Se hace imperativo interconectar la infraestructura energética del Hemisferio Occidental- líneas eléctricas oleoductos y gasoductos- lo que permitiría incrementar sustancialmente la seguridad y perspectivas del sector a lo largo de la región, consideró el gerente de Energía de Latinoamérica y el Caribe del Banco Mundial, Philippe Benoit.
“Cuando hablamos de la región de Latinoamérica y el Caribe hay reservas y potenciales energéticos enormes, pero esta riqueza no esta distribuida homogéneamente, por lo que es necesario la integración energética del hemisferio”, agregó.
Dijo que actualmente la capacidad instalada de cada país es suficiente para atender la demanda regional energética pico, si la infraestructura estuviera interconectada, por lo que es un desafío lograr ese objetivo.
“Vemos un comercio incrementado entre las naciones de la región de todo tipo de bienes y servicios, incluyendo la migración de las personas, pero notamos poco comercio de energía y electricidad”, apuntó.
El funcionario destacó los esfuerzos en América Central, donde se estimula la construcción de una línea de interconexión eléctrica, eliminando restricciones y obstáculos para ello.
Sostuvo que para avanzar en esa dirección, es menester plantear esquemas innovadores de intercambio de energía, que no requieran armonizaciones regulatorias profundas en los mercados internos de los países involucrados y posibiliten maximizar beneficios, prevenir el abuso de poder de mercado, establecer mecanismos de cubrimiento de riesgos y de solución de conflictos.
Ceder para dar a todos
“Cuando hablamos de integración hay cierto tipo de soberanía que hay que ceder, decirle al socio que si bien es importante cumplir con las necesidades del mercado nacional, también lo es atender la de los mercados de nuestros vecinos para que todos se beneficien”, subrayó.
Anotó que así se puede llegar a un nivel más alto en el sector energético del hemisferio, y lograr una base segura para cada nación.