Alejandra Osorio, directora de Training and Consulting de Adecco

Exceso laboral genera estrés excesivo, dependencia, inestabilidad emocional, entre otros

La adicción al trabajo es, básicamente, la necesidad excesiva de pensar en las responsabilidades que implica el mundo laboral, a pesar de que la jornada de trabajo haya culminado.

Esto trae consigo problemas que afectan la salud física y mental de los individuos, como estrés excesivo, dependencia, inestabilidad emocional, entre otros.
Las personas adictas al trabajo, también denominadas “workaholics”, no se desligan ni un solo momento del ámbito laboral. Ellas consideran válido descuidar su vida privada, ya que, a su entender, ese aspecto puede impedirles cumplir con sus objetivos profesionales.
En este contexto, Alejandra Osorio, directora de Training and Consulting de Adecco, indica que, aunque este tipo de casos son bastante comunes, es complicado para los empleadores detectarlos, ya que la mayoría piensa que son actitudes normales en una persona que está comprometida con su trabajo.
Por tal motivo, la vocera de Adecco nos brinda cinco consejos para evitar ser un adicto al trabajo:

Equilibra tu vida personal.

Pasa tiempo con tus seres queridos, comparte momentos de ocio con ellos y olvídate del estrés laboral. También puedes practicar algún deporte y/o hobbie para mantener tu mente ocupada.

Confía en tus compañeros de trabajo.

Los demás colaboradores también están capacitados para realizar eficazmente las labores diarias del trabajo. En ese sentido, no dudes en delegar funciones. Por otro lado, si sientes que tienes mucha sobrecarga de trabajo, sé sincero con tu jefe y coméntale que necesitas apoyo.

Prioriza lo urgente.

No todas las actividades merecen la misma prioridad. Evalúa la urgencia e importancia de cada una de ellas. Organízate y avanza con aquellas tareas que debes presentar en un corto plazo antes de empezar con otra.

Desconéctate.

Cuando no estés trabajando, deja de lado el celular corporativo para que no estés pendiente a los correos que envían los clientes. Solo atiende aquellos correos o llamadas que merecen atención y continúa con tus actividades diarias.

Toma vacaciones.

Sal de la rutina. Un viaje es una muy buena opción para hacer una pausa en el trabajo. Conoce nuevos lugares, encuéntrate contigo mismo y aventúrate a vivir experiencias nuevas. Es muy probable que cuando regreses seas más productivo en el trabajo.

Fuente: Andina