Eletrobras-Brasil

Brasil se dirige a renunciar a su participación mayoritaria en la empresa de energía eléctrica más grande de América Latina, Eletrobras, a través de una venta de acciones que podría recaudar US$7.000m, la mayor privatización del país en más de dos décadas.

Centrais Elétricas Brasileiras SA, como se conoce formalmente a la empresa con sede en Río de Janeiro, está emitiendo nuevas acciones mientras que el banco nacional de desarrollo BNDES está vendiendo parte de su participación en la empresa de servicios públicos en un acuerdo que se espera sea valorado después del cierre de los mercados el jueves. En una rara victoria para la iniciativa de privatización del presidente Jair Bolsonaro, es probable que las ganancias se utilicen para financiar subsidios y otras medidas de ayuda antes de las elecciones de octubre.

La participación del Gobierno se diluirá a menos del 50% de las acciones con derecho a voto después de la venta. Con un valor estimado de 34.000 millones de reales según el precio de cierre de la acción el 8 de junio, podría ser el segundo acuerdo de capital más grande a nivel mundial este año.

Después de años de hablar de privatizar Eletrobras, el acuerdo fortalece las credenciales del ministro de Economía, Paulo Guedes, en su impulso para reducir el tamaño del Estado. También llega en un momento en que Bolsonaro, que se ubica tras el candidato de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva en la carrera presidencial, necesita tranquilizar a los inversionistas que cuestionan su compromiso con una agenda liberal y, al mismo tiempo, aumentar su popularidad entre los brasileños que lo culpan a él por la inflación galopante del país. El acuerdo puede ayudarlo en ambos frentes.

“Es una grata sorpresa”, dijo Silvio Castro, socio fundador y director de inversiones de Grimper Capital en São Paulo, señalando que la ventana para la venta se estaba cerrando rápidamente a medida que el país se acercaba a las elecciones. “Podría dejar espacio para que el debate sobre la privatización gane fuerza”.

El efectivo de la venta financiará una reducción en las cuentas de electricidad y posiblemente una serie de medidas propuestas por Bolsonaro para bajar los precios del combustible y controlar la inflación. Los precios al consumidor, que han subido casi un 12% anual, se han convertido en un tema decisivo para la campaña de reelección de Bolsonaro.

Brasil reveló planes para privatizar Eletrobras en 2017, bajo la presidencia de Michel Temer. Sin embargo, el proceso solo cobró fuerza en los últimos meses, luego de que el Gobierno cediera a varias demandas de los legisladores, como aceptar la construcción de varias centrales termoeléctricas que funcionan con gas natural, lo que requerirá ductos y líneas de transmisión.

“Irónicamente, la venta agarró fuerza en un momento de frustración con la agenda liberal”, dijo Elena Landau, una economista que contribuyó a un impulso de privatización en la década de 1990 mientras trabajaba en el BNDES. “Parece una excepción, como si fuera una respuesta a inversionistas ”.

Políticas divergentes

La venta de Eletrobras también subraya un importante desacuerdo ideológico entre los principales candidatos a la presidencia de Brasil. Si bien Bolsonaro se comprometió a seguir adelante con el programa de privatización si es reelegido, poniendo al productor de petróleo Petróleo Brasileiro SA en el centro, Lula ha criticado duramente el proceso y prometió revertirlo si gana las elecciones.

Las privatizaciones adicionales se detendrían con Lula, pero su amenaza de cancelar la venta de Eletrobras es en gran parte retórica, ya que requeriría que el Gobierno obtuviera la autorización del Congreso para gastar una gran suma de dinero para recomprar las acciones. También generaría dudas sobre la voluntad del nuevo Gobierno de respetar los contratos, posiblemente asustando a los inversionistas.

El acuerdo de Eletrobras, que recibió la aprobación del tribunal de cuentas y el Congreso de Brasil, probablemente se convertirá en la segunda oferta de capital más grande registrada en el país después de la venta de acciones de Petrobras por US$70.000 millones en 2010, según datos de Bloomberg. Probablemente será la mayor privatización brasileña desde la venta de Telecomunicacoes Brasileiras SA en 1998.

A pesar de los intentos legales de última hora de descarrilar la operación, hay suficiente apetito de los inversionista para que el acuerdo tenga éxito, según dos personas con conocimiento del asunto. El precio de las acciones está superando el valor mínimo establecido por el tribunal de cuentas del país, agregaron las personas, que pidieron no ser nombradas por tratarse de información no pública.

Los bancos que ejecutan el acuerdo son Banco BTG Pactual SA, Bank of America Corp., Goldman Sachs Group Inc., Banco Itau BBA SA, XP Investimentos SA, Banco Bradesco BBI SA, Caixa Economica Federal, Citigroup Inc., Credit Suisse Group AG , JPMorgan Chase & Co., Morgan Stanley y Banco Safra SA.

Fuente: Bloomberg