Repsol

Repsol, la empresa petrolera más grande de España, está analizando opciones que incluyen la venta de parte o la totalidad de su participación en Gas Natural SDG para apuntalar su balance ante la baja de los precios del petróleo, según personas con conocimiento del tema.

Repsol, cuya participación del 30 por ciento en la distribuidora de gas natural española está valuada en unos 5.200 millones de euros (US$5.900 millones), está estudiando posibles estructuras de transacción con asesores, señalaron las personas, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones son privadas. Además de una venta total o parcial, que podría producirse ya este año, entre las opciones se baraja la venta de acciones en el mercado y el buscar socios para que se sumen a la estructura de accionistas de Gas Natural, agregaron las personas.

La venta de la participación ayudaría a Repsol a captar fondos para reducir deuda y evitar una rebaja de la calificación de su deuda, dijeron las personas. Los precios del petróleo llegaron al nivel más bajo en seis años el mes pasado en tanto la preocupación por el crecimiento chino creó volatilidad en el mercado. Las acciones de Repsol cayeron más de 35% este año, lo que valúa la compañía en unos 14,000 millones de euros.

Aún no se ha tomado una decisión definitiva y el momento elegido para la posible transacción sigue indefinido ya que la incertidumbre relacionada con las elecciones catalanas y nacionales que tendrán lugar antes de fin de año podría afectar cualquier operación, explicaron las personas. La compañía planea presentar su plan estratégico 2016-2020 el 15 de octubre.

Los representantes de Repsol de Madrid y Gas Natural de Barcelona no accedieron a efectuar declaraciones.

Repsol también está pensando en vender activos en regiones como Venezuela, Alaska, Bolivia y el Golfo de México conforme busca reducir deuda después de comprar Talisman Energy Inc. por US$ 13,000 millones el año pasado, dijeron personas con conocimiento del tema en julio. La compañía necesita mantener su calificación crediticia, que es de BBB– en Standard Poor’s, el grado de inversión más bajo.

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