Xavier Ochoa, gerente de Antapaccay.

Xavier Ochoa, gerente de Antapaccay.

Xavier Ochoa es el actual gerente de Antapaccay, una mina “satélite” de la antigua Tintaya, que ha permitido soluciones ambientalmente superiores para desactivar la agotada Tintaya. Ochoa, quien viene de la gerencia general de la mina argentina El Pachón, dará continuidad a las acciones de desarrollo productivo agroindustrial de las comunidades vecinas y asegura que entre Glencore y Xstrata hay una complementariedad que favorece a la empresa resultante. Aquí la entrevista concedida a ProActivo.

¿Qué ocurrió en Antapaccay desde que usted asume la gerencia general?

Arrancó la molienda de mineral en noviembre. Empezamos a producir concentrados, tuvimos la visita de Mike (Michael) Davis y Charlie Sartain y mostramos que ya estábamos en producción comercial.

A fines de diciembre hicimos el primer embarque marítimo completo, llenamos la bodega de un barco y una serie de hechos pequeños aumentaron la producción.

Teníamos una curva de rampa muy significativa, eran unas 50.000 toneladas por día de molienda. Ahora, empezamos a estabilizar la producción a 60.000.

Aún terminamos de comisionar algunos aspectos en la planta, que mejorarán su estabilidad, recuperación y ley de concentrados. A nivel mina, tenemos una pala grande que cumplió todas las expectativas geológicas.

Antapaccay nos ofreció una sorpresa agradable, nos dio óxidos de muy buena ley.

Cabe resaltar que se empalma con el final de la mina Tintaya. Al 31 de diciembre paramos la molienda de sulfuros de Tintaya y ahora la planta está en cuidado y mantenimiento; en condiciones de ser usada en otro yacimiento… es para cobre de alta ley y cobre nativo.

Suspendimos las operaciones del tajo porque se agotó el mineral económico. Ahora el equipo está fuera y la mina Tintaya se está convirtiendo en una laguna. Eso nos permite desactivar las relaveras y concentrarnos en una solución ambientalmente superior, que posibilita el relleno de la mina vieja.

¿Qué tipo de mina es Antapaccay?

Es una mina nueva, a 14 kilómetros de la mina Tintaya. Con ella pasamos de 20.000 toneladas por día de tratamiento de mineral a 60.000 y actualmente vamos hacia 70.000 toneladas por día, con reservas cubicadas de 1.100 millones de toneladas.

Tintaya fue un skarn y pasamos a un pórfido masivo, entonces al hablar de Antapaccay hay que pensar que cambia la escala de lo hecho en Tintaya y que usamos tecnología de punta en planta y en mina.

¿Qué magnitud tiene la nueva mina?

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Son 18 años de vida útil, con el material cubicado en reservas y con prospección, son 20 años de producción. Es una mina de cobre, con algunas trazas de oro y plata -normalmente de los pórfidos- que no mueven la ecuación económica a nadie. La inversión es de 1.400 millones de dólares.

Dará empleo en planilla a unas 1.300 personas, más contratistas -entre 200 y 800- dependiendo del tipo de parada y mantenimiento en la planta.

Las leyes son 0.7% de cobre, pero aún tratamos algunos stocks de mineral de Tintaya con leyes que exceden el 1% de cobre.

¿Cuál es la demanda en energía?

Estamos en 110 Mw si operáramos todo simultáneamente pero en consumo por debajo de los 100 Mw. Todo es por línea que viene principalmente de la central hidroeléctrica Machu Picchu. Hay una subestación Tintaya de 138 kV y de ahí subimos a 220 kV para alimentar la planta de Antapaccay. Al respecto, el gobierno tiene previsto en el lugar una línea regional en 220 kV.

¿Habrá otros yacimientos?

Son los brownfields, que sin ser satélites de Antapaccay están en nuestro distrito inmediato. Promete pronto desarrollo Coroccohuayco, con posibilidad de ser una mina subterránea con un método de extracción masiva para tratar de alimentar esa planta de 20.000 toneladas que tenemos guardada.

Realizamos una campaña de evaluación geomecánica y tenemos un yacimiento cercano, que nos permitiría considerar una operación usando nuestra planta de óxidos. Es el yacimiento Callohuinicunca que sería más grande que Coroccohuayco pero no tiene perforación ni evaluación geológica más allá de los indicadores de exploración. En total son, Callohuinicunca, Coroccohuayco y el yacimiento de óxidos.

¿Cuál es la sinergia con Las Bambas? ¿Habrá ducto?

En que el transporte del concentrado que se producirá en Las Bambas seguirá la misma ruta de los concentrados de Antapaccay. Saliendo de Espinar a Imata y en Imata los concentrados de Las Bambas serán cargados en ferrocarril para llegar al puerto de Matarani.

El proyecto original involucra un ducto de concentrados y la planta de filtros en Antapaccay. Sin embargo en primera instancia podría producirse concentrados y transportarse por camiones.

¿Cómo se relacionan con la comunidad?

La más cercana es Yauri, con una buena relación, pero con focos de conflicto porque hay distintos grupos con diversas ópticas en la comunidad. Hay los que creen que es insuficiente lo que la comunidad recibe de la minería; y los que piensan que es cuestión de integrar más la economía local con la de la mina.

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¿Qué acciones tienen para el desarrollo comunitario?

Damos continuidad a una serie de acciones de desarrollo productivo agroindustrial, que es la industria nativa de la zona.

Por ejemplo, potenciamos el desarrollo de una planta lechera, que inclusive se vende en Lima con la marca de D`Altura que son quesos, leche y yogurt. Desarrollamos un centro de estirado de lana de alpaca para generar un ingreso a la comunidad con su comercialización.

¿Hay estímulo a las actividades artesanales?

Sí, a través de potenciar a los clubes de madres, ellas hacen la tejería y tienen productos de muy buena calidad que empiezan a conocerse en Arequipa y Cusco como algo más industrializado pero que aún es tejería artesanal.

Además, queremos potenciar la parte agrícola en cultivo de forrajes y otros que se requieren para la ganadería. Eso también va de la mano en reforzar la educación agroganadera en los jóvenes y generar un impulso transversal a la educación mediante el Centro Regional de Estudios Especiales (CREE) que sirve de núcleo para la parte práctica de la educación y proveer de educación especial a los maestros.

Hay un abanico de posibilidades para que la educación en el aula sea del más alto nivel y lo vemos con los ingresos de los estudiantes a la Universidad Nacional San Antonio Abad, que tiene su recinto en Espinar. Ahora empieza un paradigma, si los chicos están más educados e ingresan a la universidad ¿dónde está la salida laboral que desean?

En un contexto más grande, Espinar empieza a ver que surgen otras actividades mineras, con sus conflictos y todo. Está el proyecto Constancia en etapa de construcción y otro de oro en espera; hay un potencial interesante del lado minero.

Creo que ha sido un deber pendiente desarrollar el turismo en Espinar porque desde el punto de vista paisajístico y de ruinas arqueológicas hay mucho que ofrecer.

¿Dónde están los atractivos?

A 4.000 metros. Por carretera son 240 kilómetros al Cusco que es principalmente pavimentada y unos 300 kilómetros hacia Arequipa con la mitad del camino afirmado.

¿Esas carreteras se concretaron por la empresa?

Nuestro aporte principal es la carretera de Imata a Espinar. Tomamos un acuerdo con el ministerio, del mantenimiento de la ruta, dado que el principal usuario hasta ahora ha sido Tintaya – Antapaccay.

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Ahora surgen otros usuarios y seguimos colaborando porque no podemos dejar la ruta a la deriva y arriesgar la seguridad de nuestra gente y de nuestros vecinos.

¿Hubo aportes para la distribución eléctrica?

En la estructura de la red eléctrica hay ciertos cobros mixtos, en el sentido que la red desarrolla los suministros si se paga las porciones de suministro que son específicas. Pero históricamente la fuente de energía para Yauri y la provincia de Espinar ha sido Tintaya. Desde épocas que era del Estado había una planta diesel que puso el primer tendido eléctrico a Yauri.

Entonces, cuando hay cortes de energía a nivel sistema, proveemos la energía a la ciudad.

La Ley de Consulta Previa ya es un instrumento. ¿En que se plasma en el accionar de ustedes?

Se plasmó en el caso de Antapaccay con la misma consulta previa que hubo que hacer al ingresar el Estudio de Impacto Ambiental.

Conforme desarrollemos proyectos avanzados de exploración habrá que tener consulta con las comunidades y eventualmente para una explotación tendremos que volver a tener un proceso de consulta, que por lo general se circunscribe a la cuenca en la que te ubicas. Son procesos amplios, no es solo la comunidad inmediata.

¿Sobre Glencore Xstrata ¿Cómo será esa nueva empresa? ¿Cuál será el avance?

Todavía estamos en un proceso de integración, no somos la misma compañía hasta este momento, existe toda la intención porque todavía está full el proceso de aprobación, estamos conociéndonos, hay muchas cosas que son totalmente complementarias porque los ejes de fortaleza de las compañías son distintos.

Glencore ha desarrollado una habilidad para maximizar la rentabilidad del producto y nosotros desarrollamos una habilidad para generar producto a futuro y maximizar la rentabilidad de la producción.

En ese contexto creo que son altamente complementarias, la empresa resultante será sumamente interesante y ágil para hacer muchas cosas, va a ser bueno para todos pero es un proceso de cambios y los cambios son siempre un poco difíciles.

¿Cree que hay seguridad energética?

Sí, en este momento no estamos vulnerables desde el punto de vista energético. A través del COES se gesta el desarrollo de una espina dorsal que provea una buena seguridad eléctrica.