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El presidente de Buenaventura Ingenrieros S.A. (BISA), Carlos Santa Cruz, considera que el desarrollo minero de Perú necesita del respaldo de contratos sociales más pragmáticos pero justos, con lo cual mejorará el clima en las comunidades del entorno de los proyectos mineros. En declaraciones a ProActivo detalló además qué proyectos de cobre son clave y pueden impulsar el PBI nacional.

El mayor desarrollo de la minería en Perú requiere de contratos pragmáticos pero más justos que permitan mejorar el clima social en las comunidades del entorno de la actividad extractiva, sostuvo el presidente de Bisa, Carlos Santa Cruz.

“Es lo que tenemos que buscar. Una mezcla de pragmatismo con justicia es fundamental, no le demos más vueltas al asunto ni politicemos el tema. Somos un país privilegiado en recursos y necesitamos hallar fórmulas de acuerdo social viables para trabajar sin conflictos y propiciar un desarrollo sostenible duradero en las comunidades”, subrayó.
Dijo que los conflictos de la minería con la comunidad ocurren en casi todo el mundo, pero que lo importante es ventilar las coincidencias y las diferencias de manera transparente, buscando una salida, “que sea ganancia para el sector productivo, la sociedad y el gobierno”.

Señaló que en Perú se generó entre la población una desconfianza en el sector minero con posiciones extremas que afirman falsamente que esta actividad solo genera más pobreza, cuando la realidad es que la minería lleva obras sociales a las comunidades donde desarrolla sus proyectos.

“Ahora no hay un clima favorable para incentivar las inversiones (en el sector) y para las de más alto riesgo, menos, como son los proyectos de exploración”, consideró en declaraciones a ProActivo.

Sin embargo, indicó que en los últimos meses se ha visto una ligera recuperación de los precios de los metales, que podrían revertir progresivamente esa situación.

Minería para reactivar economía

Santa Cruz afirmó que, sin menoscabo de las otras actividades productivas y de servicios, el sector minero ostenta mayor capacidad para poder reactivar la economía nacional.

“Para lo cual, bastaría con potenciar el desarrollo cuprífero del país, un objetivo central que debe perseguir cualquier gobierno. Así, en los próximos 5 o 10 años lograremos incrementar la producción de cobre en un 30%, para estar en el orden de los 4 millones de toneladas de cobre fino contra los 2.7 de ahora, y con lo cual nuestra economía podría crecer significativamente”, explicó.

Remarcó que esa meta en producción cuprífera representaría unos 9 mil millones de dólares al año, equivalente a 2 puntos más de crecimiento, con lo cual nuestra economía podría trepar al 6 por ciento de crecimiento, “cifra que estamos ambicionando para poder seguir reduciendo la pobreza”.

Sobran recursos para alcanzar la meta

El empresario refirió que en el país existe potencial de cobre para explotar en el trapecio andino (Apurímac, Ayacucho, Huancavelica) donde ya se desarrollan grandes proyectos mineros como Las Bambas y Constancia; así como en Cajamarca, con los depósitos de La Encañada, La Granja, Cañariaco y Río Blanco, y a los que se agregan los que se pueden encontrar en Piura.

“Para poder explotar esos recursos se precisa de una estrategia efectiva para atraer la inversión billonaria que se requiere para desarrollar esos depósitos. Los de Cajamarca necesitan 20 billones y los del trapecio andino entre 10 y 15 billones, a lo que hay que sumarle la inversión en otros depósitos del resto de la minería nacional que seguirá expandiéndose”, detalló.

“Ahí tenemos una gran plataforma para el relanzamiento de nuestra economía, es un objetivo que deberíamos clarificar y discutirlo con seriedad, porque no tiene pierde”, aseguró.

Y acotó que aquello no quita que debemos seguir desarrollando el turismo, construcción y otros sectores que también son importantes para potenciar la economía local.

Desarrollo de clúster minero 

En otro momento, el ejecutivo manifestó que el Estado puede desarrollar en zonas mineras una mayor tecnología para desplegar un clúster industrial nacional alrededor de la actividad minera.

“No estamos muy lejos de eso, pero nos quedamos en la mitad del camino para consolidar la masa crítica que se requiere para desarrollar un clúster minero industrial potente. Entonces, tenemos que crecer un poquito más en producción con inversión nacional, extranjera o combinada y así poder lograr esa meta”, explicó.
Anotó que en la medida que la minería transite y evolucione, también podrá satisfacer las necesidades de otros sectores, como en Canadá y Australia.

“Involucra diversificación; cuando se genera un software para la minería, también se puede hacer para otras industrias. Es decir, que los ingenieros industriales y de programación que sirven en la minería, pueden hacerlo en otros sectores”, ilustró. •