaron.

El proyecto, ubicado en Puno, contempla la explotación de una mina a cielo abierto, con una producción de concentrados de plata, zinc y plomo por medio de una planta concentradora.

Fuente: Correo