Más adelante, como resultado del auge actual de la inversión, la producción minera seguirá incrementándose.

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El sector minero peruano inicia un nuevo ciclo de inversión, en particular en minas de cobre, en un contexto en el que los precios de los metales cubren los costos de producción y donde los costos de financiamiento aún son relativamente bajos. El nuevo ciclo de inversión minera le dará un soporte importante al crecimiento de la actividad en 2019, señala el informe elaborado por los economistas Vanessa Belapatiño, Yalina Crispin y Francisco Grippa, Economista Jefe de la Unidad de Perú de BBVA Research.

El informe indica que la inversión se concentra principalmente en tres proyectos: Quellaveco (con una inversión total de más de US$ 5 mil millones), Mina Justa (US$ 1,6 mil millones), y la ampliación de Toromocho (US$ 1,3 mil millones).

El inicio de este nuevo ciclo de inversión minera se da en un contexto en el que los precios de los metales cubren los costos de producción y en el que los costos de financiamiento aún son relativamente bajos.

La inversión minera aumentó el año pasado hasta cerca de los US$ 5 mil millones (+26%) y seguirá incrementándose este año, superando los US$ 6 mil millones. Este mayor gasto, que equivale a siete décimas de punto porcentual del PIB según nuestras estimaciones, le dará un soporte importante al crecimiento de la actividad en 2019.

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El nuevo ciclo de inversión minera incidirá positivamente sobre la producción de distintas ramas de la industria y los servicios. En el pasado, la producción de materiales de construcción, de materiales de transporte, y de sustancias químicas básicas, entre otras, se han movido de cerca con la inversión minera.

Por el lado de la producción, la extracción de metales se estancó en 2018 por problemas transitorios de oferta en minas cupríferas (explotación de zonas de baja ley del mineral, problema geotécnico en una mina grande) y agotamiento de algunas unidades auríferas

Estimamos que en 2019 la producción minera rebotará (expansión de poco más de 4%) debido a la normalización de la extracción de cobre y del ingreso en operación de las ampliaciones de Toquepala (cobre) y Marcona (hierro) Perú.

Más adelante, como resultado del auge actual de la inversión, la producción minera seguirá incrementándose. En el caso particular del cobre, la producción aumentará desde un nivel actual de TM 2,4 millones a más de TM 3 millones en 2024.

Como en el caso de la inversión, el aumento de la producción minera incidirá positivamente en otras ramas productivas, sobre todo en la manufactura y en servicios.

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Además de los proyectos que se encuentran actualmente en construcción, existen otros proyectos en cartera, es decir, que vienen completando los estudios que se requieren. El monto de inversión conjunta en estos proyectos asciende a más de US$ 10 mil millones. También hay otro grupo de proyectos en cartera postergados principalmente por conflictos sociales.

Con respecto a la competitividad del sector minero peruano, este destaca por el potencial geológico y costos de producción relativamente bajos. En lo que hay espacio de mejora es en las políticas que favorecen la inversión en el sector, en particular la regulación laboral, los acuerdos socioeconómicos con las comunidades en donde se ubican los proyectos, y en la seguridad de estos.

El Gobierno viene trabajando en políticas para reducir los trámites y simplificar los procesos en el sector, mejorar las normas que regulan la actividad, promover un entorno social más favorable a la inversión, y realizar intervenciones según la realidad de cada proyecto. La competitividad minera peruana será mayor en la medida que estas políticas se materialicen.

Finalmente, por el lado de los precios de los metales, estos disminuyeron en 2018, entre ellos el del cobre, en un entorno de mayor incertidumbre sobre el crecimiento mundial. Esta mayor incertidumbre recogió el escalamiento de las tensiones comerciales, sobre todo entre EEUU y China; señales más acentuadas de moderación del crecimiento mundial; y, en ese contexto, la continuación del ajuste monetario en EEUU

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Sin embargo, en lo que va de 2019, el panorama de precios mejoró: la Reserva Federal de EEUU ha adoptado un tono más cauteloso en el ajuste de las condiciones monetarias y hay señales de avance en las negociaciones comerciales entre EEUU y China.

Los elementos que en el corto plazo incidirán sobre el precio del cobre en nuestro escenario base son la moderación del crecimiento de China (que demanda alrededor de 50% de la producción mundial de cobre), la cercanía del fin del ajuste monetario en EEUU, preocupaciones sobre la desaceleración del crecimiento mundial que irán disipándose (sobre todo en el segundo semestre), tensiones comerciales que no escalarán más, problemas de oferta en algunas minas grandes, e inventarios que se ubican actualmente en niveles relativamente bajos. En el balance de estos elementos, anticipamos que el precio promedio anual del cobre se ubicará entre US$ 2,80 y 2,85 por libra en 2019 (US$ 2,96 por libra en 2018). Con estos precios, las minas peruanas actualmente en construcción son rentables.

Más adelante, el precio del cobre encontrará soporte en la creciente demanda de industrias como, por ejemplo, la de vehículos eléctricos.