Los inversores a nivel mundial escuchan constantemente acerca de sostenibilidad. La mayoría de las empresas cotizadas incluyen informes y programas de sostenibilidad, convirtiéndose en una realidad en la industria financiera. Durante años fue la renta variable la más favorecida por el creciente interés en fondos sostenibles ESG, pero según comentan expertos en la materia, como Pedro Santuy, Sales Manager ETF & Index Solutions para Iberia de BNP Paribas, los ETFs con sello ESG artículo 8 o 9 de renta fija recibieron casi el 35% de los flujos acumulados en el año.
Es por ello, que en la labor de Educación Financiera que Estrategias de Inversión y Asset Managers llevan desde hace años, la ESG también forma parte de ese aprendizaje y por ello aprovechamos el documento de EFPA España “8 conceptos que todo inversor en sostenibilidad debe dominar”, y este es el glosario que elaboró para facilitar la comprensión de algunos conceptos, como:
1. Bonos Verdes y Sociales
Son emisiones de deuda pública o privada a medio y largo plazo, cuyos ingresos se destinan a financiar proyectos con beneficios medioambientales o actividades de tipo social. Los Bonos Verdes se enfocan en proyectos que promueven la sostenibilidad, como energías renovables y eficiencia energética. Mientras tanto, los Bonos Sociales respaldan proyectos que buscan abordar problemas sociales y mejorar el bienestar de las comunidades. Estas emisiones representan una forma de inversión responsable que impulsa el cambio positivo y contribuye al desarrollo sostenible.
2. Blanqueo Ecológico
También conocido como greenwashing, se refiere a la práctica de promocionar falsamente beneficios medioambientales de un producto, servicio u organización para promover una imagen propia de preocupación y cuidado del medioambiente que no concuerda con la actividad real. Esta estrategia engañosa busca obtener una ventaja competitiva desleal al comercializar productos financieros o al promocionar las características de una empresa como respetuosa con el medioambiente, cuando en realidad no cumple con los requisitos medioambientales básicos. Es importante estar alerta y ser críticos ante las afirmaciones de este tipo para evitar caer en el engaño del blanqueo ecológico.
3. Criterios ASG (Ambientales, Sociales y de buen Gobierno)
También conocidos como ESG por sus siglas en inglés. Los criterios ambientales se centran en el impacto de las actividades de la empresa en el medio ambiente, como las emisiones de gases de efecto invernadero, la eficiencia energética o la contaminación. Por su parte, los criterios sociales abordan cuestiones relacionadas con las personas y la comunidad, como la salud, la educación, los derechos humanos y las prácticas laborales. Por último, los criterios de buen gobierno se refieren a la calidad de la gestión, la transparencia y la rendición de cuentas. La divulgación de información ASG es fundamental para que los inversores y otras partes interesadas evalúen la sostenibilidad y la gestión de riesgos de una empresa, y tomen decisiones informadas sobre sus inversiones, ya que los temas ESG pueden afectar al coste de capital de la entidad o el valor de su marca entre otros. Las temáticas ESG relevantes varían según el tipo de negocio y actividad de la empresa.
4. Greenium
Es un término utilizado en el mercado financiero para referirse a la prima que los inversores pagan por bonos verdes debido a su enfoque sostenible. Estos bonos suelen ofrecer rendimientos ligeramente inferiores a los bonos tradicionales de similares características, reduciendo los costos de endeudamiento para el emisor. Sin embargo, los inversores pueden estar dispuestos a pagar un precio ligeramente más alto debido a la creciente demanda por este tipo de inversiones. En definitiva, el Greenium refleja la valoración positiva del mercado hacia proyectos y empresas sostenibles.
5. Taxonomía Verde
La Taxonomía Verde es una clasificación establecida por la Unión Europea, basada en criterios científicos, que determina qué actividades económicas pueden considerarse medioambientalmente sostenibles. Su objetivo es proporcionar un marco de referencia para las inversiones sostenibles y prevenir el greenwashing. Esta Taxonomía establece criterios claros que permiten evaluar el grado de sostenibilidad medioambiental de una inversión o fondo.
6. Bonos Vinculados a la Sostenibilidad (SLB)
Son instrumentos financieros en los que las características y términos del bono están ligados al cumplimiento de objetivos de sostenibilidad o criterios ASG por parte del emisor. De este modo, a diferencia de los bonos verdes y sociales, los rendimientos de la emisión no se encuentran vinculados a proyectos o activos específicos, sino a los compromisos asumidos por la compañía. Estos bonos fomentan el compromiso y el progreso hacia la sostenibilidad, ya que están diseñados para incentivar a las empresas a mejorar su desempeño en materia de sostenibilidad dentro de un período de tiempo establecido.
7. Principales Incidencias Adversas (PIAs)
Se trata de los impactos negativos significativos en el medioambiente o la sociedad que pueden producirse como consecuencia de la inversión en una determinada empresa o emisor. Se miden a través de indicadores como las emisiones de gases de efecto invernadero, la huella de carbono y la diversidad de género, entre otros. Las PIAs fueron introducidas en el Reglamento de divulgación en materia de finanzas sostenibles de la Unión Europea (SFDR), que obliga a los gestores de fondos a informar de cómo se tienen en cuenta ese tipo de impactos a la hora de tomar decisiones de inversión.
8. Riesgos de sostenibilidad
Se trata de cualquier hecho o condición ambiental, social o de gobernanza que, de producirse, podría provocar un impacto material negativo en el valor de una inversión. Algunos de los temas relacionados con la sostenibilidad, como por ejemplo el cambio climático o la pérdida de la biodiversidad, constituyen grandes riesgos a nivel global, con lo cual es crucial para las empresas y para los inversores tomar en consideración cómo dichos riesgos pueden afectar a los modelos de negocio.