Un artículo del diario británico Financial Times ha puesto de manifiesto la creciente preocupación de Estados Unidos en relación a la presencia y expansión de China en la infraestructura crítica de Perú. Las inversiones chinas en activos energéticos, mineros y portuarios en América Latina han sido una tendencia en los últimos años, sin embargo, la magnitud y posición estratégica de las inversiones en Perú han generado inquietud, según altos funcionarios estadounidenses.
Esta inquietud se ha manifestado en las recientes visitas a Lima de Christopher J. Dodd, asesor para Latinoamérica del presidente Joe Biden, y de la jefa del Comando Sur de EE. UU., general del Ejército, Laura Richardson. Washington ha abordado directamente esta preocupación con las autoridades peruanas.
Uno de los puntos de mayor preocupación es la intención de China Southern Power Grid International de adquirir la operación de suministro de energía de Enel, lo que otorgaría al gobierno chino el control total del mercado de distribución eléctrica en la capital peruana.
La empresa estatal china de transporte y logística, Cosco Shipping, también está construyendo un puerto de aguas profundas en Chancay, capaz de recibir algunos de los buques de carga más grandes del mundo, planteando preocupaciones sobre su posible uso por parte de la marina china para abastecer a buques de guerra.
En este contexto, Estados Unidos ha instado a varios países latinoamericanos a crear comités gubernamentales para examinar la inversión extranjera en sectores estratégicos desde una perspectiva de seguridad nacional, siguiendo el modelo del Comité interinstitucional sobre Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS).
Ante estas inquietudes, el ministro de Transporte de Perú, Raúl Pérez-Reyes, reafirmó que Perú es un país soberano y establece sus relaciones internacionales sobre esa base. Además, señaló que las inversiones son bienvenidas siempre que respeten la soberanía y estén alineadas con las necesidades del país.
El embajador de China en Perú, Song Yang, ha promovido el proyecto del megapuerto en Chancay y expresó que China apuesta a que Chancay se convierta en el Shanghai del Perú, resaltando la importancia estratégica de este proyecto para la relación entre China y Perú.
China ve a Perú como una fuente importante de minerales para su economía en crecimiento y el año pasado importó mineral de cobre por valor de 14,000 millones de dólares de este país, siendo esta importación solo superada por la de Chile.
Mientras China insiste en que sus proyectos de infraestructura en el extranjero se basan en el beneficio mutuo, Estados Unidos percibe un intento de hegemonía y ventaja geopolítica. Las inversiones chinas abarcan desde adquisiciones de participaciones en puertos hasta la construcción de redes móviles 5G y estaciones de monitoreo espacial en América Latina.
En opinión de expertos, China busca rehacer el mundo para su propio beneficio económico, y la infraestructura portuaria es una parte fundamental de esa estrategia. Si bien las inversiones chinas están motivadas por intereses comerciales, no se descarta la posibilidad de que en el futuro se puedan utilizar con propósitos militares, generando preocupación en países como Estados Unidos.
Carlos Pareja, exembajador del Perú en EE. UU., sostiene que esta preocupación de EE. UU. no es nueva y ha sido tema de conversación en varios encuentros diplomáticos. Además, destaca que la inversión de Cosco en el Puerto de Chancay se realiza en colaboración con la empresa privada Volcan, cumpliendo con la normativa peruana en el manejo de puertos. A pesar de las inquietudes, la inversión extranjera es fundamental para el desarrollo de Perú y su economía, siempre que se realice de manera responsable y beneficiosa para el país.