Con el objetivo de reforestar la sierra moqueguana, con el apoyo de Anglo American se sembraron 10 mil plantones de queñua en la comunidad de Quequesane, ubicada en el distrito de Cuchumbaya. La jornada reunió a autoridades regionales, representantes del Serfor, comunidades locales y la empresa minera, en una acción conjunta orientada a la recuperación de ecosistemas altoandinos.
La actividad formó parte del 484° aniversario de la ciudad de Moquegua y se desarrolló en zonas consideradas prioritarias para la recuperación ambiental: Soquesane, Cuellar y Huacaluna. En conjunto, la meta es restaurar 60 hectáreas de bosques altoandinos mediante campañas sucesivas de plantación que permitan recuperar la cobertura vegetal y fortalecer los servicios ecosistémicos de la región.
Plantones de queñua provenientes del invernadero inteligente de Quellaveco (Anglo American)
Los árboles utilizados fueron cultivados en el invernadero inteligente de Quellaveco, un espacio diseñado para reproducir especies nativas bajo condiciones controladas que favorecen su supervivencia en zonas de altura y climas extremos propios de la sierra sur del país.
“Con nuestro invernadero inteligente contribuimos a la recuperación de especies nativas que son esenciales para la región. Este esfuerzo forma parte de nuestra visión de minería responsable y se fortalece gracias al trabajo conjunto con el Gobierno Regional y las comunidades, una sinergia que permite obtener resultados concretos para Moquegua”, señaló Miguel Morales, gerente de Medio Ambiente de Anglo American.
La recuperación de bosques de queñua no solo favorece la conservación de la flora y fauna de altura, sino que también mejora la retención de agua en cabeceras de cuenca y puede generar oportunidades vinculadas al turismo de naturaleza y a programas de manejo sostenible del territorio.
Un árbol clave para los ecosistemas
La queñua, poco conocida fuera de los Andes, es un árbol nativo capaz de crecer por encima de los 4.000 metros de altitud. Su presencia es fundamental para regular el agua en la cuenca, proteger el suelo frente a la erosión y mantener la biodiversidad de la puna. La tala histórica y las presiones sobre el territorio han reducido drásticamente sus bosques, por lo que su reforestación se ha convertido en una prioridad para diversos programas de conservación.
Con esta intervención, Moquegua busca posicionarse como una región que impulsa iniciativas de restauración ecológica en alianza con instituciones públicas, comunidades y el sector privado.


