Por: Eduardo Ramos, Socio en MOAR Abogados
Una reflexión personal del 2022. Este año estuvo marcado por una recuperación definitiva de los niveles de demanda prepandemia, incluso ya fueron superados teniendo un crecimiento corto pero interesante. En el 2022 también experimentamos los efectos del alza de precios de commodities, que se sumaron a deficiencias internas y llevaron a escasez de gasolinas y la necesidad de rescatar financieramente a Petroperú. También experimentamos en el último trimestre precios históricos de costos marginales del SEIN y ataques a infraestructura energética crítica.
A continuación, algunos temas energéticos que creo destacarían en el 2023:
1.- Seguridad Energética: habrá que tomar medidas para mitigar los efectos en la falta o retraso de lluvia y salvaguardar la infraestructura de energía crítica. Construir nuevos embalses para “guardar agua para Mayo” o trabajar en conexiones con otros países para exportar ante momentos de escasez.
2.- Petroperú y qué hacemos con ellos (privatizar): Su salud financiera será clave para el abastecimiento de combustibles en el país. Para ello deberá cumplir sus planes de reestructuración y dar paso a la inversión privada, tal como está previsto en las normas. Ello en cuanto decidamos continuar con la visión de política energética de tener una noc, lo cual es una discusión pendiente.
3.- Petroquímica y fertilizantes: Teniendo gas y polos petroquímicos definidos, sería oportuno incentivar la producción local de fertilizantes para nuestro agro local y de exportación. Para ello, debemos recuperar la confianza en el inversionista.
4.- Electromovilidad y generación distribuida: Los precios internacionales de combustibles seguirán volátiles en el 2023. La electromovilidad en transporte de carga y pasajeros (sumada al uso de corredores azules de gas natural) podría aliviar. Por su parte la generación distribuida permitirá reducir los momentos de precios altos que se presenten en determinados nodos del sistema.
5.- Transición Energética: Las metas de carbono neutralidad están cada vez más cerca: 2030 y 2050. Por tanto, hay que acelerar el paso hacia promover más energías renovables y eficiencia energética. Existen fondos para ellos, por lo que será necesario voluntad política para articular los esfuerzos del sector privado.
Finamente, desearles una Feliz Navidad y un Feliz Año 2023, reafirmando para un nuevo año el compromiso de compartir contenido siempre con una buena energía.