Unión de Cervecerías Backus y Johnston es una empresa comprometida con el Perú y su gente; que busca contribuir con el desarrollo económico, social y ambiental del país, dijo su directora de Desarrollo Sostenible, Planeamiento y Asuntos Corporativos, Magdalena Morales Valentín. En entrevista con ProActivo la ejecutiva explicó cómo la empresa asumió la responsabilidad social como parte de su modelo de gestión.

¿Cómo aplican la RSE en Backus?

Tenemos mucho tiempo en el tema de desarrollo sostenible y responsabilidad social. En la última década trabajamos con diez prioridades: Desalentar el consumo irresponsable de bebidas alcohólicas; reducir del consumo de agua, de energía y emisiones de carbono; reusar y reciclar empaques, revisar las operaciones de desperdicio, también el respeto irrestricto a los derechos humanos, trabajar con las comunidades donde estamos presentes; y la ética y transparencia. Todo ello como parte de la cultura que atraviesa a la organización.

¿Qué rol cumplen las empresas?

Presencia a nivel nacional. De hecho, generan y distribuyen riqueza brindando empleo y con el pago de tributos como corresponde. En su filosofía y manera de actuar buscan de manera responsable la sostenibilidad para ellos y para los skateholders con los que se relacionan. Con su entorno, con las comunidades, con los proveedores, los clientes, los colaboradores y sus grupos de interés.

¿Qué programas impulsaron?

Una cadena de productores de maíz amarillo duro en cinco hectáreas del valle de Jequetepeque y el consumo responsable. Además tenemos campañas para sensibilizar al consumidor sobre una forma responsable de consumir nuestro producto y evitar el consumo a menores de edad. Apoyamos “Al amigo elegido”, de la mano con autoridades y otros grupos de interés.

¿Qué efecto tuvo el amigo elegido?

De acuerdo a los informes y a las estadísticas que existen del gobierno, es una campaña con impacto en la reducción de los accidentes e incidentes generados por personas que toman bebidas alcohólicas. Se ha reducido en un 5% entre un año y otro. Además hay una sensibilización y nivel de recordación que ha motivado utilizar otros mecanismos para evitar el tema de beber y conducir.