Javier del Río, vicepresidente de la Unidad de Negocios de Sudamérica de Hudbay Minerals
Javier del Río, vicepresidente de la Unidad de Negocios de Sudamérica de Hudbay Minerals, trabaja en la compañía desde el 2010. Lo ha hecho en Canadá donde está la casa matriz. En el 2012 viajó al Perú. «Empecé apoyando en diferentes facetas», añade.
¿Qué es lo que más ha cambiado en el sector minero?
Para mí las oportunidades siguen siendo las mismas. Se puede trabajar tanto con el Estado como con las comunidades. La idea es seguir trabajando bajo la visión del desarrollo sostenible con las poblaciones. A nosotros nos toca optimizar y ser competitivos.
¿De qué forma optimizan sus operaciones?
Nos preocupamos en la introducción de nuevas tecnologías. Solo en mejoras tecnológicas hemos gastado entre el 2017 y 2018, US$ 5 millones. McKinsey hizo un estudio en Sudamérica sobre las minas a tajo abierto, Constancia es la que tiene costos más bajos en tonelada molida. Somos una mina que mira al futuro.
¿Qué ve en el futuro para la compañía en el país?
Constancia no es nuestro punto final, es el punto de partida en el país. Nosotros queremos seguir creciendo.
¿Crecer con nuevos proyectos?
Crecer con Constancia y en el resto de nuestras concesiones. Tenemos propiedades adyacentes que son como 10 mil hectáreas, pero también tenemos 159 mil hectáreas para explorar y US$ 10 millones de presupuesto para hacerlo.
¿Cuántas hectáreas tienen en concesión?
En Constancia tenemos 32 mil hectáreas, que incluyen el tajo, el manejo de relaves, procesos, campamento y espacios de amortiguamiento. A ello hay que sumarle las 159 mil hectáreas.
¿Cuál es el tiempo de vida de Constancia?
Tenemos reservas hasta el 2034.
¿Cuál es el futuro inmediato de Constancia?
Estamos negociando con la comunidad con respecto al depósito satélite de Pampa- cancha, que son casi 39.9 millones de toneladas de cobre de reservas que tienen una ley superior a la que hoy tenemos. Se negocia con ellos, porque poseen los derechos de la superficie. A lo que apuntamos es a las propiedades adyacentes. Esta está al este de la mina.
¿Cuánta es el área de Pampacancha?
Alrededor de 10 mil hectáreas que se podrían explotar en un periodo de un año y tres meses si vamos al ritmo en que hoy está Constancia o en cuatro años si vamos por partes.
¿Cuándo debería de concluir la negociación con la comunidad?
Avanzamos bastante bien. Se trata de una comunidad de 5,000 personas de las cuales 500 son comuneros.
¿Esperan concluir la negociación antes de que acabe el año?
Es una pregunta que me gustaría contestar en el tercer o cuarto trimestre de este año. Se trata de un tema complejo que queremos que nos sirva de pie para iniciar las negociaciones con el ala oeste de Constancia.
En ese caso, ¿con cuántas comunidades negociarán?
Son más comunidades. Hay más involucrados y debemos definir bien los parámetros de la negociación de cara a una producción sostenible. Tenemos que ser realistas, los acuerdos implican desarrollo sostenible, no buscamos dar cash.
Pero deben pagar a los comuneros por las tierras…
Pero es un componente más de un todo.
En el ala este de Constancia, ¿qué perspectivas tienen?
Necesitamos hacer las perforaciones. Podría asumir que las reservas son más interesantes que Pampacancha.
¿Y qué buscan en el resto de sus concesiones?
Estamos buscando algo similar o superior a Constancia. El tamaño de la reserva de Constancia es de 300 millones de toneladas de cobre y le debemos añadir lo de Pampacancha. Luego de esta mina estamos mirando el resto del país con énfasis en el norte, y en Arequipa y Moquegua. Creo que tenemos buenos prospectos.
¿Están en etapa de exploración?
Sí, en el norte para ser más preciso estamos hablando de La Libertad. Tenemos también hectáreas de concesión en Áncash e Ica.
¿Por qué el énfasis en La Libertad, Moquegua y Arequipa?
Porque allí estamos más avanzados que en el resto de concesiones.
¿En alguna de estas tres zonas está la futura Constancia?
Esperamos tener buenas noticias, pero no sé aún si está la futura Constancia.
¿Son estos tres proyectos cupríferos?
Son de cobre que pueden tener una base de molibdeno y un pequeño componente de metales preciosos.
No son pocas las minas del sur, ¿hay la infraestructura para permitir la salida del mineral?
Insisto que la infraestructura país se ha ido moviendo adecuadamente en relación al crecimiento minero. Nosotros no hemos tenido ningún problema para enviar nuestros concentrados al mar ni para almacenarlos todo a través del puerto de Matarani.
¿Percibe, debido a la indecisión del Gobierno, de que las empresas deben sacar adelante los proyectos solo?
Las empresas tenemos el papel de promotoras. Ello implica buscar al Gobierno y buscar a las comunidades. La idea es sentarnos los tres, en nuestro caso somos facilitadores.
¿Ustedes perciben que hay un sector que se opone a la minería o la conflictividad se debe al incumplimiento de compromisos?
No diría eso, el Perú es un país minero desde la época del incanato.Creo que el te ma acá es la necesidad de un diálogo permanente y de comunicación constante y de la necesidad de un enfoque multiactor. Pienso que Estado, comunidad y empresa son el triángulo que te da la fórmula de éxito.
¿Ve que este triángulo está funcionando?
No hemos tenido problemas en ese sentido. No ha sido fácil, obliga a un diálogo permanente que involucra recursos, pero que se debe dar.
¿No ve sectores antimineros?
No los veo, tal vez lo que haya son sectores que necesitan entender más lo que es la minería. En nuestro caso enviamos pobladores a Canadá para que vean lo que se puede lograr con la minería y el desarrollo sostenible, que vean lo que las ciudades han logrado a partir de la minería.
El Gobierno planteó cambios a la ley del canon minero para que la distribución llegue directamente a las comunidades, ¿es una buena medida?
Estoy de acuerdo en el sentido de que el canon llegue y favorezca a las zonas donde están las operaciones. Ese componente me parece muy bueno.
Pese a que las comunidades no tienen personalidad jurídica en el país.
Pero el tema de fondo es que los beneficios de la minería se deben percibir mejor. Tiene que haber un acompañamiento, fortalecer las capacidades de gestión, las técnicas para que el dinero sea usado de la mejor manera. Debe ser para obras específicas en base a un plan de desarrollo.
¿Le preocupa la contradicción de que la minería está en las zonas más pobres del país?
Lo que pienso es que a lo largo de los años hemos sido un país bastante centralista con ausencia del Estado de aquellos sectores olvidados. Eso no viene desde ayer, esto viene desde hace muchas décadas. Hemos vivido de espalda a nuestra gente. Eso debe cambiar y nos está pasando la factura. Tenemos que mejorar los servicios de salud, escuelas. Mi percepción es que hoy hay más inversión en estos ejes de lo que había antes.
RELACIONES COMUNITARIAS
«Nuestro enfoque se basa en el concepto del desarrollo sostenible de la comunidad»
¿Cuál es su relación con la comunidad?
Hudbay es una empresa de Canadá y mucho de nuestros modelos (de relacionamiento) parten de las lecciones aprendidas. La relación con la comunidad es bastante buena.
¿Los comuneros son proveedores?
En muchos casos lo son, pero no solo eso, pues ser proveedor minero es un negocio que solo sirve hasta que la mina se va. Nuestro enfoque se basa en el concepto del desarrollo sostenible. Trabajamos las tierras con los agricultores de la zona, por ejemplo. Pretendemos crear cadenas productivas. Hacemos capacitaciones y pasantías. Educación es siempre lo que queda
¿Cuántas son las comunidades que están en su zona de influencia?
Directa son alrededor de cinco. Sin embargo, en el área de influencia indirecta, nosotros nos preocupamos por alrededor de 60 comunidades. Nuestra área de influencia es de aproximadamente 120 kilómetros a la redonda.
El Dato MCF:
- 1,900 millones de dólares planea invertir Hudbay Minerals en el desarrollo de un proyecto en Arizona.
- 3 millones de dólares invierte cada año Hudbay en el mantenimiento de la carretera nacional por la que traslada el mineral.
- 2012 fue el año en que empezó a construirse Constancia en Cuscos. Tres años más tarde empezó a producir de forma ininterrumpida.
Fuente: Diario Gestión