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Shell fue la empresa que se interesó en la construcción y puesta en marcha de la regasificadora luego que fracasó el proyecto inicial que había comenzado a desarrollar la firma local GNLS (conformada por GDF-Suez y la japonesa Marubeni).

Aunque todavía la multinacional no definió si seguirá adelante con el emprendimiento, en caso de hacerlo la intención no es la de ejecutar un megaproyecto como el que estaba planteado.

El presidente Tabaré Vázquez indicó el viernes en el programa En la mira que cuando se decidió la construcción de la planta regasificadora otro era el contexto energético del país.

“En aquel momento nuestra matriz energética se basaba en el petróleo y sus derivados o en la generación de energía eléctrica a través de la hidráulica. Hoy la matriz cambió y tenemos la mayor proporción de generación de energía eléctrica a través de la renovable, amistosa con el medio ambiente. Tenemos una soberanía energética que no teníamos”, dijo el mandatario.

Por ese motivo incluso, la construcción de la planta regasificadora dejó de ser una prioridad para el gobierno. “El Estado uruguayo de manera única, exclusiva, no va a emprender el desarrollo del proyecto. Hay un interesado que es Shell que está evaluando muchos temas sobre el proyecto” manifestó Vázquez al respecto.

Como parte de ese estudio de viabilidad la multinacional analizó si la localización de la planta en Puntas de Sayago era lo más conveniente.

“Tenemos la mayor proporción de generación de energía eléctrica a través de la renovable, amistosa con el medio ambiente. Tenemos una soberanía energética que no teníamos”, reflexionó el mandatario.

Los técnicos de Shell abrieron el abanico a siete puntos en Montevideo y otros departamentos. Uno de los lugares en el que se pensó fue Piriápolis. Pero finalmente los técnicos concluyeron que la elección de Puntas de Sayago en el oeste montevideano fue la correcta.

En principio, la compañía había solicitado un plazo para definir la continuidad del proyecto que vence el 15 de junio próximo. Pero Vázquez informó que Shell pidió una prórroga para seguir evaluando su participación. “El gobierno está dispuesto a dársela, porque la empresa está estudiando en profundidad todos los aspectos, incluyendo el modelo comercial”, dijo el presidente.

Otro aspecto que decidió la multinacional es que producirá un volumen menor de gas al planteado anteriormente. El proyecto original incluía una regasificación de 10 millones de metros cúbicos al día con la posibilidad de ampliarla a 15 millones. “Shell definió, en función de abaratar los costos, que aquel megaproyecto no es viable”, señaló Vázquez.

La venta del excedente del gas producido luego de abastecer al mercado interno sigue siendo uno de los problemas que visualiza el gobierno. “El principal cliente es Argentina, pero hay que ver qué pasa con eso”, finalizó el presidente.

Fuente: América Economía