RoqueBenavides

Roque Benavides, CEO de Buenaventura, hace una autocrítica de la gestión de la minera y asegura que seguirá dialogando con las autoridades deCajamarca. Más allá de Conga, la empresa tiene otros proyectos y se plantea crecer en torno al cobre y otros metales base.

¿Cuál es la estrategia de Buenaventura [BVN]para el largo plazo?

Seguiremos focalizados en metales preciosos, con elexpertise para desarrollar proyectos de tajo abierto, como subterráneos. Vemos a BVN creciendo, no necesariamente sólo en oro y plata, sino también en cobre y algunos otros metales base.

¿Qué importancia tendrá el cobre en su cartera de proyectos?

En el mercado se dice en broma que el cobre está brillando tanto como el oro. Es un metal que ha podido mantenerse bastante mejor que el resto. Frecuentemente [la extracción del] oro viene relacionada al cobre [en muchas minas ambos minerales están presentes].

Pensar en ser un pure play [empresa minera que sólo produce un metal] es cada vez más difícil. Si bien nos esforzaremos por mantener las ventas en metales preciosos por encima del 51% de nuestras ventas totales, el cobre es una alternativa que nos parece interesante.

¿Su mayor interés por el cobre obedece a una estrategia de diversificación o a que cada vez es más difícil extraer oro a nivel mundial?

En la exploración no necesariamente se encuentra lo que uno va a buscar. Pero el Perú tiene un potencial enorme en cobre, y conforme nos vamos de un lado a otro encontramos más este mineral. Tenemos indicios de que hay cobre en  La Zanja, Tantahuatay y Yanacocha. Cerro Verde es una mina de cobre. Tenemos una serie de alternativas para producir más cobre.

A SEGUIR EXPLORANDO

La industria ha estado enfocada en reducir costos en el último año y han bajado los presupuestos de exploración…

La filosofía de nuestra empresa tiene que ver con la convicción por la exploración. Nunca hemos bajado la guardia en exploración. El día que se deja de explorar se compromete el futuro. Ésa no es forma de reducir costos. ¿Por qué paga el mercado por una acción minera sino es por el futuro? Comprometer el futuro es comprometer a la empresa.

Lo que uno puede hacer es focalizarse. En BVN hemos hecho más exploración brownfield, alrededor de nuestras operaciones actuales, que exploración greenfield en zonas lejanas [para desarrollar nuevos proyectos].

¿Esa focalización implicaría que proyectos en exploración menos avanzados, como Trapiche, se vean afectados?

No, creo que vamos avanzando. Los proyectos tardan en madurar, y eso hace que unos salgan antes que otros. Tambomayo [en Arequipa] será el primero en iniciar operaciones, y ya estamos trabajando en Chucapaca [en Moquegua].

Trapiche [en Cajamarca] es un proyecto de cobre cuyo costo de desarrollo es cercano a los US$2,000 millones. Probablemente busquemos a algún socio que nos acompañe.

¿Le interesa crecer a través de la adquisición de mineras juniors  con proyectos atractivos?

Nuestra política de fusiones y adquisiciones es buscar propiedades que tengan sentido para nuestra operación actual. Hemos adquirido propiedades de juniors y estamos atentos a las posibilidades del mercado.

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¿Hay alguna junior  que le interese hoy?

Estamos evaluando dos o tres, pero aún no hay nada específico.

PROYECTOS EN CARTERA

Chucapaca y Tambomayo son sus siguientes proyectos. ¿Qué tan importantes serán?

Nuestras operaciones directas producen cerca de medio millón de onzas por año. Entre Tambomayo y Chucapaca podremos duplicar esa cantidad.

Es un paso importante, y contribuye a reemplazar algunas reservas que se van  agotando, como Orcopampa, La Zanja y Tantahuatay.

¿Cuál es su fecha de producción estimada para Chucapaca?

Entre el 2017 y el 2018 deberíamos estar operando.

Chucapaca demandará una inversión de US$400 millones a US$450 millones. ¿Cómo la financiará?

Hay que entender el flujo de BVN. Habremos terminado de construir Tambomayo cuando  iniciemos la etapa de construcción intensa de Chucapaca. Para entonces, hacia finales del 2015, Cerro Verde estará produciendo a su máxima capacidad [tras culminar su ampliación] y también generará un flujo de caja positivo, junto a nuestras propias operaciones.

Tenemos poca deuda y podríamos hacer una emisión. No tenemos planificado hacerlo, pero tampoco está descartado.

La ampliación de El Brocal está próxima a culminar. ¿Qué tan importante será esta empresa en su futuro?

El Brocal tiene propiedades en Cerro de Pasco y Huancavelica. La operación actual [Colquijirca] está en un yacimiento al sur de la mina Cerro de Pasco -la mina emblemática del Perú-. Colquijirca de El Brocal es esencialmente un Cerro de Pasco pero cincuenta años más joven.

Tiene un potencial grande. El cobre con arsénico [que implica reducir la ley del cobre producido y, por ende, la rentabilidad del proyecto] es un reto, así como que el tajo abierto de plomo, zinc y plata esté tan cerca del pueblo de Colquijirca.

¿Qué significa que Yanacocha pase de ser una de las minas más grandes del mundo a una cuyo ciclo de vida se acerca de su fin?

Creemos que aún será mina cuando estén nuestros nietos aquí; seguramente una mina de cobre para ese entonces. Todavía hay cosas por descubrir. Si hubiera un poco más de facilidad para explorar se podría encontrar más. Tenemos que reducir nuestros costos y operarla como una mina más chica.

CONGA, QUILISH, CAJAMARCA…

Yanacocha tiene otros proyectos adicionales aConga y Quilish en su portafolio. ¿Qué tan avanzados están?

Conga fue un traspié porque estaba en el flujo de producción, y es lo que nos tocaba hacer. Sin embargo, ante [su suspensión] hemos revisitado otros proyectos.

En la zona de Yanacocha se ha descubierto un área de óxidos llamada Quecher, que es interesante. El área subterránea en Chaquicocha es una alternativa. El desarrollo de los sulfuros, considerando que ya tenemos un molino, es una posibilidad. Todo eso se ha retrasado porque pensábamos que venía Conga.

¿Qué proyecto está más avanzado?

Quecher será lo primero que saldrá.

¿Cuán grandes espera que sean estos proyectos? ¿De la magnitud de lo que fue Yanacocha?

En términos de capex serán proyectos más chicos. El flujo de caja que pueda generarse no sería el mismo que cuando Yanacocha producía por encima de tres millones de onzas por año.

De lo que se trata es de hacer lo más rentable posible la operación que queda por hacer. Ojalá que en algún momento podamos sacar Conga, y que se pueda sacar junto con otros yacimientos de la zona.

¿Cómo ve la situación política en Cajamarca?

Cuando uno va a la fiesta, uno baila con las chicas de la fiesta. No se puede pretender que la situación sea distinta. Ésta es la fiesta que nos toca bailar, y tenemos que tratar con las autoridades, enfrentar las realidades, y ver cómo sacar el mejor beneficio económico, social y empresarial posible.

Creo que las autoridades entienden que Cajamarca no está creciendo precisamente porque no han surgido nuevos proyectos.  No sé si Gregorio Santos accederá a la presidencia o si accederá el vicepresidente. Habrá que dialogar y llegar a puntos de encuentro.

¿Cómo interpreta los resultados de las elecciones regionales?

Seamos concretos. El 33% de los votos fueron a favor del señor Santos. Hay muchos votos blancos y viciados.

Tampoco digo que esté mal que los cajamarquinos opten por el señor Santos. Es su decisión, y eso es democracia. Lo concreto está en que el 66% no votó a favor de él. El cajamarquino quiere progreso, oportunidad, bienestar. Nosotros queremos contribuir a que eso se dé.

¿Por qué cree que ha logrado desarrollar otros proyectos en Cajamarca como La Zanja y Tantahuatay?

Son yacimientos más pequeños. Yanacocha fue el primer proyecto minero en el Perú que se desarrolló después de Cuajone, que es de 1969. Yanacocha es de 1993. Hay 24 años de diferencia. ¡Yanacocha nació en plena época de terrorismo!

Traer inversión extranjera como la de Newmont [era difícil]. Ellos especificaron: ‘nada le puede pasar a mi gente’, entonces nos excedimos en seguridad. Eso ofendió a la población de Cajamarca. Hay que reconocerlo, hay que ser autocríticos.

Sin Conga será difícil desarrollar Quilish. ¿Cómo queda sin esos dos proyectos?

Creo que hay que socializar los proyectos. Ojalá que se puedan desarrollar cuando las autoridades comiencen a notar, como ya lo están haciendo, que sin el canon es difícil desarrollar zonas.

Su padre fue un líder en la industria minera. ¿Su fallecimiento implica un cambio en la estrategia de BVN? Él era geólogo…

En BVN se ha venido dando un proceso ya desde hace muchos años. No es una empresa familiar, porque la familia Benavides tiene 27%-28% [del total de acciones]. Esta compañía no ha sido manejada como la chacra de los Benavides; eso hay que descartarlo, y mi padre era el primero en decirlo.

Él fue cediendo espacios inteligentemente. Se retiró del directorio cuando tenía 90 años, pero fue cediendo espacios en cuanto a la gerencia y las decisiones mucho antes.

Era un hombre que trabajaba en equipo, y la mística y cultura que generó en BVN continúa. La vocación por promover más geólogos continúa. Su legado no ha cambiado.

Yo también tendré que pasar, porque nuestra política es jubilarse a los 65 años, y yo ya he cumplido 60. Estoy en la gerencia general de BVN desde el 2001; ya son 13 años.

¿Le gustaría tener algún familiar que lo pueda suceder?

BVN necesita al mejor candidato y profesionalizar lo más posible la empresa. No hay un solo nieto trabajando en BVN, ni uno. Si tenemos alguien de la familia es competente y quiere venir a trabajar, le daremos la bienvenida. Si no, tendremos que buscar al mejor profesional que podamos conseguir en el mercado.

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