image001EFECTO CRISÁLIDA*

Los grandes proyectos no se miden por el dinero invertido ni por las grandes obras ejecutadas, sino por la base social que generan.  Somos seres que actuamos emotivamente antes  que racionalmente, en ese sentido es probable que -al margen de las grandes obras de infraestructura- las que más sentimiento de apoyo, gratitud y felicidad generan son las pequeñas cosas. Al final, no somos computadoras con mentes automatizadas.
Nuestros coterráneos ubicados en las zonas rurales y en cualquier lugar de nuestro país, coleccionan recuerdos, experiencias, vivencias memorables que están grabadas en nuestra memoria y que a la menor motivación, saltan nuevamente de nuestro recuerdo a nuestro actuar.

Quizás prueba de ello es cuando se celebran las fiestas del santo (a) patrón(a), entonces de todas partes –incluso del mundo- se congregan en el terruño para revivir las experiencias del pasado.
¿Por qué no poder potenciar esas experiencias que regresan del pasado y se hacen presentes o del presente que se vuelven a vivir y gozar una y otra vez llenas de emociones, imágenes, experiencias y recuerdos de felicidad; vivencias que retornan automáticamente y nos conectan con lo bueno que fue o es nuestra vida?

Como decíamos al principio, somos seres muy emotivos y quisiéramos que nuestros recuerdos del pasado y nuestras propiedades del presente mejoren, se vuelvan más productivas y luzcan mejor que antes; sin embargo, no queremos que cambien mucho, tenemos aversión a perder lo que ya tenemos, al extremo de que al verlas desconozcamos nuestros recuerdos, vivencias, parcelas, en conclusión nuestro terruño. ¿Una represa puede lograr mantener esos grandes recuerdos, esas vivencias grabadas y que al cerrar los ojos se vuelva a oler la leña o los aromas de la cocina de la abuela? ¿Grandes represas pueden hacerlo? (Dar de manera forzada a veces surte peores efectos que el no dar)

Algunas grandes obras de infraestructura claramente pueden contribuir a ello, por ejemplo aquellas referidas a acercar al terruño a los habitantes del mismo con sus congéneres, como las carreteras. ¿Otras grandes obras de infraestructura pueden hacerlo?1

Necesitaríamos muchas páginas para discutir qué tipos de obras de gran infraestructura deben realizarse y cuales no. Sin embargo, hay algunas “obras” en las que el Estado o las empresas privadas no “tendrán pierde” en cuanto se refiere a profundizar las emociones de los ciudadanos de las zonas rurales, ahondar sus vivencias que les permitan acentuar su felicidad por el futuro.

Esas “obras” son las que permiten a los ciudadanos elevar su producción y su acceso al mercado, sin manipulaciones de las mismas (que no serán autosostenibles en el tiempo). Obras insostenibles son aquellas que están desparramadas a lo largo del Perú, infraestructura prácticamente inservible de viveros, piscigranjas, centros de acopio lechero, etc., como muestra clara de que las manipulaciones de la oferta y la demanda no son sostenibles.

¿Qué se puede hacer al respecto, una gran represa? Quizás para responder se debe primero comprender de mejor manera el asunto; como se sabe, si se tiene claro cuál es el problema, se tiene solucionado el 70% del mismo. En las zonas rurales sí existe economía o mercados, solamente hay que potenciarlos y los mismos encontrarán sus cauces para hacerse autosostenibles y crecer. El papel del Estado y las Empresas del sector extractivo debiera ser el de despertar o acentuar la vocación productiva, los agentes económicos (productores y comerciantes) saldrán de la pobreza (para producir más) y sostendrán la demanda.

Pero, ¿cómo hacer para que esto no sea producto de la intervención de una iniciativa noble, pero momentánea del Estado o de las Empresas extractivas? ¿Cómo hacer que este tipo de intervenciones sean sostenibles y permitan generar confianza – bases sociales- para los Proyectos Social y Ambientalmente Amigables (PROSOCAMBA)? ¿Cómo hacer para que las intervenciones sociales no solo tengan efectos duraderos y que no dañen al sector extractivo, sino todo lo contrario?

Al parecer, la solución para ofrecer un equilibrado crecimiento de las poblaciones rurales y la acentuación de la demanda de sus productos puede lograrse sin necesidad de reformas estructurales excesivas, las cuales hacen que el poblador se encuentre en un mundo o terruño que no es el suyo, sin sus vivencias, costumbres y sabores.

¿Cuál es una de las fórmulas mágicas? En 2005 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), apoyó un sistema denominado “Uniones de Crédito y Ahorro – UNICAS” dirigido a familias de escasos recursos y basados en la confianza. El PNUD cuenta la historia de Lastenia Morales quien “era una mujer dedicada a las labores domésticas; vivía en el caserío de Cayaltí en Lambayeque y sus ingresos económicos se limitaban a lo que su esposo podía obtener en el campo. Aquel era un monto de dinero que no alcanzaba para darles una buena educación y alimentación a sus hijos, menos para soñar con un posible progreso familiar. Al paso de un tiempo corto, Lastenia y sus grupos de mujeres organizadas bajo este sistema, constituyeron cadenas productivas de negocios de maíz para llegar al mercado y satisfacer la demanda que pagaban buenos precios. Desde el 2005 en que se implementó las UNICAS y con el paso del tiempo, Lastenia – dice el PNUD- se convirtió en Secretaria de Asuntos Financieros de la Red Regional con el respaldo de 5 000 familias participantes del programa”.

Gracias al impulso de iniciativas como la de Lastenia, miles de familias se vieron beneficiadas y constituyeron lo que se denomina el “capitalismo popular”, que podría impulsar los sembríos de maíz, granadilla, lácteos, café, etc . Los productores gozarían de su propio capital y organización para llegar al mercado y atender la demanda en condiciones mucho más ventajosas frente a los intermediarios, de esta manera corregir las debilidades estructurales para llegar a la demanda.

Por otro lado, las 5 000 familias participantes por un promedio de cuatro adultos por cada una, son 20 000 personas impactadas por el “capitalismo popular”, que pueden impedir -sobre la base de la confianza en el desarrollo- verse conducidas en patrones autodestructivos. ¿No son acaso una extraordinaria base social, articulada y ligada por el desarrollo propio y la lucha contra la corrupción estatal? Corrupción que les hacen perder confianza en el desarrollo de sus querencias ¿Los Antisistemas podrán alguna vez tener una base en alguna región de esa magnitud y de esa complejidad? Base que pueda enfrentase al miedo y la intimidación de los Antisistemas. La respuesta quizás sea un poco heterodoxa, por cuanto actualmente las empresas extractivas donan prácticamente todo, mientras que en las UNICAS no donan nada, sino solamente contribuyen con difundir los conocimientos financieros elementales (llevar libro de caja, de préstamos, etc) , lo que hace que los ciudadanos tengan un plan equilibrado y sin dependencia excesiva del Estado o de las Empresas. La solución para generar bases sociales a favor de la inversión no está en “comprar” las bases, sino en estimular a que sean los propios agricultores o productores, que utilizando sus cosechas de granadilla, café u otro puedan invertir en sí mismos, trabajar autosostenidamente e innovar. Por otro lado, la modalidad de las UNICAS mantiene la felicidad de ser parte de un entorno propio, donde se pueda vivenciar los recuerdos, repetir las experiencias, pero de una manera mejorada no invasiva. Recordemos nuevamente que muchas veces los seres humanos somos emocionales antes que racionales y las decisiones sobre el futuro deben también comprender el pasado.

De otra parte, estas redes de confianza de las UNICAS permiten cambiar procesos psicológicos, como la “desesperanza aprendida” o la “indefensión”, por los cuales la población puede ser conducida a graves situaciones de postración por muchos años. Ejemplos como Cuba que ha pasado 56 años de sometimiento y claudicación de sus derechos; sin embargo, su pueblo no se reveló significativamente contra el Gobierno dictador. Ello puede ser cambiado con redes de confianza para el desarrollo como las UNICAS. Como dice el periodista británico, Martin Wolf en su artículo del 21 de noviembre de 2014 publicado en el Financial Times: “La pobreza no es solo la falta de recursos materiales, sino que socaba también la capacidad de pensar libremente”. Las UNICAS generan expectativas de éxito, bases sociales y confianza en el desarrollo, convierten un proyecto chico en un gran proyecto.

Apostemos por ellas. Sin duda deben ser parte de un plan de construcción de “bases sociales” a favor del desarrollo.

*Efecto crisálida: metamorfosis de una comunidad con bajos índices de calidad de vida hacia una significativa mejora de los indicadores socioeconómicos.

1. Aunque las grandes obras de infraestructura complementadas con las acciones de las UNICAS y otras, pueden lograr resultados sorprendentes.