El cobre reanudó su ascenso el miércoles, ya que los analistas y ejecutivos esperan que el aumento de la demanda y la probable escasa oferta impulsen los precios aún más.
El cobre para entrega en mayo subía un 2,51% en las operaciones de la tarde, con los futuros a 4,1310 dólares la libra (9,088 dólares la tonelada) en el mercado Comex de Nueva York.
Este metal industrial es crucial en el impulso mundial hacia una economía más ecológica, y ahora mismo el mercado se enfrenta a una escasez de oferta.
La recuperación de EE.UU. tras la pandemia y el plan de infraestructuras de la Administración Biden están ayudando a impulsar los metales básicos.
Goldman Sachs ve los precios en una media de 11.000 dólares por tonelada en los próximos 12 meses, según Business Insider. Para 2025, el metal podría tener un precio de 15.000 dólares la tonelada, lo que supondría una subida del 66%, afirma Goldman en un informe titulado “El cobre es el nuevo petróleo”.
“Los debates sobre el pico de la demanda de petróleo pasan por alto el hecho de que, sin un aumento del uso del cobre y otros metales clave, la sustitución del petróleo por las energías renovables no se producirá”, afirma el banco.
Por lo tanto, la demanda aumentará significativamente, hasta un 900%, hasta los 8,7 millones de toneladas en 2030, estima el banco. Si este proceso fuera más lento, la demanda seguiría aumentando hasta los 5,4 millones de toneladas, es decir, casi un 600%.
El presidente de minerales de BHP para las Américas, Ragnar Udd, expresó su optimismo por una demanda creciente en el futuro en la Conferencia Mundial del Cobre de CRU en Chile.
“Un gran ejemplo son los vehículos eléctricos. Las señales políticas para la rápida adopción de los vehículos eléctricos (EV) fueron claramente favorables en los últimos (12) meses y hemos revisado al alza nuestras previsiones de penetración de los EV internos”, dijo.
“Estos vehículos utilizan cuatro veces más cobre que los coches de gasolina, y también necesitarán más infraestructura para conectar las estaciones de carga a la red”.
BHP espera que los objetivos mundiales de reducción de emisiones alineados con París dupliquen con creces la demanda de cobre y cuadrupliquen la de níquel en los próximos 30 años.
“Todo es cobre, cobre, cobre, cobre, cobre”, dijo el magnate minero Robert Friedland durante la Conferencia Mundial del Cobre de CRU.
Las empresas mineras tendrán que ser “verdaderos héroes” y los gobiernos tendrán que aceptar la industria si el mundo quiere hacer una transición exitosa hacia la energía y el transporte limpios, dijo el copresidente de Ivanhoe Mines.
El estratega de metales de Goldman Sachs, Nicholas Snowdon, afirma que las políticas medioambientales impulsarán un boom de capex a la altura de los años 70 y 2000 en el transcurso de la próxima década, y que el cobre es el núcleo de la transición a la energía verde.
“Calculamos que habría que invertir casi 16 billones de dólares en infraestructuras centradas en el medio ambiente para alcanzar los objetivos de descarbonización, frente a los 10 billones de dólares invertidos en China durante el último superciclo”, afirma Snowdon.
Fuente: Mining.com