plataforma de petróleo

(Foto: Reuters)

Una posible victoria de Pedro Castillo (Perú Libre) sobre Keiko Fujimori (Fuerza Popular) en las elecciones presidenciales puede pesar sobre la incipiente recuperación de la industria petrolera en el país, que está lidiando con un menor gasto y esporádicas interrupciones debido a asuntos con las comunidades locales, advirtió Bloomberg Intelligence (BI).

Patricio Álvarez, analista de Industria de BI, expuso que desde el lado de Castillo se apoyan reformas regulatorias y fiscales que podrían obstaculizar la inversión en petróleo, minería y exploración y producción.

Riesgo político subyacente

Si bien puede aliviar -en parte- un sentimiento negativo la confirmación de que un eventual Gobierno de Pedro Castillo no buscaría reformas intervencionistas, la reacción del mercado a su posible elección muestra una mayor incertidumbre política que envuelve al país.

Al inicio, Castillo se comprometió a hacerse cargo de los medios de producción y los recursos naturales, alarmando a los ejecutivos de la industria petrolera. Luego, cambió de opinión y confirmó que no buscaría la nacionalización, pero reiteró que se necesitaba una reforma fiscal importante del sector petrolero y minero.

“Aunque una presidencia de Castillo puede empañar las perspectivas de petróleo y gas del Perú, creemos que es poco probable que se realicen reformas constitucionales significativas en el corto plazo, dado el Congreso profundamente fragmentado de la nación”, refirió BI.

Sector petrolero

Ante la interrogante: ¿es mala la presidencia de Castillo para el sector petrolero del Perú?, BI responde que la elección del candidato podría no ser bien recibida por la industria petrolera nacional, agregando una capa de incertidumbre política a la incipiente recuperación del sector.

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Castillo candidateó en un partido que exige más control estatal y mayores impuestos sobre los activos de hidrocarburos, al tiempo que amenaza con revisar los acuerdos de estabilidad fiscal y de inversión a largo plazo; mientras que su contendiente Keiko Fujimori se comprometió a extender políticas favorables al mercado, remarcó el autor Patricio Álvarez.

Exploración y producción

La salida de empresas independientes de exploración y producción refleja un mayor riesgo sobre el suelo en la región amazónica del norte del Perú. Un historial de sabotaje de infraestructura dirigido al Oleoducto Norperuano (ONP) muestra una fuerte oposición de la comunidad local al desarrollo petrolero en la cuenca del Marañón.

Esto resultó en cortes prolongados en los ductos que pudieron haber llevado a la salida de Frontera del Bloque 192 después de que su contrato de servicio temporal caducara en febrero. Además, GeoPark ­rescindió su contrato en el Bloque 64 no productor (Morona) después de un periodo de fuerza mayor de un año vinculado a demoras en la obtención de permisos ambientales.

El ONP, que sufrió más de 30 interrupciones de terceros en los últimos siete años, da servicio a los lotes 192 y 95, y está ubicado cerca de los lotes 39, 64 y 131, que contienen la mayor parte de las reservas.

PetroTal

El riesgo político de una posible presidencia de Castillo no representa un riesgo importante para las perspectivas de PetroTal, dado que las reformas regulatorias y fiscales significativas pueden ser difíciles de implementar en el corto plazo en medio del Congreso fragmentado del Perú. Aun así, el campo central Bretaña de la compañía en el lote 95, en Loreto, está expuesto a interrupciones en la superficie a través de su principal ruta de transporte, el ONP.

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Minería

Hasta que se aclare el entorno político, no se espera que Perú, el segundo proveedor de cobre, reciba nuevas inversiones importantes. “Hasta que haya mayor certeza sobre la situación política y las implicaciones para la industria minera, no esperamos ver que se aprueben muchos proyectos a largo plazo para su desarrollo por parte de las empresas mineras”, dijo Colin Hamilton, director gerente de investigación de materias primas de BMO Capital Markets, en una nota a los clientes.

Citigroup ve mandato débil de Pedro Castillo si gana

El equipo de mercados emergentes de Citigroup prefiere la deuda de países latinoamericanos como Perú, Brasil, México y Argentina, donde los vientos en contra específicos comienzan a desvanecerse.

“Con elecciones en Perú y México, las discusiones del FMI en Argentina y la ola covid-19 en Brasil desapareciendo, las posiciones largas tácticas tienen sentido”, escribieron analistas de Citi, incluidos Eric Ollom y Donato Guarino.

En Perú, el candidato presidencial Pedro Castillo parece estar casi seguro de asumir la Presidencia, pero el estrecho margen de la victoria implica un mandato más débil y será difícil lograr reformas más importantes en la legislatura, señalaron.

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La deuda corporativa del Perú ha recuperado parte de la liquidación poselectoral, ya que la estrechez de la victoria implica que “una agenda radical no obtendría apoyo en el Congreso”. Además, Citi ve la nacionalización de activos privados poco realista.

BCR puede tener menos espacio para mantener tasa

Si el candidato Pedro Castillo se convierte en el próximo presidente del Perú, el Banco Central de Reserva (BCR) podría tener menos espacio para mantener la tasa de interés de referencia en 0.25%, escribió el economista jefe de TPCG Valores, Juan Manuel Pazos, informó Bloomberg.

“Una victoria de Castillo podría desencadenar fuga de capitales, debilitando el sol y contribuyendo aún más a una menor demanda de dinero y una mayor inflación, reduciendo espacio del BCR para permanecer en espera”, escribió.

La inflación más alta de lo esperado en EE.UU. puede llevar a la Fed a eliminar la política monetaria acomodaticia, lo que presionaría más al BCR para que suba las tasas, dijo Pazos.

TPCG espera la primera subida de la tasa de interés del BCR en el tercer trimestre, mientras que los precios del mercado sugieren mediados del 2022.

“La falta de confianza en la nueva administración, potencialmente agravada por un cambio en el liderazgo del BCR y combinada con una tasa real de -2%, podría ser suficiente para desencadenar una caída en la demanda de dinero. Una normalización de la política monetaria de Estados Unidos endurece aún más la situación”.

Fuente: Gestión