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El país tiene una riqueza lingüística inmensa con 48 lenguas nativas habladas en las 25 regiones, pero también existe un déficit de profesores que las hablen de manera certificada para garantizar la calidad educativa. Por ello, el Consorcio Camisea implementó en el Bajo Urubamba, Cusco, el programa de Becas Nopoki, con el fin de contribuir a preservar estas lenguas y la identidad cultural de los pueblos.

Las lenguas originarias desempeñan un papel crucial en la vida cotidiana no solo como instrumentos de comunicación, educación, integración social y desarrollo, sino también representan la identidad, historia cultural, tradiciones y memoria únicas de cada persona y cada comunidad. Es importante recordar este rol al celebrarse el 27 de mayo el Día de las Lenguas Originarias del Perú.

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El programa Becas Nopoki permite a jóvenes matsiguengas del Bajo Urubamba estudiar Educación Básica Bilingüe Intercultural, así como Ingeniería Agrícola o Administración, en el campus de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS), encargada de gestionar y ejecutar este programa en el distrito de Atalaya, región Ucayali.

Gracias a la ejecución de este programa, los graduados en la carrera de Educación Bilingüe regresan a sus comunidades para formar a niños y jóvenes matsiguengas en su lengua nativa. De esta forma, los niños podrán preservar las historias, relatos y creencias de sus comunidades nativas.

Las Becas Nopoki forman parte del Programa de Educación Integral (PIE) en el Bajo Urubamba, implementado a favor de las comunidades indígenas de Camisea, Timpia, Kirigueti, Sepahua y Nuevo Mundo, que forman parte del área de influencia de Camisea.

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El PIE busca mejorar los niveles de educación de los jóvenes para convertirlos en líderes que aporten de manera significativa la mejora de la calidad de vida de sus comunidades. Tal es el caso de Ludwin Turco, un joven matsiguenga de la comunidad Timpía (Cusco), que se graduó en la especialidad de Educación Básica Bilingüe Intercultural, por una beca concedida por el Consorcio Camisea.

“Ser profesor en Timpía es ser la máxima autoridad, es todo, es ser ejemplo. En mi comunidad no hay profesores especializados”, comentó Ludwin, que sueña con ver a más matsiguengas profesionales.

De acuerdo al Ministerio de Cultura, las lenguas nativas son importantes porque son sistemas únicos de conocimiento y comprensión del mundo, son una fuente de desarrollo sostenible de inversión, consolidación de la paz y reconciliación; promueven la inclusión social, alfabetización, reducción de la pobreza y cooperación internacional.

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Además, forman parte de los valores culturales, diversidad y patrimonio de la humanidad y son parte de los derechos humanos y libertades fundamentales para los pueblos indígenas.

El año 2019 ha sido denominado como Año Internacional de las Lenguas Indígenas para crear conciencia y generar una labor mundial que las proteja, promueva, revitalice y ayude a mejorar la vida de quienes las hablan.