Por: Johana Herrera

La Covid -19, la muerte de un ser querido, el matrimonio, el nacimiento de un hijo, la mudanza de tu hijo, entre otros eventos, forman parte de nuestro ciclo de vida.  Muchas veces, éstos alteran el regular funcionamiento de nuestra familia y generan crisis. Algunas son parte de natural este hermoso camino que llamamos vida y otras pueden ser inesperadas.

Existen diferentes tipos de crisis:

  • Crisis Evolutivas: Son los cambios esperables son parte de este desarrollo evolutivo y no las podemos evitar. Usualmente, necesitamos un tiempo para adaptarnos a los nuevos desafíos y continuar. Por ejemplo: la adolescencia, el matrimonio, el nacimiento de un primer hijo.
  • Crisis Inesperadas: éstas suceden de manera inesperada, brusca no planificadas. No son parte del ciclo evolutivo. Ejemplo: un robo, divorcio, la muerte por accidente o enfermedad.

Las crisis van a existir siempre, de una u otra manera. Por ello, aquí les comparto algunas recomendaciones para hacer frente a estas situaciones:

 

  • Acepta: la vida esta llena de cambios por los cuales tendremos que pasar. Acepta que lo único estable son los cambios y que no puedes controlar todo lo que sucede en a tu alrededor.
  • No te compares: cada uno tiene su propio proceso y ritmo. Piensa en ti y pregúntate cómo lo estas haciendo y si necesitas ayuda. Si fuese, este último el caso, búscala.
  • Mira hacia adelante: si bien reconcomer las dificultades o errores es importante, no te quedes en el pasado. Busca soluciones para afrontar el futuro con este nuevo cambio. Ello ayudará a adaptarte con más rapidez.
  • No culpes: La culpa busca justificar el pasado y evitar el cambio. Asume aquellas responsabilidades que si nos corresponden (no la de otros) y sigamos adelante. Piensa en que sí se puede hacer y que puedes hacer diferente.

Recuerda que las crisis son parte de nuestra vida y no las podemos evitar. Aceptarlas y mirar hacia adelante es la clave para crecer.